sábado, 30 de julio de 2016

EL ARTE DE NEGOCIAR.



Negociar (no confundir con el chalaneo) es el arte de llegar a un acuerdo. Cuando se busca un acuerdo es necesario decidir por una opción entre varias, y lógicamente rechazar las no elegidas. En toda negociación es mucho más fácil poner de acuerdo a dos personas que tengan los mismos objetivos o similares formas de pensar. Es impensable lograr acuerdos entre opciones divergentes, pero debería ser fácil poner de acuerdo a los que dicen buscar los mismos objetivos, y en toda negociación siempre será necesario ceder en algunas de las pretensiones de cada uno para acercarse a lo que el otro propone.
En estos últimos meses, antes y después de las ultimas elecciones generales, estamos asistiendo al espectáculo esperpentico de unos sesudos varones, al menos eso se les supone, que además tienen el mandato de sus electores de buscar la formación de un Gobierno.
Dejando aparte el que todos los negociantes buscan sus propios intereses, aunque lo nieguen sistemáticamente, en el estado que nos encontramos además deberían buscar el bien común, estando dispuestos, todos,  a ceder un poco en sus pretensiones para poder llegar a alcanzar el deseado acuerdo.
Parece mucho más lógico que se deberían poner de acuerdo los bloques formados por las "derechas" o por las "izquierdas". Por lo tanto, parecería lógico que, para empezar, se sumasen los escaños del PP y Ciudadanos, que tiene una ideología parecida. Con eso, este bloque obtendría un total de 169 escaños. Por otra parte, el otro bloque estaría formado por PSOE y Podemos que en total tienen 156 escaños.
El resto no tienen más remedio que optar por uno de los dos grupos. En ese momento serían los partidos mayoritarios de cada bloque los que tendrían la responsabilidad de conseguir las adhesiones que necesitan para llegar a la mayoría. Y el que no lo consiga, aceptar su fracaso y dejar gobernar a los otros.
Y llegados a esta situación, las disquisiciones entre la abstención y el voto en contra se me antoja más como una vulgar excusa que solo pretende salvar la imagen, pero que ya no engaña a nadie.
Si Ciudadanos, como dice, quiere una solución, que se deje de tonterías y vote a favor del PP. Si en el PP llegan a la conclusión de que el problema para conseguir las adhesiones necesarias es el Sr. Rajoy, que cambie de aspirante a Presidente de Gobierno, como parece que ya lo hizo con el presidente de la Cámara.
Si el PSOE, no quiere unirse a Podemos y a los "independentistas" (a los que el PP no parece hace muchos ascos), pues que asuma su fracaso y deje gobernar al PP y deje de hacer pantomimas que a nadie engañan ya.
Y sobre todo, que se dejen todos de hacer declaraciones grandilocuentes que ya no engañan a nadie y solo benefician a los que quieren que no cambie nada y que todo, como la vida, siga igual.

jueves, 28 de julio de 2016

HOY, MI PADRE HUBIERA CUMPLIDO 100 AÑOS


Su historia no la contarán las crónicas ni sociales, ni económicas ni políticas. Su nombre, aunque coincide con el del primer marqués de la Corona, lo que en alguna ocasión ha sido motivo de error en algunos historiadores, tampoco aparecerá en Wikipedia, ni siquiera en el buscador de Google. 
Fue un hombre honrado y trabajador que sacó adelante con Lucia, su mujer y mi madre, a seis hijos en los difíciles años de la posguerra en Chinchón, después de vivir tres años como soldado en Teruel durante la guerra civil, y otros tres años en Marruecos donde tuvo que hacer aquella mili tan ilógica como innecesaria.
Hoy, aquí, he querido hacerle este pequeño homenaje, en forma de recuerdo.
FRANCISCO CARRASCO NIETO
CHINCHÓN: 28-07-1916 +24-12-2001

lunes, 25 de julio de 2016

DE TOROS Y TOREROS.


     "Toros, sombra, sangre y sol". m.carrasco.m

En estos días veraniegos cuando en muchos pueblos y ciudades se celebran las fiestas patronales cuyo centro lo ocupan los festejos taurinos, la polémica se ha avivado con motivo de la muerte de Víctor Barrio, corneado por un toro en la plaza de Teruel.
Lo primero que hay que decir es que esta muerte es una desgracia, como todas las muertes, por lo,que hay que lamentar el fallecimiento de un ser humano y ofrecer las condolencias a los familiares y amigos del finado.
Pero a continuación habría que convenir que ha sido una muerte gratuita y accidental, como lo fue la de Luis Salom, el piloto español de 24 años que perdió la vida en Montmelo, en el Gran Premio de Moto GP.
En ambos casos dos jóvenes se expusieron voluntariamente a una muerte probable asumiendo unos riesgos, en aras de practicar una profesión vocacional, en la que el dinero forma parte de su motivación.
Claro que en ambas actividades hay algunas diferencias, puesto que la primera se maltrata un animal como base de la actividad y en la segunda, además de la vida propia se pone en riesgo la vida de otra personas.
Luego, las reacciones han sido, en muchos casos desproporcionadas, y bastante diferentes en ambos casos. Cuando muere Luis Salom, nadie que yo haya escuchado, le acusa de temerario ni de irresponsable y sus familiares, amigos y compañeros de profesión hacen hincapié en que había muerto practicando su afición favorita.
Cuando muerte Víctor Barrio, se escuchan opiniones absolutamente demenciales, en las que algunos se llegan a alegrar de su muerte por la aversión que sienten hacia la tauromaquia, por considerarla una auténtica aberración.
Pero ante estas manifestaciones, los familiares, amigos y, sobre todo, los profesionales del toreo, se han lanzado a una cruzada de exaltación de la tauromaquia, utilizando como argumento la desproporción de las opiniones de los exaltados anti taurinos que se han alegrado por la muerte del torero.
Y es que en estos días nos estamos encontrando con auténticos despropósitos. Si es una barbaridad lo de alegrarse por la muerte de un ser humano, lo de asegurar que los únicos héroes son los que han muerto en la plaza por su demostrado valor, solo es comprensible si el autor de la "boutade" es un anciano decrépito que ya solo vive de dar la nota porque no se resiste a pasar desapercibido recordando aquellos tiempos en que presumía de progresista escandalizando a mentes bien pensantes y damiselas pudorosas.
Yo, personalmente, no veo la heroicidad en hacer sufrir a un noble animal y me parecen mucho más dignos de elogio esos otros héroes, muchas veces anónimos, que se esfuerzan en hacer el bien a sus semejantes, sin merecer ni un mal titular en la prensa, aunque hayan perdido la vida en el empeño.
Pero ¿qué le vamos a hacer? Como dijo aquel célebre torero ¡Hay gente pa "to"!