sábado, 9 de febrero de 2013
viernes, 8 de febrero de 2013
EL GRITO.
Un artículo de MARUJA TORRES en el País del 7 FEB 2013
“En medio de esa tormenta perfecta de mentiras y sandeces que gira, un día tras otro, con la clara intención de engullirnos, dos voces de la verdad han resonado durante las últimas horas en sendos congresos.
Una, la de Ada Colau, representante de la Plataforma d’Afectats per la Hipoteca, que en el Parlamento central puso adjetivo exacto y sinceridad y honor —eso de lo que tanto se carece hoy día— ante la ensoberbecida defensa que de la legislación hipotecaria y de desahucios realizó uno de los iconos bancarios que barren para su casa. Lo llamó criminal. Y lo es, no en el sentido de asesino, sino de delincuente: es un delito —de momento, moral: habrá que mejorar las leyes— lucrarse con la desdicha ajena. Emocionante, brutal, hermosa voz de Ada Colau, en armonía con quienes sufren el salvaje expolio que perpetran los poderosos.
En otro congreso —no parlamentario: una reunión de las momias de la Internacional Socialista—, en Cascais (Portugal), otra mujer, Beatriz Talegón, secretaria general de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas, alzó su voz para encararse con la casta dirigente. Beatriz expuso, con firmeza, la opinión de su grupo. “Os exigimos, de una vez por todas, que la Internacional tenga sentido, no hagáis que los jóvenes nos avergoncemos”. Criticó la opacidad de las cuentas, el lujo de estas cumbres, y agregó: “Pero no nos queréis escuchar […], no os preocupamos en absoluto”, para concluir, amargamente: “Estamos pagando las consecuencias de vuestra falta de acción o de vuestra acción”.
Ahora que todo resulta tan repugnante, ahora que desde arriba no llueve más que fango, las voces que, a ras de suelo, proclaman lo que tantas veces habrá que repetir, esas voces, digo, me llenan de esperanza. Debemos gritar con ellas, hasta convertir nuestra rabia en un único clamor”.
Aprovecho también para trascribir un artículo de José Luis Alvite, que ha titulado:
“Hacía tiempo que no ocurría algo así en el foro parlamentario. En su comparecencia ante la Comisión de Economía, Ada Colau refrescó con su voz sincera y emocionada la atmósfera parlamentaria y ventiló por un momento el olor casi fénico de una institución de vago aliento funeral en la que cada vez ocurren menos cosas sensatas. Fue el suyo un derroche de sana y entusiasta autenticidad en defensa de las ideas desesperadas de quienes se integran con angustia al amparo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Algunos «expertos» corrieron a decir que la señora Colau ha puesto las emociones por delante de la razón, como si la sinceridad de un impulso pudiera desacreditar sistemáticamente a quien se deja llevar por él. Auguran los analistas el fracaso de la Iniciativa Legislativa Popular presentada por la señora Colau para que se paralice el desahucio de miles de ciudadanos acorralados por la miseria y le recriminan a la compareciente un cierto tono amenazador. ¿Qué esperaban los miembros de la Comisión y sus analistas de cabecera? ¿Una intervención complaciente y retórica destinada de inmediato al olvido? ¿Una confitura verbal destinada al anecdotario del Congreso? Olvidan acaso sus señorías que la de Ada Colau es la voz actualizada de la calle, la desesperación puntual de miles de familias, la referencia irritada, espontánea y sincera de una buena parte de la ciudadanía. ¿Que la señora Colau sostiene opiniones que transgreden las normas? Es posible. En ese caso, en nombre de la desesperación lo natural será que se cambien las normas. Ahora que todo se desmorona resulta un poco ridículo tanto derroche de pudor y tanto llamamiento a la sensatez. Ada Colau se ha erigido en la garganta sincera de quienes lo están pasando peor que mal y clama con la voz temblorosa y comprensible irritación. Su angustia la libera del peso rancio y nobiliario de la sensatez. Cuando el pueblo pasa hambre, ¿se le puede pedir que, además de paciencia, tenga también razón?”
Si quieres escuchar la intervención de Ada Colau en el Parlamento, lo puedes escontrar en:
Aprovecho también para trascribir un artículo de José Luis Alvite, que ha titulado:
ADA COLAU
“Hacía tiempo que no ocurría algo así en el foro parlamentario. En su comparecencia ante la Comisión de Economía, Ada Colau refrescó con su voz sincera y emocionada la atmósfera parlamentaria y ventiló por un momento el olor casi fénico de una institución de vago aliento funeral en la que cada vez ocurren menos cosas sensatas. Fue el suyo un derroche de sana y entusiasta autenticidad en defensa de las ideas desesperadas de quienes se integran con angustia al amparo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Algunos «expertos» corrieron a decir que la señora Colau ha puesto las emociones por delante de la razón, como si la sinceridad de un impulso pudiera desacreditar sistemáticamente a quien se deja llevar por él. Auguran los analistas el fracaso de la Iniciativa Legislativa Popular presentada por la señora Colau para que se paralice el desahucio de miles de ciudadanos acorralados por la miseria y le recriminan a la compareciente un cierto tono amenazador. ¿Qué esperaban los miembros de la Comisión y sus analistas de cabecera? ¿Una intervención complaciente y retórica destinada de inmediato al olvido? ¿Una confitura verbal destinada al anecdotario del Congreso? Olvidan acaso sus señorías que la de Ada Colau es la voz actualizada de la calle, la desesperación puntual de miles de familias, la referencia irritada, espontánea y sincera de una buena parte de la ciudadanía. ¿Que la señora Colau sostiene opiniones que transgreden las normas? Es posible. En ese caso, en nombre de la desesperación lo natural será que se cambien las normas. Ahora que todo se desmorona resulta un poco ridículo tanto derroche de pudor y tanto llamamiento a la sensatez. Ada Colau se ha erigido en la garganta sincera de quienes lo están pasando peor que mal y clama con la voz temblorosa y comprensible irritación. Su angustia la libera del peso rancio y nobiliario de la sensatez. Cuando el pueblo pasa hambre, ¿se le puede pedir que, además de paciencia, tenga también razón?”
Si quieres escuchar la intervención de Ada Colau en el Parlamento, lo puedes escontrar en:
jueves, 7 de febrero de 2013
CARNAVALES CHINCHÓN 2013
Un año más la Época Medieval viste a Chinchón. Desde hace NUEVE años, Chinchón vive el Carnaval de un modo diferente y especial. La Asociación Cultural Arco Iris, con la colaboración del Ayuntamiento de Chinchón, es partícipe y responsable, una vez más, de la última edición de nuestro particular y ya característico Mercado Medieval.
Sin ninguna duda el Mercado Medieval de Chinchón supone un éxito año tras año y se convierte edición tras edición en un referente cultural de la zona del sureste de Madrid. Con la esperanza de que siga siéndolo, INVITAMOS A TODOS a que disfruten de Chinchón y su Carnaval Medieval tantos años, como sin duda esperamos, éste siga celebrándose.
miércoles, 6 de febrero de 2013
LA POSADA DEL ARCO.
En la pagina Web de "La Posada del Arco" http://www.laposadadelarco.com ha publicado un artículo que me pidieron contando la historia de la antigua posada que perteneció a mis antepasados. Creo que puede ser de interés para todos vosotros:
"Donde hoy está la Casa Rural “La Posada del Arco” y el Museo Etnológico de “La Posada” existió desde mediados del siglo XIX una tradicional posada que estaba regentada por la Familia Carrasco. Primero fue Manuel Carrasco y su esposa Paula Ruiz, que habían nacido en los años 1837 y 1845 respectivamente y después vendría su hijo Francisco Carrasco Ruiz, casado con Catalina González Torres.
El viejo caserón de la "Posada del Arco", en el número cinco de la calle de Morata, tenía la estructura típica de una venta manchega. Las cuadras, los corrales, los trojes, las cámaras y los pajares conformaban las edificaciones alrededor de un patio cuadrado, rodeado por soportales en donde se aparcaban los carros de los arrieros para protegerlos de las lluvias y los hielos del invierno y de los tórridos soles del verano de Chinchón.
Por todo ello, no sería aventurado deducir que este caserón se construyó para este fin, y bien podría haber pasado por aquí don Miguel de Cervantes, camino de Alcalá de Henares, y no hace falta demasiada imaginación para atreverse a ubicar en este patio al "Caballero de la Triste Figura" velando sus armas, a la luz de la luna, junto a las columnas, la noche anterior a ser armado caballero por el ventero.
Poco se conoce de los primeros propietarios de la posada. En cambio si sabemos que Francisco Carrasco, además de atender la posada, se dedicaba a llevar vino a Madrid. Para ello tenía un carro tirado por tres mulas. El viaje a Madrid duraba unas ocho horas. Solían cargar los "pellejos" de vino en el carro por la noche, para salir al alba; de esa forma llegaban a Madrid a primeras horas de la tarde. Repartían la mercancía en las bodegas y tabernas y hacían noche en una fonda de la Cava Baja. Al día siguiente cargaban, a primeras horas, las mercancías por encargo; la mayoría de las veces maderas para la construcción, y emprendían el viaje de vuelta.
Como ya he indicado los recipientes utilizados para transportar el vino eran pellejos de oveja o carnero debidamente curtidos y cosidos, y revestidos interiormente con un pez que les hacían impermeables; respetando la morfología del animal. Podían contener de seis a ocho arrobas de vino, con los que podían pesar más de cien kilos cada uno de ellos.
El utilizar estos recipientes para transportar el vino en los carros tenía múltiples ventajas. Al ser flexibles tenían una mejor colocación en el reducido espacio de que disponían. Soportaban bien los pequeños golpes que recibían sin deteriorarse y, sobre todo, una vez vaciados ocupaban muy poco espacio, lo que permitía acarrear otras mercancías a la vuelta.
Catalina González Torres, que había nacido en el año 1867, regentó la Posada desde el año 1902, cuando, aquel triste catorce de enero, su marido Francisco Carrasco Ruiz moría en camino del Montaral, junto a los Molinos del Camino de Madrid, aplastado por un carro cargado de pellejos de vino. Tenía treinta y cinco años y cinco hijos; los dos menores, mellizos, de sólo seis meses y el mayor de ocho años. Era una mujer robusta y enérgica. Era... una mujer grande, era... una gran mujer.
Fueron años duros de grandes sacrificios, luchando día a día con los problemas que le planteaba el trabajo diario de la posada, con los tratantes de ganado, los charlatanes de feria, los mieleros de las Alcarria, los traperos, los sacamuelas, los choriceros de Candelario, los feriantes, los afiladores, los anticuarios y ese variopinto retablo de personajes que eran los visitantes asiduos de las posadas... Y además tenía que sacar adelante a sus cinco hijos.
Hasta que Manuel, Félix, Soledad, Paula y Gregorio fueron creciendo y empezaron a contribuir en los trabajos, con lo que su vida empezó a tornarse más placentera, hasta que empezó a ejercer como abuela...
Entonces, el caserón de la Posada de la calle de Morata se convirtió en la casa familiar de los Carrasco. Se cerró la posada y se construyó una vivienda para cada uno de los hijos y allí creció la nueva generación.
A finales del siglo XX se fueron vendiendo la mayoría de estas viviendas y así nacieron la Casa Rural y el Museo Etnológico, que hicieron una importantísima restauración de la casa, conservando la estructura inicial de la construcción, y gracias a esta restauración hoy se puede conocer cómo fue la antigua posada de los Carrasco.
Ahora, las trojes ya no contienen la cebada y el trigo, sino los utensilios de labranza que muestra el Museo etnológico. Ahora las cuadras del ganado se han convertido en bodega y los pajares en almacenes. Las corralizas son lugares de exposición de las viejas industrias de Chinchón y se puede admirar la vieja noria y los antiguos tinajones donde las mujeres lavaban su ropa.
Ahora, las inhóspitas viviendas que no tenían agua corriente ni aseos, se han transformado en una confortable vivienda rural, en las salas del Museo, en las que se han distribuido las estancias típicas de una casa de Chinchón de principios del siglo XX, y en distintas instalaciones culturales, como una academia de baile y un taller de artesanía.
Cuando en la mayoría de los pueblos se van destruyéndolos últimos vestigios de un pasado aún cercano en la historia, pero demasiado lejos en la memoria colectiva, es de agradecer que unas personas emprendedoras y respetuosas con el pasado, hayan querido emprender un proyecto comercial respetando los valores y vestigios que llegaron hasta nosotros.
Gracias al esfuerzo de estas personas, yo puedo recordar cómo era la casa de mi niñez, y se la puedo enseñar a mis nietos. Por eso, me siento halagado cuando me han pedido que escriba unas líneas para recordar cómo era la Posada de mis abuelos.
Manuel Carrasco Moreno.
martes, 5 de febrero de 2013
¿UN BUEN DÍA DEL AÑO 2014?
No lo he escrito yo, aunque me hubiera gustado hacerlo. Lo he recibido de un amigo y quiero compartirlo, como ya hago en otras ocasiones, con todos vosotros. Es una profecía y merece la pena leerla con mucha atención. Hasta, a lo peor, tiene razón. Aunque parezca un poco largo el escrito, se debe leer hasta el final... y ya me diréis....
“Un buen día del año 2014 nos despertaremos y nos anunciarán que la crisis ha terminado. Correrán ríos de tinta escritos con nuestros dolores, celebrarán el fin de la pesadilla, nos harán creer que ha pasado el peligro aunque nos advertirán de que todavía hay síntomas de debilidad y que hay que ser muy prudentes para evitar recaídas. Conseguirán que respiremos aliviados, que celebremos el acontecimiento, que depongamos la actitud crítica contra los poderes y nos prometerán que, poco a poco, volverá la tranquilidad a nuestras vidas.
Un buen día del año 2014, la crisis habrá terminado oficialmente y se nos quedará cara de bobos agradecidos, nos reprocharán nuestra desconfianza, darán por buenas las políticas de ajuste y volverán a dar cuerda al carrusel de la economía. Por supuesto, la crisis ecológica, la crisis del reparto desigual, la crisis de la imposibilidad de crecimiento infinito permanecerá intacta pero esa amenaza nunca ha sido publicada ni difundida y los que de verdad dominan el mundo habrán puesto punto final a esta crisis estafa —mitad realidad, mitad ficción—, cuyo origen es difícil de descifrar pero cuyos objetivos han sido claros y contundentes: hacernos retroceder 30 años en derechos, en salarios y en conquistas sociales.
Un buen día del año 2014, cuando los salarios se hayan abaratado hasta límites tercermundistas; cuando el trabajo sea tan barato que deje de ser el factor determinante del producto; cuando hayan arrodillado a todas las profesiones para que sus saberes quepan en una nómina escuálida; cuando hayan amaestrado a la juventud en el arte de trabajar casi gratis; cuando dispongan de una reserva de millones de personas paradas dispuestas a ser polivalentes, desplazables y amoldables con tal de huir del infierno de la desesperación, entonces la crisis habrá terminado.
Un buen día del año 2014, cuando los alumnos se hacinen en las aulas y se haya conseguido expulsar del sistema educativo a un 30% de los estudiantes sin dejar rastro visible de la hazaña; cuando la salud se compre y no se ofrezca; cuando nuestro estado de salud se parezca al de nuestra cuenta bancaria; cuando nos cobren por cada servicio, por cada derecho, por cada prestación; cuando las pensiones sean tardías y rácanas, cuando nos convenzan de que necesitamos seguros privados para garantizar nuestras vidas, entonces se habrá acabado la crisis.
Un buen día del año 2014, cuando hayan conseguido una nivelación a la baja de toda la estructura social y todos —excepto la cúpula puesta cuidadosamente a salvo en cada sector—, pisemos los charcos de la escasez o sintamos el aliento del miedo en nuestra espalda; cuando nos hayamos cansado de confrontarnos unos con otros y se hayan roto todos los puentes de la solidaridad, entonces nos anunciarán que la crisis ha terminado.
Nunca en tan poco tiempo se habrá conseguido tanto. Tan solo cinco años le han bastado para reducir a cenizas derechos que tardaron siglos en conquistarse y extenderse. Una devastación tan brutal del paisaje social solo se había conseguido en Europa a través de la guerra. Aunque, bien pensado, también en este caso ha sido el enemigo el que ha dictado las normas, la duración de los combates, la estrategia a seguir y las condiciones del armisticio.
Por eso, no solo me preocupa cuándo saldremos de la crisis, sino cómo saldremos de ella. Su gran triunfo será no sólo hacernos más pobres y desiguales, sino también más cobardes y resignados ya que sin estos últimos ingredientes el terreno que tan fácilmente han ganado entraría nuevamente en disputa.
De momento han dado marcha atrás al reloj de la historia y le han ganado 30 años a sus intereses. Ahora quedan los últimos retoques al nuevo marco social: un poco más de privatizaciones por aquí, un poco menos de gasto público por allá y voilà: su obra estará concluida. Cuando el calendario marque cualquier día del año 2014, pero nuestras vidas hayan retrocedido hasta finales de los años setenta, decretarán el fin de la crisis y escucharemos por la radio el parte de las últimas condiciones de nuestra rendición.
Y ya para remataros: "El día que acabó la crisis" le estaremos tan agredecidos a nuestros gobernantes que volverán a obtener su mayoría absoluta”.
lunes, 4 de febrero de 2013
LOS PAPELES DE BÁRCENAS... Y DEL PP.
A mí siempre me ha gustado ponerme en el lugar de los demás, a la hora de opinar. Lo que se llama empatia. Se ha dicho ya tanto y tan contradictorio en esto de los dichosos papeles de Bárcenas, que se me ha ocurrido ponerme en el puesto de Rajoy para pensar lo que yo haría si estuviese en su lugar.
La situación es esta. Han aparecido unas fotocopias de unas anotaciones contables manuscritas que según la mayoría de los grafólogos consultados pueden ser de Luis Bárcenas, el antiguo tesorero del PP. De dichas anotaciones se podrían desprender algunas irregularidades en la contabilidad del Partido Popular, sobresueldos y financiación ilegal . Las irregularidades que se desprenden no son constitutivas de delito, puesto que en caso de que hubiese existido ya está prescrito. Por lo tanto no es previsible que la Justicia tome cartas en el asunto ni abra ninguna investigación judicial. Sólo en el caso de que hubiera malversación de caudales públicos o cohecho se podría perseguir, pero estos dos supuestos son muy difíciles de demostrar con los datos que aportan los apuntes contables.
En esta situación, la única salida posible es la negación absoluta de la veracidad de estos papeles. Son falsos. Incluso pueden estar falsificados recientemente y cabe la posibilidad de que las anotaciones no se correspondan con una secuencia temporal, sino que todas sean de una misma fecha, y por lo tanto falsas.
Si son falsos no hace falta demostrarlo, serían los demás quienes deberían demostrar que son verdaderos, y eso solamente lo podría ratificar el señor Bárcenas si son reales, porque si realmente son faltos, el autor se estaría inculpando. Y para que don Luis no hable más del asunto, ya se tomarán las medidas oportunas para que su responsabilidad judicial se diluya como se ha diluido su responsabilidad fiscal gracias a un indulto tan oportuno. Y, por supuesto, ni hablar de una posible querella contra el Tesorero, como ha pedido doña Esperanza y algún que otro barón del partido, no sea que se vaya a enfadar y siga tirando de la manta.
Por lo tanto, hay que negar la mayor. ¡A mí que me registren!
Esto sólo tiene un problema, que la opinión pública no lo crea y reste credibilidad política a los dirigentes del Partido Popular.
Entonces, el segundo paso sería seguir con la teoría ya utilizada en el caso Gurtel: “Esto no es un asunto del PP, sino un asunto contra el PP”. A continuación, demostrar la indignación de todos con el “Tesorero Infiel” que les ha engañado; lo mismo que le ha ocurrido al PSOE con la Fundación Ideas. Y de paso, hacer un recorrido por todos los escándalos recientes o ya casi olvidados en los que han estado inmersos los demás partidos políticos, para diluir la responsabilidad, y de paso seguir desgastando los fundamentos del Estado, para que la ciudadanía se limite a protestar “indignada” pero sin tener que dar la cara ni en el Parlamento ni en Comisiones de Investigación ni en los Tribunales del Justicia.
Y luego hacer unas rogativas a la Virgen la Candelaria, para que estos escampe lo antes posible, y dentro de nada, todo se habrá olvidado, y ellos - los del Gobierno- seguirán recortando derechos, tan campantes.
Yo en el caso de Rajoy hubiera hecho lo mismo que él: Negarlo todo...
Claro que yo no soy el Presidente del Gobierno de España.