jueves, 14 de enero de 2010

CHICAGO.


Chicago, conocida coloquialmente como "Second City" (La Segunda Ciudad) o "Windy City" (La Ciudad del Viento), es la tercera ciudad con mayor número de población en Estados Unidos, tras Nueva York y Los Ángeles.
Chicago se ubica en el estado de Illinois, a lo largo de la costa suroeste del lago Míchigan. Forma parte de Chicagoland, una conurbación integrada además por los condados periféricos.
El 10 de octubre de 1871, el Gran Incendio de Chicago destruyó la mayor parte de la zona central de la ciudad. Comenzó en el distrito maderero de la zona oeste de la ciudad. Dicen que la vaca de Mrs. O'Leary golpeó una lámpara de queroseno que inició el incendio. Para el 10 de octubre, el fuego había destruido casi 6,5 km de la ciudad, se llevó al menos 250 vidas y dejó a 100.000 residentes sin hogar. Más de 17.000 edificios fueron destruidos y las propiedades dañadas se estimaron en 200 millones de dólares.
Después del incendio, surgió un Chicago más grande. Arquitectos de fama internacional vinieron a la ciudad para su reconstrucción. En pocos años, Chicago resurgió y fue elegido para acoger la la Wolrd' Columbian Exposition, celebrada en Chicago en 1893, (Rememorando el cuarto centenario del descubrimiento de América). en esta Exposición consiguió el anís de Chinchón la medalla de oro, pero en esta ocasión la participación fue de don Arturo González Ortiz de Zárate. A la muestra asistieron dos millones y medio de visitantes.
En 1933 y 1934 se organizó la Feria mundial de Chicago, conocida como “Un siglo de progreso”, como una sociedad no lucrativa en enero de 1928. Su finalidad era celebrar una feria mundial en Chicago en 1933.
En esta ciudad de Illinois vivió el famoso mafioso Al Capone que gobernaba en el sector oriental de Chicago y es también la ciudad de Obama, el actual presidente de los EE.UU.
Pero además, Chicago es un musical. Yo que, como ya váis conociendo, no soy muy propenso a las salidas nocturnas y prefieron mi retiro de eremita, anoche acompañé a mi mujer y a unos amigos al teatro Coliseum de Madrid, e donde representaban “CHICAGO -EL MUSICAL”
No me gustó. Posiblemente porque recordaba “Jesucristo Superstar”, “El hombre de la Mancha” y “My Fair Lady” en los que además de una buena música, unas buenas interpretaciones y un montaje espectacular, había un argumento y una historia que se nutría de la música, la interpretación y el montaje para ofrecer un espectáculo completo.
Chicago, tiene una buena música de jazz, unas buenas coreografías, un montaje aceptable pero claramente superable, y una buena interpretación, pero le falta el argumento. La excusa para la música, la interpretación y el montaje es una historia zafia, sin sentido e ilógica, lo que desmerece el esfuerzo de todos los que han participado en el montaje de este espectáculo.
Mi mujer dice que es que yo no entiendo de música.