sábado, 9 de agosto de 2014

REINA Y DAMAS DE HONOR DE LAS FIESTAS DE CHINCHÓN 2014


El Lunes, día 11 de Agosto, a las 23.30 h. Se celebrará en la Plaza Mayor de Chinchón la Gala de coronación. A lo largo del descanso de la actuación, serán nombradas Reina y Damas de Honor de la Fiestas respectivamente las siguientes señoritas:

 Dª Ana Belén Isidro Belmonte
(Nota: en el año 1993, hace 21 años, fue Reina de las Fiestas su madre Sagrario Belmonte López.)


Dª Eva García Meneses  y  Dª Elena García Campillo

Desde el blog del Eremita queremos felicitarlas por su nombramiento y las incorporamos a la galería de Reinas y Damas de Honor que han pasado por estas páginas.

viernes, 8 de agosto de 2014

CARRETERO: CAPITULO 3. LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA.

Monumento a las Brigadas internacionales en la carretera de Morata de Tajuña, en el que colaboró Eduardo Carretero. (Fue destruido después de terminar la guerra civil)

Cuando estalla la guerra civil, Eduardo y su amigo Rodríguez Valdivielso abandonan la escuela de Artes y Oficios y se marchan de Granada, cruzando la línea del frente hasta llegar a Guadix.
Era el año 1937 y formando parte de la 18º Brigada Mixta del Ejército Republicano, toma parte de la Batalla del Jarama. Allí colabora en la realización de un monumento a los caídos de las Brigadas Internacionales en la carretera de Morata de Tajuña, donde habían sido enterrados parte de los muertos en aquella batalla. Este monumento fue derruido por la autoridades nacionales cuando termino la guerra y el general, promotor de la idea, fusilado. Después es herido de gravedad en las piernas, pasando un largo periodo en el hospital.

Uno de los bocetos que realizó Eduardo Carretero, dedicado a la Guerra Civil.

Terminada la Guerra Civil, logra escapar de Madrid y se refugia en la casa de su abuela en Granada, donde pasa desapercibido hasta que le llaman a filas, y como no puede aportar ningún documento de adhesión al Régimen, es enviado a un campo de concentración y después, durante  tres largos años, a un batallón de trabajos donde sigue manifestando sus cualidades artísticas realizando numerosas estatuillas, que regala a sus compañeros, y retratos de los mandos militares y sus familias, gracias a lo cual le permitía tener algunas prebendas y no pasar demasiado hambre. De estas obras sólo conserva una pequeña cara de niña, realizada en greda, que está fechada en el año 1942.

Cabeza de niña, realizada en greda durante su permanencia en el campo de trabajos de Madrid.

Regresa después a Granada donde realiza gran cantidad de retratos en la clase de modelado del profesor Martínez Puertas, de los que, por desgracia, no ha quedado ninguno, porque desaparecieron de la clase.

Retrato en piedra de Isabel Roldan.

En esta época retoma la relación con Isabel Roldán García, con la que se casaría convirtiéndose en su musa y en el apoyo que todo artista necesita para convertirse en el gran creador que ha llegado a ser Eduardo Carretero.

jueves, 7 de agosto de 2014

RECUERDOS EN EL PROGRAMA DE FIESTAS 2014.

Este año, el Ayuntamiento me solicitó colaboración para hacer un artículo histórico para el programa de festejos, este es su contenido, que aparece en las páginas del programa y que titulé:


ESTE AÑO QUEREMOS RECORDAR:

En este año 2014 vamos a recordar que hace 200 años, el 21 de mayo de 1814, Fernando VII derogó la ley de José I y ordenó la devolución de los conventos a sus antiguos propietarios, por lo que  llegan de nuevo a Chinchón los frailes agustinos que en su convento tuvieron varias cátedras, y en especial una de latinidad en la que se podían formar los jóvenes que querían cursar estudios de letras. A esta cátedra hace mención Benito Hortelano en sus memorias, escritas en 1860.



Un poco después, hace 180 años, el 21 de abril de 1834 se creó la nueva ordenación administrativa de España por demarcaciones provinciales. Reuniendo 17 pueblos de las provincias de Segovia, Toledo y Madrid, se conforma el nuevo partido judicial de Chinchón. Son: Chinchón, Villaconejos, Aranjuez, Colmenar de Oreja, Villamanrique de Tajo, Fuentidueña de Tajo, Extremera, Brea de Tajo, Valdaracete, Villarejo de Salvanés, Carabaña, Tielmes, Perales de Tajuña, Arganda del Rey, Morata de Tajuña, Valdelaguna y Belmonte de Tajo.
Hace sólo 100 años, en el año 1914, hereda el título de Conde de Chinchón, don Carlos Luis Rúspoli y Álvarez de Toledo, que había nacido en Madrid el día 1 de mayo de 1855 y que se casó en primeras nupcias con doña María del Carmen Caro y Caro.
En el año 1964, hace ahora 50 años y después de 130 años, Chinchón deja de ser cabeza del Partido Judicial, y el Juzgado de Instrucción y la cárcel se trasladan a Aranjuez y diez años después, en el mes de julio del año 1974, se suprime también el juzgado comarcal de Chinchón.



Precisamente, en ese año de 1974,  hace 40 años, la Ciudad de Chinchón fue declarada "Conjunto histórico-artístico", y en la memoria justificativa se destacaba, entre otros valores, la famosa plaza, que se define como "uno de los más valiosos ejemplos de plazas españolas, genuina representación de arquitectura popular".



Y a finales de ese mismo año de 1974, un grupo de padres, encabezados por José Luis Magallares, Antonio Macias y Manuel Carrasco, crean la Asociación de Padres de Alumnos (APA) del Colegio Público "Rafael y Joaquín Ortiz de Zárate" y consiguen de las autoridades civiles y religiosas, que eran los gestores de la Fundación Aparicio de la Peña, que en el curso siguiente, las clases para los niños de preescolar que se impartían en unos locales del Barrio del Pilar, fuesen trasladadas a lo que antes fue el Colegio de Cristo Rey.



Y por último, en ese mismo año de 1974, La Asociación de Amigos de Chinchón, concede al sacerdote nacido en Chinchón, D. Emiliano Montero Ruiz, su distinción del “Ajo de Oro”, por su aportación económica para la restauración de la Iglesia de Chinchón.



Manuel Carrasco
A quien el Ayto. de Chinchón agradece su
disposición a colaborar en cualquier actividad
cultural desarrollada por el consistorio.

miércoles, 6 de agosto de 2014

CARRETERO: CAPÍTULO 2. SUS PRIMEROS AÑOS EN GRANADA.

Vista de la Alhambra desde el Albaicín. (Foto m.carrasco.)

Eduardo Carretero Martín, nació en Granada  el día 13 de enero de 1920.
Su madre, Ángela Martín Quero, era maestra y de familia granadina.  Su padre, Isidoro Carretero Ferre, provenía de Ohanes (Almería) al igual que su primo el gran escultor Cristóbal González Quesada, y era dueño de una tienda de telas en la calle Zacatín, lo que les proporcionaba una economía saneada, y eran una de las pocas familias que tenía automóvil en aquella época. La tienda se encontraba muy cerca de su casa, en el número 31 de la misma calle.
En aquellas calles, compartió los primeros juegos con los amigos del barrio, bajo el emparrado de la “placita de las uvas” como ellos llamaban a la pequeña plaza entre la Alcaicería y la calle de Oficios, muy cerca de la Capilla Real de la Catedral de Granada.

Plaza de Big-Rambla en Granada. (Foto m.carrasco.)

Su primer colegio fue el Calderón; después cursó estudios en el colegio de los Padres Escolapios hasta que hizo la primera comunión y más tarde ingresaría en la Abadía del Sacro Monte como alumno interno.
Su abuelo paterno le inició en el  dibujo. En las horas que Eduardo pasaba en la tienda, iba copiando los dibujos que su abuelo le hacía en el papel de envolver.
A los catorce años marcha con su tía a los Olmos, una cortijada entre Caniles y Almería, donde ella desempeñaba labores como maestra y allí comienza a realizar sus primeras figuras de barro y descubrió la sencilla vida del campo.
De vuelta a Granada, viviendo ya en la calle San Isidro, conoce a Rodríguez Valdivielso, los hermanos Angel y Paco Carretero y Antonio Navarro, con los que montan un pequeño estudio donde comienzan sus actividades artísticas. 
Con Valdivielso empieza a asistir a las clases de la escuela de Artes y Oficios y, años después,  con él marcharía a Madrid en busca de una salida profesional después de la Guerra Civil.
Las primeras clases de modelado las recibió del escultor Molina de Haro y a esta época (1935) pertenece su primer retrato por el que cobró cinco duros y del que guarda un documento gráfico ya que el retratado insistió en que antes de pagarle tendría que posar con él y su busto. Hay que reseñar que esta cantidad era de cierta importancia, ya que el sueldo diario de un trabajador adulto estaba fijado en cinco pesetas.

Primer retrato efectuado por Eduardo Carretero cuando tenía 15 años.  1935.

Colaboró con el escultor Pablo Loyzaga, un magnífico escultor granadino, injustamente olvidado,  del que guarda un gran recuerdo y admiración por su trabajo.
En la Escuela de Artes y Oficios de Granada tuvo como maestro de talla en madera al profesor Cuesta, que había trabajado en Cuba con los jesuitas,  y en escultura en piedra el profesor Navas Parejo, del que no guarda tan gratos recuerdos.


Calle de la Alcaicería, lugar de sus juegos infantiles. (FOTO M.CARRASCO)

Mucho antes, en casa de su abuela, había admirado los pequeños bustos que había realizado su tío Juan Cristóbal, que ella guardaba en un aparador y que fueron, sin duda, las primeras referencias escultóricas que pudieron ser el detonante de su futuro artístico. Estas pequeñas estatuillas le sirvieron de modelo para aprender el oficio.

lunes, 4 de agosto de 2014

CARRETERO: CAPITULO 1. EDUARDO CARRETERO: ¿Una vida de novela?

Retrato de Eduardo Carretero y de Isabel Roldán, pintado por su amigo Suarez.

La vida de Eduardo Carretero daría para escribir una novela.
Podría ser una novela de aventuras si nos centrásemos en su juventud, cuando huyó de su Granada natal, andando a través de la serranía y  cruzando las líneas de batalla, hasta llegar a Guadix donde se encontraba la comandancia militar, para alistarse en el ejército de la República. Después contaríamos su participación en la batalla del Jarama, cómo colaboró en la realización del monumento a las Brigadas Internacionales en la carretera de Morata de Tajuña y cómo fue herido por una granada de mano que le estalló en sus pies, salvándose de la amputación de sus piernas gracias a la intervención de una enfermera que le cuidó, y de la que nunca volvió a tener noticias.

Eduardo Carretero con Manuel Carrasco debajo del almendro del jardín de su casa.

Pero también podríamos hacer una novela de amor, contando cómo conoció a Isabel, una niña de tez morena y de largas trenzas que iba por las tardes a la pastelería “López Mezquita” de la calle Zacatín de Granada, que estaba junto a la tienda de telas de su padre, a la que había puesto el pomposo nombre de “Ciudad de Berlín”.  Contaríamos cómo a él le parecía un amor imposible, porque era consciente de las diferencias sociales y económicas de las dos familias. Seguiríamos contando cómo se la volvió a encontrar cuando volvió a Granada en el año 1942, después de pasar tres largos años en un campo de concentración, que entonces llamaban “de trabajo” y, al haber desaparecido aquellas diferencias familiares, pudo declararle su amor. Nos detendríamos en contar detalladamente que gracias a una beca del Ayuntamiento de Granada que le aseguraba unos ingresos de 3000 pesetas anuales, se pudo decidir a casarse y cómo años después se marchó sólo a Madrid, a buscar nuevos horizontes profesionales y sólo unos meses después pudo llamar a Isabel para que se viniese a vivir en un pequeñísimo piso en la capital. Y toda una larga historia de amor que siguió en Fuengirola junto al Mediterráneo, rodeados de amigos; y su llegada a Chinchón, y la construcción del que sería su hogar definitivo, donde Isabel se convertiría en artista mientras perdía, poco a poco, la salud.

"Almendro" un mosaico de Isabel Roldán.

También podría ser una novela escrita por Camilo José Cela, y nos contaría aquellos años de penurias en Madrid, asistiendo a las tertulias del Café Gijón, con sus amigos poetas,  pintores y artistas, teniendo que sobrevivir con los pocos trabajos que le iban ofreciendo y que apenas si cubrían sus más sencillas necesidades.
                                              Retrato de Antonio Espina                                                Retrato de Rafael de Leon.

Pero sobre todo, podría ser una novela de carácter. En la que su protagonista iba imponiéndose a todas las dificultades y haciendo gala de independencia, ingenio, trabajo y libertad lograba alcanzar las más altas metas en el arte de la escultura, y sin avenirse a modas ni doblegarse a imposiciones, llegar a convertirse en el gran artista que es Eduardo Carretero.

Autorretrato en hormigón.

Pero no, ahora no es el momento de hacer una novela, es la hora de contar su trayectoria profesional y cómo se fue forjando como escultor.