sábado, 3 de octubre de 2015

CARLOS, EL REY EMPERADOR Y CHINCHÓN.



En esta nueva temporada televisiva se ha iniciado la emisión de una nueva serie dramática, que después del gran éxito conseguido por "Isabel", ha levantado mucha expectación entre los amantes de la historia.
Habla de una época en la que los Condes de Chinchón eran personajes influyentes en la Corte y tuvieron protagonismo en varios episodios importantes de la historia de España.
Concretamente hay tres hitos históricos en los que se entrecruzan los destinos de nuestro pueblo con la vida de Carlos I de España y V de Alemania, como todos hemos conocido a este rey, antes de que la televisión lo titulase "Carlos, Rey Emperador".
En el primero de ellos nos encontramos en La Coruña, a primeros de mayo del año 1520. Allí se reúnen las Cortes de los distintos reinos de España para votar la solicitud del nuevo monarca de que le sean entregados los caudales necesarios para conseguir su nombramiento como sucesor del Emperador Maximiliano, su abuelo paterno; antes de partir hacia Alemania para hace valer sus derechos.
Entre los representantes de las Cortes de Castilla se encontraba don Fernando de Cabrera y Bobadilla, hijo de los marqueses de Moya y heredero del Señorío de Chinchon. Don Fernando vota a favor de la demanda del Rey, y este, en compensación, le concede el título de Conde de Chinchon, el día 5 de mayo de 1520.
Pocos días después, estando el monarca en Alemania, se inicia la guerra de los Comuneros, y el flamante conde de Chinchon, lucha junto a su hermano el Alcaide del Alcázar de Segovia, para defender los intereses del Rey. 
Mientras Chinchón queda desguarnecido y las tropas de los comuneros destruyen el castillo de los Condes, lo que, como veremos después, ocasionará varias demandas contra los habitantes de Chinchon.
La tercera ocasión será el 3 de agosto de 1531. Ese día firma en Ávila una carta-seguro dirigida a doña Teresa de la Cueva, viuda del primer conde de Chinchón, y a su hijo don Pedro, en la que da ordenes tajantes, según las cuales deben ambos y sus descendientes abstenerse de tomar represalias contra los habitantes del Concejo de Chinchón y en caso contrario serían reos de graves penas y sanciones.
Y es que la viuda del primer Conde, doña Teresa de la Cueva y de Toledo, como tutora y administradora de su hijo don Pedro, había demandado a la ciudad de Segovia y a otras poblaciones, reclamando los daños ocasionados en el castillo de Chinchón y de Odón, y en otras de sus propiedades, durante la guerra de las Comunidades. 
Al Concejo de Chinchón se le reclamaban quinientos mil maravedíes y les exigen que además contribuyan al mantenimiento del Condado. Las autoridades del Concejo, no dudan en dirigirse al mismísimo Emperador para rogar su intercesión, por el miedo a las represalias de los condes. Éste, como hemos visto, toma posición a favor de los más débiles y no duda en amenazar, incluso, a los condes en el caso de que no se cumpla su voluntad.

Todos estos datos y otros más sobre esta época, los podéis encontrar en el libro "Crónicas de Chinchon" de Manuel Carrasco Moreno, al que podéis acceder desde este mismo blog.