miércoles, 23 de junio de 2010

LA BODA.XII

Capítulo XIV - La despedida de soltera.

Otra nota del autor: Obviamente no he asistido nunca a una despedida de soltera pero mi opinión sobre esta celebración es la misma que expresé en el capítulo anterior, aunque he de añadir otro adjetivo que empieza con "i" para calificarla : muchas veces es "impuesta" por una inercia que los ineptos no saben interrumpir, aunque no tuviesen intención de incluirla en el inventario de los actos con motivo de sus nupcias.

Los acontecimientos que se relatan a continuación son simultaneos a la acción del capítulo anterior porque es costumbre que las dos despedidas se celebren el mismo día.
De la organización femenina se encargó Carmencita Miguelañez que había dejado expresamente sus vaciones familiares en Benidorm para tan importante acto "cultural" . Esta calificación no es mía sino suya, y lo argumentaba así:
-Tradicionalmente, la mujer ha sido objeto de represión por el varón que la ha dominado imponiéndole sus costumbre y coartando toda iniciativa lúdica en que no participasen ellos; por tanto, hay que reivindicar la posibilidad de incluir en la cultura femenina estos actos en los que la libertad de la mujer le permite asumir el "rol" ancestralmente asignado a los machos...
- Vale, Carmencita, pero ¿ se puede saber que has pensado para el sábado?
- Lo de siempre, una cena en un pequeño restaurante muy coqueto que conozco, unas copas en una terraza de la Castellana y un fin de fiesta en un espectáculo de "boys".
- ¿Y sabe Mati lo de los boys?
- Yo no se lo he dicho pero se lo debe figurar porque el otro día me dijo que no se me tenían que olvidar las tijeritas pequeñas de mi neceser de costura.
- ¿ Y para qué se necersitan unas tijeras en un espectáculo de boys ?
- Ay Memes, pareces tonta, pues para cortar la cinta de cualquier tanga que se ponga a tiro.
Memes Galindo, nombrada asistente de Carmencita, era compañera del Instituto, y de las que había que contarle los chistes - sobre todo los verdes - un par de veces para que los "cogiese"; pero era muy eficiente a la hora de coordinar y controlar las actividades en el grupo de las amigas, que para algo le servía ser la Secretaria de Dirección en una multinacional francesa de productos alimenticios.
Se había confeccionado la lista de asistentes con algunas bajas por motivos vacacionales, quedando como sigue:
Carmencita Miguelañez, Memes Galindo, Alicia Pérez y Pepi Matesanz como amigas de la novia, Amparo y Yoly las novias de los hermanos de Mati, y Beatriz, Adela y Consuelo las novias de Julito, Manolo y Justo, los amigos del novio.
Había quedado previamente establecido que la novia invitaba a la cena y que los demás gastos que se ocasionasen durante la noche fuesen sufragados a escote - no quiere decir por la que luciese el escote más generoso - por todas las asistentes. Además habían acordado prepararle un regalo entre todas que le sería entregado a los postres de la cena y que se iba a encargar de comprarlo Pepi, que para eso tenía mucho gusto.
La cita era en la casa de la novia y de allí partieron en tres taxis camino del restaurante que, efectivamente, era muy acogedor y coqueto, y como era a finales de agosto, estaba prácticamente "reservado" para ellas.
Les habían preparado unas raciones variadas.. ya se sabe, jamón y queso, calamares fritos, pulpo a la gallega... un segundo que cada una podía escoger a su gusto...y de postre una especialidad de la casa: un suoflé flambeado que estaba delicioso.
La consigna era de ponerse "algo" contentas, para desinivirse, pero no perder el control, y Memes se encargó de ir racionando las bebidas convenientemente y pedir que después del café les sirviesen esos licores de frutas sin alcohol.
Cuando el camarero dejó en la mesa las botellas de licor de manzana, de melocoton y de frambuesa, para que cada una ser sirviese a su gusto, y unos platitos con bombones helados de chocolate rellenos de vainilla, Carmencita, dando repetidamente con la cucharilla del café en su copa, llamó la atención de sus amigas y poniéndose en pié, despúes de toser recatadamente para aclararse la voz, dijo:
- Querida Mati y amigas todas: Es para mí un honor y una gran alegría el poder dirigiros estas palabras con motivo de la despedida a nuestra amiga que dentro de nueve dias va a iniciar una nueva etapa en su vida, que todas le deseamos sea muy feliz. Pero no quiero dejar pasar esta oportunidad para...
- Carmela, hermosa, no te enrolles, que no estas con el redactor jefe del periódico.
- ¡ No le hagas caso ! terció Alicia, que era una sentimental y lo que de verdad le gustaba era echar unas lagrimitas y cualquier motivo era bueno.
- Voy a ser muy breve - continuó Carmencita - Como os decía, no quiero dejar pasar esta oportunidad para formular un deseo íntimo: ¡ que la próxima despedida de soltera... sea la mía..!
Entre los aplausos se escucharon frases de "¡Eso, eso!", "si que te gustaría ", "la mía va a ser antes", " No tiene ganas esa, ni nada " , "eres una cachonda ", después de lo cual se levantó Pepi sacando un emboltorio de debajo de la mesa, lujosamente embuelto para regalo, con un lazo color oro, adherido con una pegatina en la que se leía "Felicidades".
- Mati hemos querido ayudarte a que tu noche de bodas sea de total frenesí, y que en esos momentos te acuerdes de tus amigas. Toma y que seas muy feliz.
- Le entregó el paquete después de besarla y Mati se apresuró a descubrir "eso" que iba a desencadenar el frenesí de Pepito, y rasgó el lujoso papel sin fijarse siquiera en la pegatina ni el lazo de oro.
- ¡Es precioso! exclamó Mati algo ruborizada cuando sacó un minúsculo camisoncito negro con braguitas a juego, ambas prendas totalmente trasparentes...
- Eso sí que es un buen motor de arranque. dijo Amparo, que a pesar de los licores lights, ya había sobrepasado sus cuotas habituales de alcoholemia.
- Te lo tienes que probar ahora...
- Tu estás loca, bonita... vamos a tomar una copa a una terraza, a ver si nos da a todas un poco el aire que nos está haciendo falta...
La propuesta de Memes fué secundada por todas, mientras Carmencita miraba recriminatoriamente a Beatriz, la novia de Julito, que como era de esperar ya estaba metiendo la pata. Y es que a ella no le había hecho mucha gracia el tener que invitar a las novias de los amigotes de Pepito...
El ambiente en la Castellana era expléndido a las dos de la madrugada de aquel sábado de agosto. Tuvieron que buscar hasta en tres chiringuitos para encontrar unas mesas libres y tres cuartos de hora más tarde, Memes , la tesoreara, abonaba los cien euros de la consumición y todas, un poco más contentas, se dirigieron a la busca y captura de sus "boys".
- A mí no me lieis, yo voy con vosotras, pero de subir al escenario nada, que luego todo se sabe y ya conoceis lo celoso que es Pepito.
- Animate, Mati, que vamos a "tocar paquete" . Era Consuelo, que cuando se "motivaba" no había quien la pusiese el freno.
- Claro que sí, que una noche es una noche, y si tú no quieres, Consuelo y yo les vamos a enseñar a esos a lo que se atreven las mujeres...
- Os habreis traido la ropa interior limpia, por si acaso, ¿no?..
Entre las risas y las "ocurrencias" de unas y de otras, llegaron con estos ánimos a "Musculito's Club" que a pesar de la época del año presentaba una buena entrada. Como habían hecho la reserva con anterioridad las aposentaron en una de las mesas cercanas al escenario donde ya había un grupo de "bailarines" actuando.
Se acercó a la mesa un camarero ataviado con un chaleco y pajarita sin camisa y un delantal blanco atado a la cintura que "cubría" unos pantaloncitos ajustados de cuero:
- ¿Que van a tomar las señoritas? Les aconsejo el coctail "Sueños del paraiso".. - No esperó a que le preguntaran qué ingredientes tenía - y cointinuó: Es un coctail de champagne con pipermint y unas gotas de esencia del paraiso invención de nuestro barman...
Todas quisieron "soñar con el paraiso" y se dispúsieron a disfrutar del espectáculo que iba alcanzando cotas cada vez más atrevidas.
Ya habían pasado por el escenario varios números en los que los "musculitos" se iban despojando de la ropa con más o menos gracia y picardía e intentaban provocar a la concurrencia con movimientos y ademanes que querían ser sensuales entre las exclamaciones subidas, cada vez más, de tono de las que arropadas por el anonimato se atrevían a cosas que nunca habrían pensado que eran capaces de hacer.
- Y ahora, con todas vosotras:" El Gran Hercules " y su su compañero " Her -culito"
Entre los aplausos de bienvenida aparecieron dos "hercúleos" adonis con indumentaria a la griega que iniciaron su espectáculo.
No sé si era el paradisíaco coctail de pipermint o la euforia colectiva del ambiente, pero antes de que ninguno de los actuantes iniciasen su "striptease" ya se había lanzado una "espontanea" con la blusa desabrochada ofreciendose para hacer de "ayuda de cámara". El ejemplo cundió y en un par de minutos estaban los dos protagonistas en tanga y calcetines intentando librarse de una legión de manos que se estiraban para arrancarles el taparrabos.
El "amigo de Hercules" - que estaba avisado previamente - se acercó a la mesa y, por las indicaciones de las amigas, llegó hasta Mati iniciando una especie de "baile del vientre" delante de ella que, fingiendo estar avergonzada, se "tapaba" la cara con las manos procurando que sus dedos quedasen lo suficientemente separados para no perderse detalle..
En ese momento Adela sacando unas pequeñas tijeritas se avalanzo sobre él y de un certero corte cercenó la cinta del tanga y levantó exultante el trofeo a la admiración de toda la audiencia que prorrumpió en vítores y aplausos mientras la victima salió corriendo hacia los camerinos seguido muy de cerca por su compañero que a su vez era perseguido por media docena de tijeras amenazantes...
El servicio de seguridad del local "invitó" a todo el grupo a abandonar el recinto -previo pago como es lógico de las consumiciones - desistiendo de tomar otras medidas más drásticas gracias a las buenas gestiones de Pepita Matesanz que les convenció de que no era bueno para nadie que tuviese que intervenir la policía...
Eran las cinco de la mañana y después de echarse, unas a otras, la culpa de que la fiesta hubiera terminado como el rosario de la aurora, cogieron unos taxis para que les llevaran a casa.
Cuando Mati se metió en la cama después de tomarse dos aspirinas juntas y logró quedarse dormida, eran las siete quince la mañana y por la via tres de la estación de Atocha de Madrid partía el rápido "Costa del Sol" con destino a Málaga...