domingo, 27 de marzo de 2011

RESTAURANTES DE CHINCHON: 9. EL BAR LA VILLA.

Siguiendo con nuestra serie de visitas a los restaurantes de Chinchón, hoy vamos a pasarnos por el Bar la Villa, que ha sido recientemente reformado.


Como su nombre indica, está a la entrada de la plaza, en la denominada “Puerta de la Villa”, en el inicio de los soportales. Es uno de los bares tradicionales de Chinchón, de antes de la llegada del turismo, que ha ido manteniendo una oferta atractiva para los clientes.


Yo recuerdo en mis tiempos mozos, cuando lo regentaban el tío Manolo “Colorín” y su esposa Matilde, en las frías y largas tardes de invierno, nos sentábamos en un salita que tenían con televisión, y allí pasábamos un buen rato con un corto de cerveza, porque el presupuesto diario no daba para más, mientras veíamos “Marcando el compás” y “Escala en Hi-Fi”, con Rosalía, Karina y Mochi. Depués continuaron sus hijos, “Chiqui” y Manolín, a quien ayudaba Pablo, que era sordomudo, pero al que no se le escapaba ningún detalle a la hora de atender al cliente. Ahora lo regenta Pedro Manuel, la tercera generación, que ha hecho algunos cambios pero manteniendo lo fundamental de la oferta del Bar La Villa.


En el Bar la Villa siguen poniendo un pincho -una aceituna con berberechos, boquerón o anchoa- con cualquier consumición y siguen siendo las gambas a la gabardina su ración más apreciada y que ha ido adquieriendo fama entre los que visitan nuestro pueblo.


Ahora, en la primera planta de la casa, han abierto dos comedores para degustar las raciones tradicionales de la casa, como los berberechos, el champiñón, las gambas al ajillo, el bacalao y las croquetas.


Es una forma diferente de comer en Chinchón, saliendo de lo que son los restaurantes más o menos tradicionales que estamos visitando en esta serie de reportajes.
 


Todas las fotografías han sido tomadas el día del Mercado Medieval.
Nota: Con la dedicatoria a un amigo que, como yo, también estaba enamorado, platónicamente por supuesto, de la cantante Rosalía.