jueves, 27 de marzo de 2014

"LAS CONCORDIA FUE POSIBLE"


Pasados unos días de la sobrecarga que hemos padecido a manos de los medios de comunicación sobre la vida y milagros de Adolfo Suárez, que nos han mostrado cómo muchos se apuntaban a la corriente de la loa y la exaltación a pesar de su pasado que casi todos recordamos, creo que es bueno decir algunas cosas que nos han recordado la muerte del primer expresidente de la democracia en España.
Mi amigo Alfonso, fue un cercano colaborador de Adolfo Suárez durante su vida política, por eso, creo que tiene legitimidad para darnos su opinión sobre él.
Me ha mandado una reflexión que él define como "Una oración con agradecimiento, respeto y cariño" y que titula: "ADOLFO SUÁREZ DESCANSA EN PAZ"
Fechado el día 25 de marzo, dice así:

"La muerte de Adolfo Suárez ha evidenciado un drama actual: cada vez más asumimos la incapacidad del sistema político actual para resolver problemas esenciales que cargan como fardos inútiles nuestra existencia y nuestras posibilidades individuales y colectivas.
Su memoria ha evidenciado que muchos problemas solo pueden encontrar solución si son impulsados por el sistema político democrático. Ese es el drama de nuestro tiempo: ni contigo, ni sin ti.
Por ello me parece importante subrayar su voluntad política: querer ser libres; creer en la libertad de expresión aunque nos lleven la contraria; pensar en que es posible organizar las cosas de otra manera mejor; no resignarse; negarse a aceptar lo malo de no claudicar ante quienes intentan denigrar. Al hilo de su pérdida, recordamos la frase de Teilhard de Chardin, el futuro les pertenece a aquellas personas que dan a las futuras generaciones razones para la esperanza.

Por su memoria, debemos de mantener la esperanza. Estar convencidos de que la incomprensión, a veces, merece la pena y de que estamos ante una lucha por la razón, a muy largo plazo. No nos gusta la sociedad en la que vivimos porque algunos de sus fundamentos esenciales están provocando sufrimiento, injusticia, frustación y desigualdades.
Y creo que no es inevitable. Que podemos cambiarlo si no nos resignamos y si estamos dispuestos a aguantar insultos. Luchar por una sociedad más justa, a partir de la libertad, la igualdad y la solidaridad, eleva el tono moral de quien lo practica. Y reconforta el ejemplo de Adolfo Suárez.
Todos tenemos ganas de cambiar aquello que no nos gusta. Podremos equivocarnos y, por supuesto, no pretendemos tener razón, aunque expliquemos nuestras razones. Pero, después de pensarlo mucho, aquí sigue el ejemplo del Presidente. De pie. Rendimos homenaje a Adolfo Suárez hoy por defender aquello en lo que él creía: la libertad y el no sometimiento a la fuerza y a la sinrazón. Vengan de donde vengan.
Existe preocupación por la impotencia creciente que muestra la política a la hora de resolver los problemas de los ciudadanos. La propuesta de Pacto de Estado para salir de la mayor crisis económica y social de nuestra historia reciente, se pierde en los meandros de tantas mesas y reuniones dispersas que más parecen dirigidas a demorar, que a solucionar.
Mientras , muchos casos de presunta corrupción política corren el riesgo de acabar en un cajón gracias a argucias leguleyas y vendetas entre jueces, en medio de las sorpresas de nuevos casos de corrupción.
España necesita un potente movimiento regeneracionista de las costumbres políticas y reformista de las instituciones públicas y privadas. Éste parece ser el clamor de todos los que hemos agradecido al Presidente Suárez su voluntad, su valor y su generosidad. Su ejemplo de recuperar la ilusión colectiva y la confianza en que las instituciones políticas de la democracia sirven para resolver los problemas de la gente. Tengo la percepción de que estamos en un momento crítico de nuestra historia desde este punto de vista. Si no hacemos algo para recuperar la eficacia de la política democrática, corremos el riesgo de
vivir una involución.
Presidente, necesitamos que sigas luchando por España".
Atentamente vuestro,

Alfonso