martes, 27 de julio de 2010

EL EREMITA ENTREVISTA A MANOLO CARRASCO. II.

Quedamos a las nueve de la noche en la plaza de armas del Castillo. Las previsiones meteorológicas anunciaban para el atardecer nubes de evolución y desde la atarazana se podía ver el lento descender del sol hasta llegar a los cerros de las Cabezas, sorteando cúmulos que poco a poco se iban tiñiendo de rojo anaranjado iluminados por sus últimos destellos.
Cuando ya solo quedaba la silueta de del Nuevo Chinchón recortado en el horizonte rojo del ocaso, le vi llegar, siempre a pie, por el Pozo de las Nieves.
Nos saludamos y nos sentamos en la citarilla, dando la espalda a un Chinchón que iba siendo escalado por las sombras rojizas del atardecer de este día de verano.
Recordamos cuando éramos pequeños y todos los alrededores del castillo se transformaban en eras, donde en este tiempo los hombres de Chinchón se ocupaban en la trilla de las mieses, y a estas horas iban recogiendo las parvas de trigo y cebada formando grandes montones cónicos en espera de separar el grano de la pajas, aprovechando los días ventosos para hacer el aventado.
- Hoy te veo muy contento, Manolo.
- Sí lo estoy. Me acaban de comunicar que me han concedido el primer premio en el Concurso de Investigación sobre Chinchón y su entorno de este año.
- Mi enhorabuena. ¿Qué trabajo has presentado?
- Lo he titulado “OCUPACION Y REPOBLACIÓN DEL TERRITORIO DE CHINCHÓN EN LA EDAD MEDIA”, y con este trabajo de investigación he pretendido divulgar el hallazgo de un documento del año 1302, en el que se hace referencia a los territorios de Chinchón y precisamente en un momento histórico muy importante.
- ¿Qué ocurría entonces por aquí?
- Concretamente en esos años se estaba llevando a cabo la ocupación y la repoblación de los territorios de lo que fue el antiguo condado de Chinchón y lo que es el actual término municipal, por los caballeros de la Ciudad de Segovia.
- Te has limitado a trascribir el documento?
- No, por supuesto. He visto la oportunidad para hacer un amplio recorrido por el largo periodo que abarca toda la Edad media, desde la caída del imperio romano hasta la segregación de las tierras de Chinchón de la Municipalidad de Segovia, en el año 1480, cuando los Reyes Católicos crean para los Marqueses de Moya, don Andrés de Cabrera y doña Beatriz de Bobadilla, el Señorío de Chinchón.
- Resumiendo, y aunque tiempo habrá de leer tu trabajo, ¿a qué conclusiones has llegado?
- Por los datos que tenemos hasta hoy, considero que el pueblo de Chinchón fue fundado a principios del siglo XIV y que, gracias al tesón y laboriosidad de sus pobladores y posiblemente a su privilegiada ubicación en una meseta con aires puros y abundancia de aguas, creció y se desarrolló con más celeridad que los pueblos cercanos, llegando a ser cabeza del sexmo de Valdemoro y del Señorío y Condado que llevaron su nombre.
- Pero no es la primera vez que te premian en este concurso.
- No; en el año 2005 conseguí el primer premio -ex aequo- con el trabajo “Piedras con Historia”, en el año 2006 y 2008 me dieron el segundo premio con los trabajo “Los Franceses en Chinchón” y “ De cómo don Luis Jerónimo Fernández de Cabrera y Bobadilla y Doña Francisca Enriqueza de Rivera (Condes de Chinchón y Virreyes del Perú) intervinieron en el descubrimiento de la Quina”. También me presenté en la edición de 2009 con un trabajo sobre “ Breve Historia de la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Chinchón” que no fue premiado.
- Por lo que veo, tu participación en el concurso es muy asidua.
- Sí. Considero que es una de las buenas iniciativas que se han hecho en Chinchón, que está aportando datos muy interesantes para el mejor conocimiento de la historia de nuestro pueblo, y es necesario que todos colaborásemos para que se mantenga.
- ¿Se van a publicar los trabajos de este año?
- Está pendiente de publicación los trabajos premiados en año pasado. Esperemos que este año se consigan las subvenciones necesarias para la publicación de los trabajos de estos dos últimos años.
Nos despedimos hasta otro día, para seguir hablando de nuestras cosas.
- Eremita, no te preocupes, si no se publica el trabajo, te lo mandaré para que lo pongas en tu blog.
- Adiós, Manolo.