viernes, 24 de noviembre de 2017

SEMBLANZAS DE CHINCHÓN- LXXV ERMITA DE SAN ANTÓN.

75.- Ermita de San Antón. (Historia)

A pocos metros de la torre, por la calle de San Esteban Baja -hay también otra calle dedicada al santo, llamada Alta- llegamos a la plazuela de San Antón. El día 17 de enero, en los siglos pasados, era una de las fiestas más importantes del pueblo. Durante todo el día, los agricultores llevaban sus caballerías a "dar vueltas" a la ermita del santo patrón de los animales. Y es que, en aquellos tiempos, los animales formaban parte activa e importante en la economía de las familias, aportando su trabajo en tareas de carga, de tracción y de custodia y siendo una fuente de subsistencia imprescindible para su economía.

Esta zona fue la más antigua del pueblo y en ella se debió construir una pequeña ermita. Siempre se había creído que fue edificada allá por el siglo XI ó XII por algunas detalles de estilo románico, de los que sólo queda el testimonio del ábside redondeado, sin embargo es posible que no fuese construida hasta primeros del siglo XIV, cuando se produjo la repoblación del territorio de Chinchón por la Municipalidad de Segovia.

Por tanto, la fecha de construcción de esta ermita ha sido motivo de controversia. Si tenemos en cuenta que este territorio estuvo dominado por los árabes hasta mediados del siglo XII y aún durante un largo periodo estuvieron prácticamente deshabitados hasta que se inició la repoblación por parte de la Ciudad de Segovia a principios del siglo XIV, no es lógico que se construyese la ermita antes de esta fecha. El hecho de que existan detalles románicos no significa más que los constructores se inspiraron en templos ya existentes, aunque en esas fechas ya estaban vigentes otros órdenes arquitectónicos. En la prestigiosa Enciclopedia del Arte Románico, que recoge todas las obras tanto religiosas como civiles del estilo románico en España, no tiene catalogada esta ermita de San Antón, por lo que se podrían deducir que los detalles, como el ábside redondeado o los canecillos del mismo, no han sido considerados suficientes para la calificación de la ermita como  perteneciente a este estilo. Es pues muy probable que la iglesia se construyese en la época que estamos estudiando de principios del siglo XIV y no sea una restauración de otra ermita construida en los siglos anteriores, como se había pensado.

En una investigación arqueológica realizada recientemente en la Ermita de San Antón, se han descubierto varios dibujos en la parte interior del ábside, pero que corresponden a tiempos muy posteriores y de eso hablaremos después.

Hay una placa en la puerta, de azulejos policromados, realizada por Ángel L. Simón, que dice así:
ERMITA DE SAN ANTON. / ESTA ERMITA ANTIGUAMENTE DEDICADA A SAN ESTEBAN/ DATA DEL SIGLO XVIII, /REFORMADA EN LOS SIGLOS XIX Y XX, / ESTA CONSTRUIDA SOBRE OTRA ANTERIOR/ROMÁNICA DEL SIGLO XI. / 1997
Aunque posiblemente pudiera ser la parroquia del pueblo antes de serlo la Iglesia de Santa María de Gracia, sólo queda constancia documental de que en el año 1808, después de ser incendiadas las otras iglesias por lo franceses, el párroco don José Robles designó la ermita de San Antonio Abad para parroquia provisional, compartiendo el culto con la de los padres agustinos.

También sufrió desperfectos en esas fechas siendo reparada seis años después y consolidada en el año 1914 por cuestación popular y por la cofradía de San Antonio Abad y de Nuestra Señora de los Remedios. Esta misma cofradía realizó una nueva reforma en el año 1997, con cuyo motivo se colocó la placa mencionada.
Aún se sigue celebrando la fiesta y en la almoneda se siguen subastando los regalos que se hacen al santo. Antaño, la mayoría eran productos de las matanzas del cerdo que se hacían en casi todas las casas. Los dulces tradicionales de ese día eran los "tostones", golosinas caseras hechas de cañamones y miel.
Aprovechando la campaña de “Puertas abiertas” he vuelto a visitar la Ermita de San Antón, de Chinchón, y mostraros algunas imágenes que se pueden ver allí.


Estos son algunos detalles del exterior de la ermita, en los que se pueden apreciar los distintos órdenes arquitectónicos que se encuentran en el edificio.
En el interior, podemos ver los retablos en los que están  los titulares del templo, La Virgen, San Antón, San Esteban y otras imágenes de Santos que se veneran en la ermita.
Y Algunos cuadros de escaso valor artístico, pero que son muy apreciados desde la antigüedad por los vecinos de la ermita, que es la primera que se construyó en el pueblo.

 LAS PINTURAS DEL ÁBSIDE EN LA ERMITA DE SAN ANTÓN.

En el año 2012 se efectuó una Prospección arquitectónica realizada por el Centro de Estudios de la Arquitectura y el Patrimonio del Sur de Madrid, para descubrir unas pinturas que han aparecido en la parte interior del ábside de la ermita y  mostrar los trabajos que se han realizado para descubrir esas  pinturas.


He tenido que utilizar los carteles que hay expuestos en la ermita, con lo que la calidad de las mismas son bastantes deficientes.


El Ayuntamiento de Chinchón, la Comunidad de Madrid y el Centro de Estudios de la Arquitectura y el Patrimonio del Sur de Madrid, encargaron una prospección arquitectónica en busca  de pinturas subyacentes en el interior del ábside románico de la ermita.

Aunque los primeros trabajos no dieron resultados positivos, se seguía sospechando de la existencia de estas pinturas y se hacen nuevas prospecciones, apareciendo lienzos con las pinturas de lo que podría ser una Anunciación y una clara figura de San Roque.

La aparición de estas pinturas despierta el interés en la Consejería de Cultura de la Dirección General de Patrimonio, dotando un nuevo presupuesto de 30.000 euros para continuar los trabajos.


Se inicia un minucioso trabajo de picado y desescamado de las capas de yeso que cubrían numerosas pinturas que iban apareciendo según se iba ascendiendo en el decapado hacia las partes superiores.

Aparece debajo de la imagen de San Roque, la figura de San Juan Bautista y el principio de otras figuras que pueden ser ángeles y apóstoles en posición de rodillas.
Con el descubrimiento completo de los grupos laterales y los ángeles inferiores, podía apuntarse ya la aparición de algún tipo de motivo en torno a Asunción de la Virgen. 
Simultáneamente aparecen grietas profundas tanto interiores como exteriores que hacen temer por la seguridad la obra y la peligrosidad de pérdida de algunos restos.
En la parte superior del ábside aparecen figuras en las que el trazo sobresale sobre los pigmentos que apenas permanecen.

El dibujo de la composición de las partes laterales hacen referencia a los patronos de Chinchón y a la imaginería tradicional de San Roque con su torta y su perro, con las imágenes del Bautista, la Anunciación, San Antonio y posiblemente, también San Esteban, que como se sabe fue también titular de este templo.

La llegada a la parte superior del ábside nos muestra la Virgen de la Asunción en todo su esplendor, en el momento de la Coronación, elevada por los ángeles desde el mundo terrenal y flanqueada por la Santísima Trinidad, el Padre a la derecha, Jesucristo a la izquierda y una paloma representando al Espíritu Santo en el centro, encima de la corona.

Estos son los trabajos preliminares de una actuación que habrá que continuar a partir de ahora, para rescatar estos viejos vestigios que han aparecido en la ermita que fue la primera que se construyó en Chinchón, en los primeros años del siglo XIV cuando el pueblo empezó a crecer en torno a esta edificación que fue el germen de este nuevo asentamiento humano que estaba naciendo entonces. 


Sin embargo no hay ninguna información de la fecha en que podrían haber sido realizadas estas pinturas, que desde luego son bastantes posteriores a la construcción de la ermita. Posiblemente se pudieran situar entre finales del siglo XV y principios del XVI por algunos detalles que aparecen en los mismos, como puede ser la imagen de una torre, que bien pudiera ser la de la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia.  

Estos son datos que pueden ayudar a conocer mejor los orígenes y la evolución urbanística de nuestro pueblo.



El Eremita.
Relator independiente.