Y aquel día, después de todo, después de mi nostalgia, después del dolor del mundo, después de la desesperación, después de todas los llantos, después de la desesperanza... Aquel día, también, como todos los días, se empezó a vislumbrar la luz detrás de las montañas, las nubes dejaron pasar los primeros rayos del sol y, aunque pudiera parecer increíble, amaneció... Que no es poco.