jueves, 11 de marzo de 2010

UNA PRINCESA NORUEGA EN COVARRUBIAS.







Una de las sorpresas que te espera cuando llegas a Covarrubias es la estatua de Kristina de Noruega frente a la Colegiata. Allí, hierática en su cuerpo de bronce, parece mirar a los visitantes, adornada casi siempre por un ramito de flores.

Y esta es su historia: La princesa Kristina de Noruega, hija del rey Haakon Haakonson, llegó a Castilla; se supone había venído para casarse con el rey Alfonso X el Sabio -que no tenía descendencia con su esposa doña Violante, y ardía en deseos de repudiarla y tener un heredero-, pero a su llegada, la reina doña Violante iba a ser madre. ¿Que hacer con la infanta noruega y con el pacto con el rey Haakon?. Rapidamente, la dieron a elegir entre los hermanos del rey Alfonso, eligiendo ella -guiada por el propio rey- al infante Felipe, casandose el día 31 de Marzo de 1258 en Valladolid.



Pero la dulce princesa nórdica, muere de melancolía en Sevilla, tras cuatro años de matrimonio, encerrada en su palacio, añorando los fjordos noruegos, y su vida en Tönsberg. Fue enterrada en la colegiata de Covarrubias y aquí permanece mirando hacia su país, y como esperando la visita de los turistas que se acercan para admirar esta pequeña pero bien cuidada villa burgalesa.








Fotografías de m.carrasco.m. e intenet

martes, 9 de marzo de 2010

¿PERO, A DÓNDE VAMOS A LLEGAR?.

Ya hacía tiempo que no hablaba con mi amigo Elpidio. Lo veo muy de tarde en tarde, pero siempre es grartificante hablar con él. Tenemos amigos comunes y me comentaba cómo me podía relacionar con personas con tan diferentes puntos de vista sobre política, religión, economía, arte, literatura, y cómo no estábamos siempre a la gresca. Yo le argumentaba que éramos personas educadas y sabíamos comportarnos dentro de las normas de urbanidad que aprendimos cuando éramos pequeños y nos eseñaban esas cosas.
Yo le dije que, no obstante, notaba una gran crispación en la sociedad, e inevitablemente siempre salía a relucir en cualquier conversación, la “maldita crisis”, aún entre personas que no la estaban sufriendo.
Él me dijo que ya lo tenía superado. Antes sólo leía el País, escuchaba la Ser y veía la Sexta, y todo le parecía de color de rosa y era feliz. Sus amigos le decíamos que estaba viviendo en una galaxia irreal y que tenía que escuchar también otras opiniones. Entonces empezó a comprar El Mundo, escuchar la Cope y a ver Telemadrid, Libertad Digital e Intereconomía.
- "Me pasaba todo el día cabreado,  oye , pero ahora sí que conocía la realidad".
Hasta que se cansó. Era imposible vivir en ese estado de desasosiego permanente, viendo cómo la hecatombe estaba tan cerca, la Patria se hundía y estaba a punto a llegar el mismísimo Anticristo camuflado entre tanto rogerío.Todas las noches se acostaba dudando seriamente si a la mañana siguiente seguiría amaneciendo, después de escuchar los vaticinios de los del “Gato al agua”.
- ¡Ya está me dije! -me contó él- :
- “Los lunes y miércoles oiré a Pedro Jota, a Federico, a César Vidal y Herman Tertsch. Estos días también escucharé las declaraciones de Mariano, Cospedal e, incluso las de Aznar. Los martes y jueves a Buenafuente, a Iñaqui Gabilondo, a Enric Sopena y a Maria Antonia Iglesias y veré en los Telediarios los que dice Zapatero, La Pajín y Pepiño Blanco. Los viernes sólo veré a Jorge Javier y a Cantizano y los fines de semana, sólo deportes”.
- ¿Y da resultado?
- Posiblemente no, pero al menos ya no me tomo en serio a ninguno de ellos... Bueno, a Belén Esteban, sí.

lunes, 8 de marzo de 2010

EN EL DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA: UN BESO.


Fue sólo un beso.
Un verso suelto
sin rima ni sentido.

Un beso que te dieron mis ojos,
mientras tus labios disimulaban
tarareando una canción
llena de nostalgia.

Fue solo un beso
que mis ojos dirigieron a tu boca
y tu respuesta fue
una parpadeo que nada quería decir.

Un beso etéreo,
sin color y apenas sin sabor.
Un beso seco,
pero con alma.

Y el alma se me escapó por los labios
mientras tus ojos se cerraban
aturdidos por la mirada de los míos.
Un beso sin respuesta
que aún me quema los labios.

Un beso azul como los sueños
que me despertaron aquella noche.
Un beso seco y estéril
porque tú así
lo quisiste
Sólo fue un beso,
o posiblemente, ni eso,
lo que me quemó el alma,
lo que cerró mis labios,
lo que apagó mi corazón.

Un beso soñado,
un verso sonoro,
una rima sentida,
un beso de ojos abiertos
o tal vez, cerrados,

Un beso sin sentido.
desesperado,
que se fue deshaciendo
en lágrimas,
ahogado entre llantos.
fríos como el hielo,
y ya casi olvidado por mí.

Un beso que algún día
te volveré a mirar
y entonces a tí también
te quemará en los labios.

Pero
sólo
fue
un
beso.