martes, 13 de enero de 2009

E-NANOCUENTO CON IMAGEN



Se incorporó de la cama y encendió un cigarrillo.

El reloj despertador marcaba las dos y cuarenta y tres.

Se volvió, pero a su espalda, ya no estaba ella.

Encima de la mesilla había dejado una nota escrita con rasgos apresurados:

“La próxima vez, procura no dormirte... hasta después...”
Nota del editor: Este pequeño cuentecito ya lo había publicado el día 1 de mayo de 2008, pero sin ilustración.