lunes, 20 de julio de 2015

IMPUESTOS: SOLIDARIDAD.



He oído mas de una vez que en tiempos de Franco nadie pagaba impuestos y que ya entonces se inició el estado del bienestar. Hay quienes dicen que hay que bajar los impuestos. En ambos casos se refieren al IRPF. 
Lo del IVA es otra cosa. Ya se nos dice en el anuncio de la tele que "Sin IVA = Sin carreteras, sin hospitales.. Etc. Etc."
Y vamos a terminar creyéndonoslo. El Iva es el menos democrático de todos los impuestos; en contraposición al de la renta que es el más democrático.
Cuando Franco se cobraba el ITE (Impuesto del Tráfico de la Empresas y predecesor del IVA actual) y todos tan contentos porque casi nadie sabia lo,que era eso, y sobre todo los más ricos, porque ellos si sabían que estaban  pagando prácticamente lo mismo que los que menos tenían; y ellos si que estaban contentos.
Pero llego la democracia y se armo este gran lío de los impuestos directos e indirectos. A los que más tienen les interesan los indirectos, y a los que menos, los directos. Y como los que mandan son los que mas tienen, pues ¡hala! A subir el IVA y bajar la renta. Pero claro, como se baja porcentualmente, a los que menos ganan les bajan una miseria y a los que mas, unas cantidades ya más significativas.
El otro día salía el señor Hernando, el del PP, presumiendo de la bajada de la renta anunciada por el Sr. Rajoy a bombo y platillo, y resulta que según algunas informaciones que he leído en el periódico, la bajada va a suponer para las rentas medias un promedio de 18 Euros anuales. 
Y claro, la contrapartida es que seguirán habiendo recortes en la educación, en la sanidad, en la cultura y en la inversión; pero es que las próximas elecciones están a la vuelta de la esquina.
Aunque nos pueda fastidiar en nuestros bolsillos, los impuestos son imprescindibles para el funcionamiento de un país. Y ya se sabe, los que propugnan la bajada de los impuestos son los que luchan porque los estados sean cada vez más débiles, que sean los mercados los que impongan sus leyes, y los que así no puedan vivir, como ya dijo la señora Fabra, ¡Que se jodan!