sábado, 23 de septiembre de 2017

SEMBLANZAS DE CHINCHÓN. XLIII. DON LUIS LEZAMA


43.- Luis Lezama, Hijo Adoptivo de Chinchón. (Personajes)

En el año 1970 se abrió un expediente para el nombramiento de hijo adoptivo a D. LUIS LEZAMA BARAÑANO, creador de la Pasión de Chinchón. Por causas que desconocemos, se paralizó el expediente que se continuó en el año 1998, a petición de algunas personas particulares, llegándose al acuerdo de concederle el título de hijo adoptivo; pero entonces, tampoco, se terminó el trámite.

Afortunadamente, la Corporación municipal lo finalizó y el viernes, día 10 de octubre de 2008, a las 20 horas le fue entregado el título de hijo adoptivo de Chinchón a Don Luis de Lezama y Barañano.

Don Luis, nació en Amurrio (Álava) y cursó sus estudios en el Seminario de Madrid. De allí salió para Chinchón en el año 1962, con el nombramiento de Coadjutor de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.

Era un nuevo “cura de Chinchón”, como antes lo habían sido Miguel Ramón Linacero, José Robles, Camilo Goya y Lucientes, San José María Rubio y José Manuel de Lapuerta, sólo por nombrar a los que por diversos motivos han tenido una notoriedad pública.

Don Luis Lezama fue conocido como “el cura de los maletillas”. Estando en Chinchón acogió en su casa a varios maletillas como Eduardo, Quintino y Teodoro, que llegó a tomar la alternativa como “El Bormujano”.


Después ejerció de periodista en la radio, consiguiendo un premio “Ondas” en el año 1973. Últimamente ha sido conocido como promotor de varios restaurantes, empezando con “La taberna del alabardero”, el “Café de Oriente” y otros más, repartidos por España y Estados Unidos, con los que además de hacer una buena cocina, ha desarrollado una importante labor social.
Es además, escritor, poeta y pintor, habiendo publicado varios libros; pero, para nosotros, tiene el mérito de haber sido el creador de “La Pasión de Chinchón”, que desde el año 1963 se ha venido representando ininterrumpidamente el sábado santo, al anochecer. Suyo es el guión y él fue quien en principio se encargó de hacer el montaje, en colaboración con Pilar Montero.

Es también el autor de la letra del pasodoble de Chinchón, que puso música el maestro Palazón, y que dice así:

Dos cosas llevo en el alma,
Clavadas, ay, para siempre,
La gente que conocí,
Tu plaza, paz castellana.

Chinchón viejo y nuevo,
Chinchón, pueblo y llanto,
Ya no te cantare penas
dos lágrimas que me brotan
Como mozas de verbenas.
Chinchón, viejo y nuevo,
Chinchón pueblo y llanto
Son cosecha de tu suelo,

Tu luz, tu historia, tu encanto.
De los olivos al campo,
Hay caminos recorridos,
Las cuestas que hablan de amores
Las torres de los vencidos.

Toros, aguardiente, flores.
Sombra de Frascuelo herido,
Un maletilla se asoma,
A la fiesta renacido.

Y tú Chinchón de Castilla,
No dormirás en su olvido.

Viva Chinchón porque tiene
La fama del aguardiente,
De las mujeres bonitas
Y de los hombres valientes.
De las mujeres bonitas
y de los hombres valientes.

En el año 1963 inició la publicación de la Revista “Fuentearriba” de Chinchón.



El Eremita.
Relator independiente.

jueves, 21 de septiembre de 2017

SEMBLANZAS DE CHINCHÓN. XLII. FRASCUELO.


42.- Salvador Sánchez “Frascuelo”, hijo adoptivo de Chinchón. (Personajes)

El día 25 de julio se celebra en Chinchón la festividad de Santiago Apóstol, Patrón de España. Tuvo una ermita a las afueras, en el sitio llamado el Ventorro, junto a la primera rotonda de entrada a Chinchón, que fue destruida en el año 1808 por los franceses. En estas fiestas se celebra el primer encierro del año, y fue precisamente en el encierro del día de Santiago del año 1863 cuando se produjo un acontecimiento que iba a unir el nombre de Chinchón al de Salvador Sánchez, más conocido como "Frascuelo". Os voy a contar la historia:

Bajo los soportales, entre el "Bar Flor" y el "Rincón de Frascuelo", nos encontramos otra lápida de bronce, realizada por Ángel Simón "Quicile", que dice:

PEÑA TAURINA EL TENTADERO.
HOMENAJE PÓSTUMO A
D. SALVADOR SÁNCHEZ FRASCUELO.
CHINCHÓN. 18-11-89.
Y en la fachada del restaurante de la Virreina, donde estuvo la posada del tío Tamayo, hay un mural de azulejos, obra de Manolo Gómez Zía, que dice:

"ANTIGUA POSADA DEL TÍO TAMAYO
DONDE CONVALECIÓ SALVADOR SÁNCHEZ FRASCUELO
LAS MUY GRAVES HERIDAS QUE LE INFIRIÓ
UN TORO EN LA CAPEA QUE SE CELEBRÓ
EN ESTA PLAZA EL 25 DE JULIO 1863".
Encima de la efigie del torero hay una orla que dice:

"LOS HECHOS DEL GRAN FRASCUELO EN NUESTRA MEMORIA ESTÁN,
NOS REGALÓ UN TABLONCILLO Y A LOS POBRES LES DIO PAN".

Aún hay en Chinchón otra placa conmemorativa dedicada al mismo torero. Ésta fue colocada por la Agrupación de Amigos de Chinchón en la fachada de la casa que perteneció a Frascuelo en la calle de la Amargura, con motivo del centenario de su muerte.

Dice así:
AL MATADOR DE TOROS
SALVADOR SÁNCHEZ POVEDANO "FRASCUELO",
QUE VIVIÓ EN ESTA CASA.
AGRUPACIÓN AMIGOS DE CHINCHÓN. 1998.

Es normal esta proliferación de placas conmemorativas dedicadas a Frascuelo. Su vida tiene todos los ingredientes para hacer de su historia una leyenda y como tal se cuenta en Chinchón. Había nacido en Churriana de la Vega, pueblecito de Granada, el día 24 de diciembre de 1842, teniendo 20 años, llega a Chinchón en las fiestas de Santiago, y en la capea que se celebra esa tarde, pide permiso para torear y banderillear al primer toro. Al poner un par de banderillas es corneado feamente por el toro y el alcalde ordena que sea llevado al hospital de los pobres.

Florentino Catalán, que era albañil y tenía un estanco en la plaza, y que era conocido como el "tío Tamayo", dice a los que lo portaban que lo lleven a su casa, y allí convalece de las graves heridas.

En agradecimiento, cuando ya es famoso, compra una posada y varias tierras a su benefactor, y él mismo se compra una casa en Chinchón, donde alterna su estancia con otra que compró en Torrelodones.

Regala, como ya hemos dicho, un tabloncillo para la plaza, similar al que tenía la antigua plaza de toros de la Puerta de Alcalá, de Madrid. Son frecuentes sus obras de caridad en favor de los pobres, estando siempre su casa abierta para el que necesitase pan y ayuda.

En Chinchón toreó algunas corridas benéficas, como el 26 de octubre de 1871, y otra el 21 de septiembre de 1880 con motivo de las Fiestas del Rosario. Con este motivo se le regaló un estoque con empuñadura de oro, fabricado en Toledo y costeado por suscripción popular. En la hoja del estoque había gravadas varias escenas de la lidia y una inscripción en la que leía: “Chinchòn a su hijo adoptivo” y que fue entregado al diestro por el teniente de alcalde D. Dionisio González. Era Alcalde D. Víctor Marcitllach.

Con el beneficio de esta corrida, -en la que se lidiaron 4 toros de la ganadería de Veragua, tres por Frascuelo y uno por Valentín Martín- que ascendieron a 21.301 reales, se compró una barrera, similar a la de la plaza de Madrid, que fue fabricada en Aranjuez, entregando a los pobres el dinero sobrante.

Para colocar esta barrera hubo que hacer modificaciones en la plaza, reduciendo el ruedo. Estas obras la realizó la Sociedad de Cosecheros.

Fue célebre “el pan de Frascuelo”, que el famoso torero repartía todos los inviernos entre los más necesitados.


En el año 1880, el Ayuntamiento de Chinchón concedió a D. Salvador Sánchez Povedano “Frascuelo”, matador de toros, el nombramiento de "Hijo adoptivo de Chinchón". Es el primer nombramiento de este tipo que conocemos.




El Eremita.
Relator independiente.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

MORBO



No es solo Telecinco y sus programas basura, son también los telediarios de todas las cadenas; a diario nos sirven unas buenas raciones de morbo, con cualquier excusa. Ya sea la efeméride semanal, mensual o anual de un atentado, la celebración de un juicio por un crimen cometido hace siete años o cualquier barbaridad ocurrida hace siglo y medios, todo es buena oportunidad para recrearse en los detalles más sórdidos del caso. 
Y aquí se pone el énfasis en el "recuerdo" de las víctimas como coartada, y se pide la opinión de los que vivieron el suceso. Los familiares de las víctimas lo que quieren es olvidar y no recrear los detalles dolorosos de aquel día. A las víctimas habrá que ayudarlas, acompañarlas y curar sus heridas, pero a ellas y a sus familiares nos les ayuda nada el que nos regodeemos en el dolor de aquellos días.
Como dice El Roto, cuando nos sentamos cada día delante del televisor, nos tenemos que preguntar por cuál será la atrocidad que nos van a ofrecer hoy.

martes, 19 de septiembre de 2017

SEMBLANZAS DE CHINCHÓN. XLI. EL MONASTERIO DE LAS CLARISAS.

Edificio del Monasterio de la Inmaculada Concepción de Chinchón.
                                                                                        
41.- El Monasterio de la Inmaculada Concepción de las Madres Franciscanas Clarisas. (Monumentos)

Cuando llegan a Chinchón don Andrés de Cabrera y Doña Beatriz de Bobadilla, como ya hemos contado, se construyen un Palacio para vivir, levantan un castillo fortaleza para defender su Señorío, pero también, como buenos cristianos, fundan un Monasterio que encomiendan a la orden de San Agustín, y además,  muestran su deseo de fundar también un convento de monjas. 
Es posible que este deseo lo asumiese posteriormente su hijo Fernando, el primer Conde de Chinchón, quien, al no conseguirlo, pide a su hijo Pedro, que se encargue de ese cometido. Ni éste, ni su esposa doña Mencía de Mendoza y de la Cerda, los segundos condes, cumplen el encargo. Fue, por tanto, el III Conde de Chinchón, don Diego Fernández Cabrera Bobadilla y de su esposa doña Inés Pacheco, hija de los Marqueses de Villena, quienes hicieron realidad el deseo de sus antepasados, aunque tuvo que ser el V conde de Chinchón, don Francisco Fausto Fernández de Cabrera y Bobadilla, quien lograse terminarlo.

Las obras del Monasterio e Iglesia de la Inmaculada Concepción comenzaron en el año 1597, aunque un año antes existía un proyecto y un contrato en el que el maestro de cantería Juan de Bozarraiz, se comprometía a realizar la obra del Monasterio de Chinchón. Este proyecto había sido realizado por Nicolás de Vergara el Mozo, quien también participo en el de la Iglesia de la Piedad de Chinchón y otras importantes obras, y era maestro mayor de la Catedral y Arzobispado de Toledo.
Patio interior, rodeado por el claustro.
Escudo de la fachada sobre la entrada a la iglesia.

Hay disparidad de datos en la fecha de terminación del convento. Varios cronistas lo sitúan en el año 1663, aunque según otro se produjo diez años antes. Según esta fuente, que puede ser más fidedigna, el 28 de octubre de 1653, el señor conde elige como primera abadesa a Juana de la Santísima Trinidad, en el siglo, Dª. Juana Fernández de Pacheco y de Portugal, natural de Escalona, hija de los Marqueses de Villena, nieta de los Infantes de Portugal y prima de los condes fundadores, que había profesado en el Convento de las Descalzas Reales de Madrid, en el año 1617. 
Retablo del altar mayor, obra de Churriguera, destruido en el año 1936.

La fundación, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Concepción, fue dotada para treinta y tres religiosas, reservándose el conde el derecho de presentación de doce de ellas.

En el año 1752 había en el Monasterio veintisiete religiosas de velo negro.

Arquitectónicamente, el convento es de traza barroca, con muros de ladrillos y de mampostería cajeada. La puerta de entrada a la iglesia está en uno de los costados con portada adintelada de piedra, con una hornacina de ladrillos y escudo de los Condes. Este escudo se vuelve a repetir sobre la entrada a la clausura desde el patio.
El primero de estos escudos es de mármol, y al estar totalmente a la intemperie, está en un deficiente estado de conservación. La corona que hay sobre el escudo está rota y los relieves bastante desgastados. El segundo, al estar al resguardo bajo un tejadillo, y ser de piedra, está en mucho mejor estado de conservación.
Restos de las estatuas de los condes y lápida mortuoria del Conde Francisco Fausto

Durante siglos, el convento fue dotado de valiosas obras de arte.  Tuvo un precioso retablo churrigueresco, del que aún se conserva una fotografía, en cuyo centro había un cuadro de la Inmaculada, obra de Francisco de Rizi, (También atribuido a Lucas Jordán) que fue incendiado y destruido en la guerra civil del año 1936, junto con otras obras de gran valor, como lienzos, una rica colección de ternos del siglo XVI, valiosos vasos sagrados, relicarios, etc. etc. De este fuego se libró milagrosamente una tabla que era la puerta del Tabernáculo, pintada por Alonso del Arco, que representa al “Buen Pastor”.  Algunas de las obras de arte que se salvaron en el incendio las podemos admirar en la Exposición “Los Tesoros de la Clausura” que se exhibe periódicamente en el convento. 
Sin embargo, el convento se había librado de la destrucción tanto en la Guerra de Sucesión como en la Guerra de la Independencia.
Escudo condal de la entrada de la clausura en el patio.
Mausoleo de los condes en el coro de la Iglesia con escudo condal de mármol encima.


En el Coro hay un mausoleo donde fue enterrado el Conde Fundador sobre el que hay otro escudo de la familia.  Existe una lápida semidestruida que deja constancia del enterramiento y hubo dos preciosas estatuas de mármol con la efigie de los fundadores, cuyos restos también se pueden ver en la exposición.

A este mausoleo fueron trasladados por orden de la Condesa de Chinchón doña María Teresa de Borbón y Vallábriga, los restos mortales de su hermano, Antonio María, que había muerto al poco de nacer, y que inicialmente había sido enterrado en la cripta de la Iglesia de la Piedad.
Desde el año 2012, coincidiendo con los sábados, domingos y festivos desde el día 28 de octubre al 9 de diciembre de cada año, y en horario de 11 a 15 de la mañana y 16 a 19 de la tarde, en el Monasterio de la Purísima Concepción de las Madres Franciscanas Clarisas de Chinchón se puede visitar la Exposición "LOS TESOROS de la CLAUSURA".

Una oportunidad única para conocer las obras de arte que se han conservado desde la fundación de este Convento.

Esto nos dicen los organizadores: 
“La exposición nos abre las puertas del Monasterio de la Purísima Concepción de Franciscanas Clarisas Descalzas de Chinchón para poder contemplar algunas de las piezas que, tras el paso del tiempo y los desastres de las guerras, han llegado hasta nuestros días. La Iglesia, el claustro conventual y el coro alto (enterramiento de los Condes) se han habilitado para este proyecto, intentando mostrar a la luz del siglo XXI piezas muy hermosas que han dormido intramuros durante más de tres siglos. Piezas muy importantes que, algunas desde la fundación de este convento en 1.653, han decorado estancias y capillas de la zona de Clausura. Pequeñas imágenes, grabados, cobres y ornamentos que hablan por sí solos de la riqueza artística que albergaron estos gruesos muros.

De entre ellas podemos destacar:
 
Tabla del "Buen Pastor" de Alonso del Arco. Era la puerta del tabernáculo del Retablo de Churriguera que estaba en el Monasterio y que fue destruido en la Guerra Civil, salvándose únicamente esta pintura.

La tabla del Divino Pastor del pintor Alonso del Arco. - La Urna de Plata, regalo dotado a las monjas fundadoras desde el convento de las Descalzas Reales de Madrid. - Una serie de ternos bordados entre los que destaca la composición con los escudos de los Condes de Chinchón.

Desde la obra más valiosa a la más entrañable, han sido tratadas con el máximo respeto para que hoy todos podamos disfrutar de esta exposición.

Nuestro agradecimiento al Ministerio de Cultura, la Comunidad, el Ayuntamiento, el Obispado de Getafe, las Descalzas Reales, y a todos los que con su apoyo -moral y documental-, mediante la puesta en marcha del Plan de Dinamización Turística 2012, han hecho posible que este proyecto viese la luz”.

En 1936, coincidiendo con el comienzo de la guerra civil, el convento fue ocupado por el ejército republicano que obligó a las religiosas a abandonar no sólo la clausura sino también la población.

En 1940, acabada la contienda, las religiosas supervivientes volvieron a ocupar el monasterio y se encargaron de reconstruirlo en la medida de sus posibilidades, varias actuaciones arquitectónicas de distinta envergadura -con más o menos ayuda de las instituciones oficiales de cada momento han conseguido recuperar lo que hoy es el convento de Clarisas de Chinchón.
Fotografía de las monjas que actualmente forman la Congregación del Convento de Chinchón.


Ahora mismo son sólo nueve las religiosas que albergan estos muros formando un claro y modélico ejemplo de compromiso, tolerancia e integración. Nueve mujeres de distintos países que centran sus esfuerzos en un objetivo común: la oración y su entrega a los demás. Nueve MM. Clarisas que, fieles al capítulo VII de la Regla de Santa Clara, desechan la ociosidad, enemiga del alma y, sin apagar el espíritu de la santa oración, conjugan la vida contemplativa con el trabajo en su obrador, siendo la venta de los dulces que allí se elaboran el único medio de subsistencia de la comunidad religiosa de este convento Según la Constitución Apostólica "Sponsa Christi" del 21 de noviembre de 1950, la mayoría de los monasterios actualmente están organizados en federaciones, según la reforma o grupo al que pertenecen. Eso les ha hecho salir del aislamiento en que habían permanecido durante mucho tiempo y les permite ayudarse mutuamente, aparte de lograrse una mayor uniformidad en la formación y en la forma de vida.

Resulta difícil hacer una estadística fiable, pero se puede asegurar que existen cerca de 1200 monasterios, habitados por no menos de 18.000 hijas de Santa Clara repartidos por todo el mundo.
Vista interior de la Iglesia, con el retablo restaurado.

El 21 de julio de 2009 se inauguró la iglesia del Convento de las Madres Clarisas de Chinchón, que ha sido restaurado por la Comunidad de Madrid.

Vista del coro de la Iglesia que no ha sido incluido en la restauración.

Por diversas causas y por el paso del tiempo, la iglesia había llegado a un estado grave de deterioro, que hacía indispensable su rehabilitación.
La Comunidad de Madrid, acometió esta restauración con cargo al 1% cultural, con una inversión total de 1.018.103 Euros.

Hay que destacar la espléndida restauración del retablo que ha realizado Miguel Ángel Laguna Villalobos.

La inauguración ha estado presidida por la Presidenta de la Comunidad y el Obispo de Getafe, acompañados por las autoridades locales y con la asistencia de muchas personas de Chinchón.

Después de la inauguración oficial el Sr. Obispo de Getafe D. Rafael Zornoza Boy, ofició una misa, acompañado por diversos sacerdotes de la comarca.



El Eremita.
Relator independiente.

lunes, 18 de septiembre de 2017

RAZÓN Y FE



"De esa ciega pasión nacen las xenofobias, el odio o el miedo al otro, las banderas, las patrias y las fronteras".

Un artículo de Manuel Vicent en El País del 17 de septiembre de 2017.

Frente a las leyes inexorables que rigen la materia en todo el universo, el espíritu humano solo está gobernado por la fe y la razón, dos fuerzas implicadas en un combate interminable desde el principio de la historia. La razón es una fuerza elaborada, muy cara de producir, sometida a constantes pruebas; es la base de la ciencia y la única herramienta que poseemos para comprender la naturaleza. En cambio la fe, que puede mover montañas, es barata de fabricar y muy fácil de obtener, no necesita ser probada, no admite fisuras, es ubicua e inmutable, se inocula de forma sencilla de padres a hijos y se propaga velozmente como un virus a cualquier raza y en cualquier lugar. Los sueños de la razón a veces engendran monstruos, pero a causa de la fe se mata y se muere, se convierte uno en mártir o en verdugo, se declaran guerras de exterminio y por decreto, incluso, permite soñar con una felicidad eterna en otra vida. La fe suele ir acompañada de la emoción, una carga magnética que los humanos probablemente compartimos con otras especies de mamíferos superiores. Se trata de una reacción psicofisiológica ante lo real o lo imaginario, que nos convierte en santos, en visionarios y en fanáticos. De esa ciega pasión nacen las xenofobias, el odio o el miedo al otro, las banderas, las patrias y las fronteras. Razón y fe nunca se cruzan, pero están enraizadas en la vida y determinan nuestra convivencia. Si un extraterrestre, acostumbrado a las leyes que gobiernan el universo, visitara España en este momento, creería haber caído en un país de locos poseídos por pasiones pueblerinas, incapaces de someter sus problemas políticos a la razón, estúpidos dispuestos a aniquilarse una vez más por un ideal imaginario de unidad o independencia de una patria hipotética, sin saber que esa montaña que la fe es capaz de mover, les puede caer encima.

domingo, 17 de septiembre de 2017

SEMBLANZAS DE CHINCHÓN. XL. FELIPE DE BORBÓN, CONDE DE CHINCHÓN.


40.- Felipe de Borbón y Farnesio, XII Conde de Chinchón. (Historia)

El 25 de octubre de 1738, Don José de Sforza y Cesarini, duque de Genzano, vende el título y Estado de Chinchón, con Ciempozuelos, San Martín de la Vega, Seseña, Villaconejos, Valdelaguna, Villaviciosa de Odón, Moraleja la Mayor, Moraleja de Enmedio, Sacedón y Serranillos, al Infante don Felipe de Borbón y Farnesio, hijo del rey Felipe V.

El Infante había nacido en Madrid el 15 de mayo de 1720 y tenía 17 años cuando se convierte en el duodécimo conde de Chinchón.

Como es de suponer, la noticia de la compra del Condado por el hijo del Rey causó una gran conmoción en todos los pueblos mencionados. Eran conscientes de las posibilidades que se abrían al pasar a ser posesión de la familia real. Además, por su proximidad a la corte y al real sitio de Aranjuez, lugares de residencia de los reyes, ofrecía una oportunidad para que en estos pueblos se fuesen asentando familias que pretendían, por unas u otras causas, estar cerca de la realeza.

Aunque la fecha oficial de la venta fue el día 25 de octubre, desde unos meses antes la noticia es conocida en el Condado y, como era normal en estas circunstancias, los representantes de todos los pueblos se apresuran a solicitar autorización para organizar grandes fiestas conmemorativas del acontecimiento. Como contestación a estas solicitudes, con fecha 21 de septiembre de 1738 don Miguel Herrero de Espeleta, representantes del Infante, dirige al Ayuntamiento de Chinchón un escrito  en el que se indica que "ante la solicitud de los distintos pueblos del condado para celebrar fiestas públicas por la felicidad que van a adquirir en ser vasallos de tan grande y benigno príncipe, y deseando al mismo tiempo que estas demostraciones no excedan de los límites de la actual posibilidad, autorizan a Chinchón a celebrar con este motivo los siguientes actos: Dos fiestas de toros, sin caballero, en la Plaza, y demás circunstancias al arbitrio de la villa. Tres noches de fuegos y luminarias, moderando el gasto de los fuegos. Dos comedias y una mojiganga". A continuación detalla las fiestas que pueden realizar los restantes pueblos.


En otro escrito de la misma fecha se comunica que el príncipe ha permitido que se entregue al pueblo un retrato de su Real Persona, para que sea colocado en el lugar que se indicará.


Y el 1 de octubre de 1738 solicita al Ayuntamiento de Chinchón que nombre una comisión que ha de recibir al Cardenal don Gaspar de Molina y Oviedo, cuando llegue a Chinchón para tomar posesión del condado en nombre del Infante don Felipe de Borbón.

Así narraba el acontecimiento el historiador Narciso del Nero: “Salió el Cardenal de Madrid el lunes 3 de noviembre, con escogido séquito cual correspondía a la alta representación que llevaba. En la raya de los términos de Bayona y Chinchón, recibió los respetos de una comisión del Estado Noble de este Ayuntamiento, la que se unió a la comitiva. Haciendo su entrada en la villa a las seis y media de la tarde, recibiéndole en las afueras un gran número de vecinos. Dándole la bienvenida el concejo presidido por el corregidor don José Manuel de Rozas, Cabildo de Capellanes y al frente el mayor don Antonio Álvarez Gato, y estado noble y general, representado éste por cincuenta agricultores, presididos por sus respectivos alcaldes, don Bernardino de Calva y Frías y Manuel López de las Olivas, dirigiéndose acto seguido al convento de Agustinos donde tenía dispuesto su alojamiento...." 

También hay referencia a este mismo suceso en una publicación en verso, titulada "Ya es nueva corte Chinchón", en la que "Describense, en compendio, las plausibles fiestas que en muestra de su amor y regocijo, hizo la Villa de Chinchón, al rendir su obediencia y posesión al Serenísimo Señor Infante don Phelipe de Borbón, Gran Prior de San Juan, Almirante de la Mar, Conde de Chinchón y de Odón, Marqués de San Martín, etc. Por medio del Eminentísimo Señor D. Fray Gaspar de Molina y Oviedo, Cardenal de la Santa Romana Iglesia, Obispo de Málaga, Gobernador del Real y Supremo Consejo de Castilla y Comissario General de la Santa Cruzada, por D. Diego Sánchez Agudo, natural de la misma villa, quien la dedica a S.A.R., por mano de su Eminencia".

Se iniciaba así el relato en verso:

Del Término a la Raya (con presteza)
De Chinchón y la Villa de Bayona
La Justicia de aquella y la Nobleza
Llegó a cumplimentar a su persona;
Allí, manifestando la fineza
De su fidelidad Chinchón blasona
Ofreciendo en las aras del respeto
Su amor, su libertad, su honor y afecto.

El Cabildo del Templo de María
De la Piedad, que goza en Patronato
Su Alteza, Diputados ese día
Nominó, que su afecto rindan grato;
Demostraron la fe de quien los guía
Cumplimentado el acto breve rato
En que logran felices honras tantas
Que se elevan gustosos de sus plantas.
Admitido su noble rendimiento,
prosiguió su Eminencia la jornada
Entrando con tan grave lucimiento
En Chinchón que anhelaba su llegada;
Ufano todo el pueblo, cuanto atento
Le esperaba en la calle, bien colgada
Relox, Fuegos, campanas y festivas
Salvas, diciendo a gritos: ¡Viva, Viva!

De Gala, y lucimiento el Noble Estado
Y del General también en los cincuenta
Labradores, y Alcalde venerado
Fue el señor Cardenal que los alienta
A seguir su carroza: con su agrado
Los incita, los mueve, y los fomenta;
Pero no es menester, que en sus cariños
Hasta la aclamación se oyó a los niños.

Llegó al Templo y Sagrado de Agustino
Donde estaba dispuesto su hospedaje
Y dando gracias al Autor Divino,
Todo era pompas, galas y plumages
Los refrescos y mesas que previno
generoso estos días, maridage
Hicieron con festejo tan sabido
Que llegó a hacerle en todo más cumplido....

Su autor, como se dice,  es Diego Sánchez Agudo, y está editado en el año 1738 en Madrid, por la  Imprenta de Lorenzo Francisco Mojados. Es un pequeño libro de sólo 36 páginas, de 21x35 cm. Contiene tres grabados de colofones y sus páginas están orladas.

De la pluma del mismo historiador, sigue la narración:


“Al día siguiente por la mañana, comparecieron ante su Eminencia, en la Sala Capitular del ayuntamiento, severamente adornado y colocado bajo dosel, un retrato del Infante regalado por éste, los alcaldes y capitulares de las villas comprendidas en el Estado.

Dada lectura de la Real Carta de poder, el Cardenal asumió la jurisdicción de los cargos que de sus respectivas villas ostentaban los presentes, tomando posesión real del Señorío y jurisdicción alta y baja, mero mixto imperio de la Villa con todo lo anejo al Estado y al Condado.

Continuando la larga ceremonia de prestar juramento, las autoridades confirmadas en sus cargos; y luego, en el mismo día, las de tomar posesión de los patronatos y castillo”.

El Cardenal permaneció, como ya se ha dicho, alojado en el Convento de los padres agustinos durante los días que duraron los actos de toma de posesión, que se prolongaron hasta el día 9 de noviembre.

En esta época del año suele hacer mal tiempo en Chinchón y 1738 no debió ser una excepción; debió llover durante esos días, según se desprende del acta de una junta celebrada por la corporación municipal el día 5 de noviembre. En la misma  se dan instrucciones para la organización de las fiestas que se están celebrando esos días con motivo de la toma de posesión, indicándose que se arregle la plaza echando paja y grava, que se disponga para que los balcones sean ocupados por las personas más importantes, y que se corran los catorce toros; y si no fuese posible matarlos todos el mismo día, que se encierren para correrlos al día siguiente, y que la otra corrida (para la que también tenían autorización) se posponga hasta nuevo acuerdo.

Así se narraban, en los versos, estas celebraciones:

Esta tarde la plaza bien colgada
de tafetanes, damascos y colores
se miró en su balcones adornada
de bellezas, de galas y primores.

De la plebe también se vio ocupada,
porque grandes, medianos e inferiores
para aplaudir ventura como esta,
de los toros vinieron a la fiesta.

Llegó (estando la Guardia ya formada)
a la Plaza en su coche su Eminencia
de nobleza y de plebe cortejada.
Su persona con gran magnificencia
subió a la silla regia preparada
en el balcón primero de la audiencia.
Y el restante ocupa el lucimiento
de la Corte que lleva allí de asiento.
Hizo diestra la guardia su despejo
y el Alguacil Mayor sacó al paseo
veinticuatro volantes que en gracejo
de la corte, compiten al aseo.

Admirado el concurso vi perplejo
de ver cumplir a todos con su empeño
pues si el caballo al viento competía
cada cual más ligero le corría.

Gladiador de a caballo con su lanza
salió airoso a la plaza, y con destreza
puesto al frente del toro, cara a cara,
demostró su valor y gentileza;
fieros los toros con pujanza rara
mostraron igualmente su fiereza,
siendo catorce los que de esta suerte
dieron los caballeros dura muerte.

El Cardenal debió informar al Rey de los fastos que se habían organizado y la acogida que le habían dispensado y el monarca tampoco habría olvidado las muestras de lealtad que a él mismo le había dispensado el pueblo cuando pernoctó en Chinchón en el año 1706, así como su apoyo durante la guerra de sucesión. Por eso, al mes siguiente, el 26 de diciembre, decide conceder a Chinchón la gracia de que se titule “La Muy Noble y Muy Leal".


El Eremita.
Relator independiente.