martes, 7 de diciembre de 2010

FALTA DE CAPACIDAD... Y II.

Anteayer publicaba una entrada con el título de “Falta de capacidad” en la que mostraba la fotografía de un contenedor para recoger los embases de vidrio, que está junto a la ermita del Rosario y justo a la entrada del Parador de Turismo de Chinchón. Debajo de la fotografía ponía la leyenda: “Sin palabras”, porque, en principio, pensé que no hacía falta decir mucho más para caer en la cuenta de donde estaba realmente la “falta de capacidad”.
Pero no me he resistido en hacer algunas consideraciones, por si mi “insinuación” era demasiado sutil, y me he atrevido a decir lo que pienso... después de pensar lo que iba a decir.
Lógicamente, la falta de capacidad está en el contenedor. Todos tenemos una capacidad y la del pobre contenedor, como se ve, no da para más.
Pero también nos debíamos preguntar por la capacidad de los responsables de retirar los embases allí depositados o de los que deben decidir cuando se retiran. También nos podríamos plantear qué capacidad tienen los que van a depositar sus desperdicios y ven que ya no hay más capacidad en los contenedores y en vez de llevárselos de nuevo, los dejan como sea, aunque no sea lo más correcto.
¿Hablamos de la capacidad de los que decidieron el lugar de la ubicación de los contenedores?
Y ahora una confesión. A mí, que debo estar ya acostumbrado, me había pasado desapercibida esta situación, pero hoy, cuando bajaba de comprar el periódico, he visto cómo un “turista” se paraba para “inmortalizar” la ocasión, para luego, posiblemente, mostrar las fotos de los “monumentos” de nuestro pueblo a familiares y amigos.
Y sinceramente me dió vergüenza de la imagen que se está dando. Chinchón es, sin duda, un pueblo turístico y del turismo viven muchas personas. Es una industria que habría que cuidar. Todos. Pero principalmente los autoridades y los propios interesados.
Hace ya mucho tiempo comenté cómo estaba cerrado, los días festivos, el Centro de Interpretación que había financiado la Comunidad de Madrid y que había quedado francamente atractivo. Entonces se me dijo que se habían tomado las medidas para que permanecise abierto el mayor tiempo posible, pero las cosas siguen más o menos igual, y nuestros visitantes no tienen opción a visitarlo, precisamente los días de mayor afluencia turística.
Todos sabemos la situación de penuria económica general y es posible que el Ayuntamiento no disponga de fondos para pagar a quien se pueda encargar de tener abierto el Centro de Información... ¿No debería intervenir, de alguna forma,  la Asociación de Hostelería que, a la postre, deberían ser  los mayores interesados de la promoción turística de Chinchón?
A mí, personalmente, poco me va a enseñar el Centro de Interpretación... ni tampoco me voy a beneficiar haciendo estas consideraciones... Pero ¿qué queréis que os diga? Me da pena...
Y que conste que ésto es sólo un botón de muestra...
Yo sigo pensando que, en el fondo, todo se reduce a la “falta de capacidad”.