miércoles, 23 de marzo de 2016

EL DIBUJO.

Los que me siguen habitualmente en el blog saben mi admiración por Juan José Millas. Hacia mucho tiempo que no publicaba uno de sus artículos que escribe todos los viernes en El País. Hoy os dejo este, del viernes pasado, que titulaba "El dibujo"




Lo que percibimos como normal es con frecuencia un delirio y viceversa.



En ocasiones se pasa de una situación normal a una delirante sin notar el cambio. También es cierto que lo que percibimos como normal es con frecuencia un delirio y viceversa. Había un cuento, una película, quizá una novela, ahora no caigo, en la que el personal y los internos de un frenopático cambiaban sus lugares y todo seguía funcionando con la rutina de siempre. Cuando se presentaba el inspector de Sanidad, lo atendía el director, que hasta ayer mismo era oficialmente un loco, y le mostraba las instalaciones, entre las que deambulaba, con la mirada perdida, el personal administrativo y sanitario de la etapa anterior. A veces ni siquiera es preciso realizar tal cambio, basta con darle la vuelta al dibujo, como ocurre en esa ilustración en la que, según se mire, aparece una bruja o un hada.
España, según se mire, es una cosa u otra. Significa que si nos visitara un inspector de Sanidad interplanetario y le recibiera Mariano Rajoy con su traje azul y su camisa blanca y su corbata de la suerte, no notaría nada a primera vista. Tampoco cuando le mostrara las instalaciones. Aquí, el Parlamento. Aquí, Celia Villalobos. Aquí, los siameses Sánchez y Rivera. Aquí, el Senado. Aquí, Rita Barberá. Aquí, un grupo de senadores dormitando a la espera de la jubilación. Aquí, la familia real. Aquí, la sede del PP, recién reformada. Aquí el aeropuerto de Castellón, para las personas. Aquí, el Poder Judicial. Tenemos Poder Judicial y Ejecutivo, sí, y el Cuarto Poder, ya sabe, el de la prensa. Aquí, el Palacio Episcopal. Aquí, un pederasta. Aquí, la ley mordaza. Aquí, el señor Aznar. Aquí, su hija y El Bigotes. Aquí, el Escorial. Aquí, las fotografías de la boda.
Todo normal, en fin. Pero dele usted la vuelta al dibujo.