lunes, 9 de junio de 2014

LÓGICAMENTE, SOY REPUBLICANO; RAZONABLEMENTE, MONÁRQUICO; REALMENTE, ESCÉPTICO.




Si empleamos la lógica, sólo se puede ser partidario de la República. No es de recibo pensar que alguien puede ser rey por “la gracia de Dios”, ni que el ADN pueda “crear” una raza de dirigentes para toda la vida.

Si nos guiamos por la razón, posiblemente  podamos llegar a la conclusión que más vale lo malo conocido… y que sería un despilfarro dedicar esfuerzos a esta cuestión teniendo, como tenemos, otros asuntos mucho más importantes y urgentes para los ciudadanos.

Por eso, he llegado a la conclusión que realmente y por ahora soy escéptico en este dilema; aunque, como he dicho, lógicamente, soy republicano.