jueves, 17 de junio de 2010

LA BODA.IX

Capítulo XI : La lista de bodas.

- Anoche, José Federico, estuviste muy elocuente, y además dimos una lección a esos estirados, aunque, la verdad, estuvieron simpáticos y querían agradar, pero no sé si te fijaste cuando propusiste pagar los gastos de la celebración; a Inocente se le puso la cara más blanca que su camisa y yo creo que aún no debe haber digerido la "píldora"...
Realmente Inocente no conseguía encajar el gol que su consuegro le había metido, aunque se quería consolar pensando que había sido por jugar en campo contrario, y tenía que admitir que había sido un libre directo por toda la escuadra. Le entraban ganas de llamarles y anular todo lo "acordado", pero Margarita se lo impidió alegando que los hombres debian asumir las consecuencias tanto de sus acciones como de sus omisiones.
Se retocó la lista de invitados reduciéndola a sólo ciento veinticinco, hablaron con Mati para obligarla a colaborar en los gastos con todos sus ahorros, contaron con el fondo de Inversión que tenían reservado para la reforma de la cocina, y acordaron pedir el anticipo de diez mil euros que el Banco les ofrecía a un interés preferencial y a cinco años de amortización para atender necesidades perentorias, y ésta, sin duda, lo era.
Asunción se había autodesignado para realizar la reserva del Restaurante previo pago de una señal de mil euros, y cuando llamó a Margarita para anunciarle que todo estaba en orden aprovechó para convocar con caracter de urgencia a la "Comisión de Festejos" para ir a poner la Lista de Bodas en el Corte Inglés.
Habían acordado decir a todos los invitados de confianza que preferian los regalos en efectivo, pero era necesario también poner la lista de bodas para evitar encontrarse con cinco juegos de consomé, tres licuadoras y seis relojes despertadores.
Les atendió la señorita Mercedes, una joven muy simpática que les dió toda clase de explicaciones y les asesoró meticulosamente sobre los regalos que era conveniente escoger para que los invitados se sintiesen más satisfechos, porque, luego, no había problemas en cambiarlos si era necesario, incluso por el viaje de Bodas, de lo que les podían asesorar en la Agencia de Viajes del propio Centro.
Seleccionaron desde un televisor con pantalla panorámica y sonido estereo, hasta un orinal de porcelana precioso, que se le antojó a Margarita, porque dijo que daba buena suerte que te regalasen un orinal. Pasando por las obligadas vajillas, cristalerias, cuberterias, menaje de cocina, juegos de tazas, etc, etc, etc.
Mati separó un juego de dos copas de champagne con base de plata sobre una bandeja con unos anillos entrelazados - que, para nosotros, eran más cursis que la pamela británica de la Reina Madre - aduciendo que con ellas brindarían todos los aniversarios de su boda.
La pobre Merceditas iba anotando pacientemente todas y cada una de las sugerencias de las tres, asegurando que no le importaba anular lo que fuese necesario, y que estaba encantada en poder atender a unas señoras tan educadas y simpáticas, porque no sabían ellas lo que tenía que aguantar en algunas ocasiones....
Les indicó, que si les parecía bien, los regalos de importe alto, como el televisor, el equipo de música, el frigorífico, la cubertería de plata y algunas cosillas más, los podían dividir en lotes de trescientos euros, para ofrecer más posibilidades a los invitados.
Asunción, que de esto no sabía demasiado, preguntó si eso era una costumbre y que estaba bien visto, y ante las explicaciones convincentes de la Señorita Mercedes que les aseguró que hasta lo habían hecho en la lista de bodas de la alta sociedad, la propuesta fue aceptada, por unanimidad, por toda la Comisión.
Después de tres entrevistas y cinco llamadas telefónicas para concretar, rectificar, aclarar, matizar, recalcar, preguntar, insistir, confirmar y asegurar lo acordado, quedo definitivamente cerrada la lista de bodas del enlace de Matilde y Edgardo José, a la que se le asignó el número 203/97.
El segundo día les acompañó también Pepito haciendo un hueco entre dos visitas que tenía que hacer a unos clientes, y mientras las mamás se afanaban en buscar nuevos regalos para añadir a la lista, ellos dos se acercaron a la Agencia de Viajes para que les asesorasen los técnicos.
- Yo tengo muchas ganas de conocer Italia.
- ¿ Y no prefieres unas buenas vacaciones en las doradas playas del Caribe para descansar de todos los ajetreos de la boda ?
- ¿ Puedo atenderles ?
Era el Sr. Alvarez, según constaba en un cartelito que tenía en la solapa de la americana, que con una amplia sonrisa les invitó a que le contasen sus deseos:
Cuando se cercioró de que no tenían muy claro lo que realmente querían, haciendo acopio de toda su persuasión y sin perder su eterna sonrisa reglamentaria les fue enumerando las ofertas especiales que tenía para viajes de novios.
- Para las parejas aventureras tengo un safari fotográfico por Mozambique en el que se pueden observar todos los animales salvajes en su hábitat...
En la cara de la novia advirtió que iba descaminado, y rectificó:
- Para las parejas románticas, ¿qué mejor que un viaje a Venecia, con sus paseos en góndola mientras suenan las melodias napolitanas a la luz de la luna.?..
Ahora fué la cara del novio quien le puso el "stop", pero él no se desanimó:
- ¿Qué les parecería pasar unos dias tumbados al sol en una paradisiaca playa de arena blanca bañada por las aguas transparentes de los mares del trópico?
Aunque él le animaba con los ojos a continuar, la actitud de ella le enviaba señales inequívocas de que estaba perdiendo el tiempo por ese camino.
- Estos eran sólo unos ejemplos de las opciones que les podemos ofrecer, pero unas personas que saben elegir, como Vds., preferirán, sin duda, un viaje más exclusivo, que se salga de la vulgaridad, un viaje que nunca van a olvidar para una ocasión única como es su viaje de bodas, Tenemos para Vds. un viaje de ensueño... ( Había dado en el clavo, y sus dos interlocutores esperaban ansiosos que les descifrara el misterio. Tragó saliba, reforzó más, si cabe, su amplia sonrisa, y poniendo énfasis en cada una de las sílabas, continuó : Un cru-ce-ro por los fiordos no-rue-gos.
A ninguno de los dos se les había pasado por la cabeza irse a Noruega en el mes de septiembre, con el frio que debía hacer por allí, pero tal y como se lo estaba explicando el Sr. Alvarez, podía tener su atractivo... les había explicado que era un barco de reciente construcción de una naviera italiana de prestrigio internacional, y que se había especializado en cruceros de lujo... que disponía de todas las comodidades que se puedan imaginar y un esmerado servicio para satisfacer a los pasajeros más exigentes... Y realmente no escucharon el resto de las prolijas explicaciones del vendedor, cuando llegaron a la conclusión que su mayor atractivo estaba en que no conocían a nadie de su entorno que hubiese hecho ese viaje.
No repararon demasiado en los mil ochocientos euros de cada uno de los pasajes , y dejaron reservado un camarote en la cubierta "Royal" del " Neptuno, Rey de los Mares" para la semana del 3 al 10 de septiembre.