sábado, 11 de marzo de 2017

UNA CURIOSA EXPOSICIÓN EN LA CASA DE CULTURA DE CHINCHÓN.




De hoy 11 de marzo al 2 de abril, en la Casa de Cultura "Manuel Alvar" de Chinchón, podremos visitar una exposición de maquetas realizadas con material reciclado, que ha realizado Ángel González Talavera, entre las que se encuentra una reproducción de las balconadas de la plaza de Chinchón.


Hay que acercarse a la Casa de Cultura para admirar estas obras de arte reciclado.

jueves, 9 de marzo de 2017

COCINA


Esto, dicen, es una tortilla... eso sí, deconstruída...

Me gustan los programas de cocina en televisión. Mejor dicho, me gustan los programas de televisión donde un cocinero o cocinera nos enseña cómo se hace una receta. No sé por qué, pero me dan sosiego. No me gustan, nada, los programas-concurso que ahora proliferan en todas las cadenas. Y es que esos dichosos concursos van a destrozar el arte culinario con tanta "deconstruccion " y tanta innovación que más parecen clases de química que recetas de cocina. 
Tengo que confesar que he ido a algunos de estos nuevos restaurantes que un amigo mío llama de "blanco y negro", porque en la decoración de todos ellos predominan estos colores. Y, confieso, algunos me han sorprendido con algunas buenas ofertas; pero, otras veces, se han pasado "deconstruyendo". Recuerdo que en uno de ellos casi me excomulga un chef, porque me atreví a sugerir que al pisto desconstruido no le iba bien el pan frito desmenuzado, aduciendo que "rompía, dijo, la textura en boca y le daba al plato el contraste necesario". Yo recordaba entonces un buen cantero de pan candeal tiernecito mojado en el tomate y en el huevo.
Claro que también en los restaurantes tradicionales te puedes encontrar con desagradables "experimentos". No olvidaré nunca cómo en una ocasión "destrozaron" unas cocochas de merluza mezclándolas con mermelada de arándanos.

Y esto, una buena cola de merluza a la bilbaína...

Y me pregunto, ¿algunos de estos insignes cocineros se acordaran todavía de cómo se hacen unas buenas judías con chorizo o una cola de merluza a la bilbaína?

martes, 7 de marzo de 2017

ALGO MÁS SOBRE LA NOVELA "EL AMARGO SABOR DE LAS ROSAS"


"El amargo sabor de las rosas" es una novela histórica, en la que vamos a vivir los últimos años del reinado de Alfonso XIII, la República, la Guerra Civil y la Posguerra, desde el enfrentamiento de dos mujeres, Consuelo, la criada violentada por el Amo y doña Margara, la señora del Solar, que tratará de imponer su voluntad a todos los que la rodean; unidas por un hombre, don Nicomedes, enfermo de maldad y de egoísmo.
Pero “El amargo sabor de las rosas” no es una novela de amor, aunque hay algunas personas que aman... a su manera.
No es una novela de intriga, pero hay algunos misterios que te van a sorprender.
No es una novela policiaca, pero hay crímenes que investigar.
No es una novela política, pero la política es protagonista.
En “El amargo sabor de las rosas”, se mezclan muchas pasiones: la lujuria, la soberbia, la venganza...
“El amargo sabor de las rosas”, en fin, es la historia de un tiempo y de un lugar.
Un tiempo que se nos antoja ya lejano, pero que aún está en nuestra memoria colectiva, en el que las bajas pasiones y las ambiciones personales aparecían como ideales patrióticos o convicciones religiosas con las que se intentaban justificar los hechos más reprobables.
Y un lugar: Recondo, un pueblo fácilmente reconocible, que bien podría ser cualquier lugar de aquella deprimida España.
“El amargo sabor de las rosas” es una novela coral en la que los personajes son personas – ni buenas ni malas - con sus vicios y sus virtudes, con sus miedos y con sus ambiciones, que luchan por sobrevivir en tiempos difíciles y crueles, donde se van fraguando venganzas y donde la amargura se irá adueñando de parte de sus vidas y donde, al final, el destino se encargará de ir poniendo a cada cual en su sitio.
Unos personajes que nos van a acompañar por acontecimientos importantes de la intrahistoria de la novela: desde la inauguración de la Gran Vía de Madrid, a la celebración de la noche de San Juan en Denia, hasta la entrada de las tropas nacionales en Recondo.
“El amargo sabor de las rosas” te podrá emocionar, te podrá sorprender y te podrá entretener pero, también, te va a descubrir una visión diferente de una época de que se ha escrito mucho, pero de la que aún hay mucho que conocer.


domingo, 5 de marzo de 2017

LA HISTORIA.

"Que el ministerio de la Realidad no exista no significa que no sucedan cosas..


Un artículo de JUAN JOSÉ MILLÁS, en el País de 24 de febrero de 2017

Debería haber un ministerio de la Realidad capaz de saber lo que se cuece en las trastiendas de las ferreterías tras sentencias judiciales como la de la semana pasada. Quien dice en las trastiendas de las ferreterías dice en el cuarto de atrás de la vida social. En el cuarto de atrás, o en el sótano, lo mismo da, aunque también en las periferias de las grandes ciudades y en los casinos de las capitales de provincias. Hubo una época en la que estábamos muy atentos a lo que se hablaba en los cuarteles, al ruido de sables, así lo llamábamos, porque ese ruido solía preceder a los veintitresefes. El ministerio de la Realidad debería, en fin, disponer de sensores cuyas agujas se agitaran cuando en las profundidades abisales del cuerpo social se produjeran movimientos sísmicos.

Que el ministerio de la Realidad no exista no significa que no sucedan cosas. Por ejemplo, un hombre fue condenado en Palma a un año por robar dos botes de leche infantil. A otro hombre, también en Palma, le pidieron cinco años por robar cuatro paquetes de pañales (los pañales vienen dando mucho juego judicialmente hablando). Son aspectos de la realidad que carecen de contadores inteligentes. No hay una sola subsecretaría de ministerio alguno que recoja el daño que la reforma laboral ha producido en los trabajadores. He ahí una fisura con peligro de convertirse en brecha, por no hablar de la queja agónica del dependiente que fallece esperando la ayuda a la que por ley tiene derecho.
La suma de lo que ocurre en las trastiendas, en los sótanos, en los cuartos de atrás y en las periferias arroja una contabilidad apocalíptica. ¡Cuidado!, la Historia pocas veces entra por la puerta principal, pero arrasa con todo lo que hay en los salones.