martes, 4 de abril de 2017

EL CASTILLO DE LORCA.

En el cerro sobre el que se asienta el Castillo de Lorca se advierte la existencia de un gran poblado argárico (Edad del Bronce) que se extendía bajo el castillo y la actual ciudad de Lorca. De dicho poblado argárico se documentaron enterramientos, viviendas e incluso la cimentación de la muralla que lo protegía bajo el casco urbano de la ciudad actual.


Una vez documentada la muralla de la Edad del Bronce, resulta muy difícil aventurar cuándo existió por primera vez un bastión defensivo en el cerro del Castillo. Las primeras noticias escritas de un castillo en el cerro de Lorca proceden de fuentes musulmanas que, ya en el siglo IX de nuestra era, citan a la ciudad de Lurqa como una de las más importantes de la Cora de Tudmir.


Bajo dominio islámico, el castillo de Lorca se convierte en una fortaleza inexpugnable por lo escarpado del cerro sobre el que se asienta. Su interior quedará compartimentado en dos mitades por el muro del Espaldón. En la parte occidental quedará un gran albacar para proteger víveres y ganado en momentos de peligro. En el sector oriental quedará el barrio de Alcalá de la medina musulmana. De sus muros partían por las laderas del cerro las murallas que abrazaban el resto de barrios, zocos y arrabales situados en la parte baja de la ciudad.


Con la conquista de Lorca por el infante Don Alfonso (futuro Alfonso X) en 1244 para la Corona de Castilla, la fortaleza se convertirá en un enclave estratégico de primera magnitud al constituir la avanzadilla de la Corona de Castilla frente a Granada. Durante más de 250 años, el Castillo de Lorca vigilará la frontera entre el reino cristiano de Murcia y el musulmán de Granada.
Esta situación tan privilegiada fue el motivo que obligó a los monarcas castellanos a esforzarse para repoblar la zona y construir y mantener las defensas más adecuadas para el Castillo.
El barrio judío de la Lorca medieval se encontraba dentro de la alcazaba, separado del resto de la ciudad por sus muros. La separación física de los barrios tenía como objetivo la protección de los judíos, pero al mismo tiempo significaba una clara división étnica de la comunidad de Lorca, dejando a los cristianos en la parte baja de la ciudad y, a los judíos en la más peligrosa.

El castillo de Lorca resultó seriamente dañado en su muralla y la Torre del Espolón. A pesar de los daños se mantuvo abierto con su programación estival y visitas nocturnas.


Dentro del recinto del castillo se encuentra situado el Parador de Turismo de Lorca.
Con motivo de su construcción se han realizado excavaciones arqueológicas a lo largo de tres años, donde se halló una sinagoga y una judería.  A pesar de los hallazgos, las obras prosiguieron adaptando el proyecto del Parador donde se integrarían los restos encontrados. Parte de la comunidad científica se mostró en contra de las obras dentro del recinto amurallado.


Pero las obras se vieron afectadas por el terremoto de Lorca, provocando el último retraso en un parador que tenía como fecha de apertura, al inicio de sus obras, finales del año 2007 y que no fue hasta el 12 de julio de 2012 cuando fue inaugurado por la Reina Sofía.


Fotos: m.carrasco.m.