sábado, 20 de diciembre de 2008

LA HERENCIA DEL BUTANITO.

El cuadro que ilustra el inicio de este artículo es el célebre Café Pombo y su autor, don José Gutierrez Solana, retrata a Ramón Gómez de la Serna con sus contertulios. Si he utilizado esta ilustración no es porque tenga nada que ver con el artículo que sigue, sino por todo lo contrario; quiero mostrar mi deseo de que las actuales tertulias en televisión tuvieran un reflejo -aunque fuera pequeño- de aquellas tertulias literarias (Cualquier tiempo pasado fue mejor?)
Eran los primeros años del posfranquismo y todavía era presidente del Real Madrid don Santiago Bernabeu. Por los campos de fútbol empezó a pulular un intrépido reportero que, al no poder distinguirse por su apellido, que era bastante común, se enfundó un chubasquero de color naranja para llamar la atención. A don Santiago, que como se sabe, era bastante socarrón y ya estaba de vuelta de casi todo, no le cayó demasiado bien aquel jovenzuelo poco respetuoso y descarado y le bautizó como “el butanito”, por la coincidencia de su indumentaria y su pequeña estatura con las, entonces omnipresentes, bombonas de gas.
Eso le dio más fama y, en poco tiempo, se convirtió en referencia de la información deportiva. Se autoproclamó paladín de la libertad de expresión y abanderado de la verdad, y se embarcó en sagradas cruzadas para la liberación de la honradez deportiva, en contra de los directivos “chupópteros” que se aferraban a sus poltronas. Su forma descarada y trasgresora de afrontar la información, cautivó a millones de radioyentes que no dudaban en pasar sueño para estar informados de los escándalos que levantaba el nuevo “gurú”, en su programa de madrugada.
Utilizando la vieja técnica de las verdades a medias y aprovechandose de las informaciones de los ocasionales aliados, a los que se unía mientras le eran útiles, fue escogiendo cuidadosamente a sus “enemigos” para mantener el interés de sus oyentes, con el objetivo claro de conseguir año tras año los contratos más sustaciosos de la radio española.
Argumentaba su credibilidad en la posibilidad de sus víctimas de recurrir a los tribunales de justicia, sabiendo que la lentitud de los trámites les daban suficiente margen de maniobra para seguir engrosando, mientras tanto, su cuenta corriente, y en caso de ser condenado -como ocurrió en varias ocasiones- había pasado tanto tiempo que su reputación no se resentía demasiado y las indemnizaciones que tenía que pagar, resultaban rentables.
Pasó el tiempo y tuvo la tentación de dedicarse al periodismo político, pero aquellos tiempos no estaban, todavía, para muchas licencias y, poco a poco, su estrella fue palideciendo. Entre sus muchos méritos, hay que destacar el de haber sido lo suficientemente inteligente para saber sus limitaciones en su capacidad literaria y dedicarse exclusivamente al periodismo hablado, en el que llegó a crear escuela.
El espíritu del “butanito” caló en los jóvenes estudiantes de periodismo y en todos los ámbitos se iniciaron unos modos más trasgresores, que se iban alejando de la cortesía y las buenas maneras que habían imperado en la información.
Cada vez más, importaba menos la calidad que la agresividad. Y como eso vendía, la ley suprema del mercado dio el banderazo de salida en la gran carrera para captar cuotas de audiencia que, a la postre, se traducía en contratos más rentables para los profesionales.
Y nos fuimos acostumbrando a estas nuevas formas: los educados eran considerados horteras; los respetuosos, carcas, y los eruditos, repelentes. Y los asesores de imagen pensaron que esta nueva imagen de “hombre trasgresor” podía ser rentable también en política.
Por aquellos años, el Partido Socialista buscaba su escalada a la Moncloa y junto al líder, Felipe González, se colocó su “alter ego”: Alfonso Guerra. Una mezcla explosiva de maledicencia, ilustración y gracejo sevillano, que le reportó valiosos dividendos políticos.
El experimento lo quiso reactivar, años después, José María Aznar, pero a Francisco Álvarez Cascos le faltaba, al menos, el salero de Sevilla.
Una de las frases que se atribuyen a Guerra era aquella de que “a España no lo iba a conocer ni la madre que la parió”, y para hacerla realidad nos afanamos, un poco, todos. Y poco a poco, fueron desdibujándose los límites del hecho noticiable.

Siempre se había dicho que había un emisor, un trasmisor y un receptor de la noticia, que era lo verdaderamente importante; porque si no lo era, no tenía razón de ser todo lo demás.
Los emisores eran, muchas veces, creadores involuntarios de la noticia. Pero, cada vez más, fueron apareciendo emisores que buscaban trasmitir “su” noticia, porque ello le reportaba beneficios.
Los trasmisores eran los que determinaban, generalmente, si la noticia era o no digna de ser anunciada; aunque esto cada vez es más difícil de llevar a cabo, cuando los “amos” deciden las noticias que conviene trasmitir.
Los receptores de la información, a la postre, siempre pueden determinar si lo que reciben es digno de ser tenido en cuenta; aunque ésto no siempre es posible, si los profesionales son capaces de manipular la información de forma que llegue a los destinatarios de una forma subliminal, dificilmente perceptible por la mayoría.
Y está, por último, el hecho noticiable, la noticia misma. Cuentan en las escuelas de periodismo que no es noticia que un perro muerda a un hombre, pero sí que un hombre muerda a un perro. Hay noticias importantes, curiosas, extravagantes, amables, románticas, meteorológicas, deportivas.... pero todas ellas tienen que tener una condición imprescindible, que sean verdaderas. Si no, podrán ser una calumnia, un infundio, una broma, un bulo, un rumor... pero, nunca, una noticia.
Por lo tanto, lo primero que debe reclamar el destinatario de la información a los emisores y a los trasmisores es que lo que le trasmiten sea verdad. Esto, que parece obvio, no está tan claro en la realidad. Para comprobarlo podemos, cualquier día, comprar varios periódicos y veremos con estupor que una misma noticia se cuenta de forma muy diferentes en función de las fuentes y, sobre todo, de los medios. Vemos cómo se sacan de contexto las opiniones y se manejan partidistamente las informaciones, mutilando descaradamente la información completa para adecuarla a los intereses del que emite o trasmite la noticia. Y muchas veces, el receptor no tiene acceso al conocimiento de toda la realidad o buscarla suponer un esfuerzo que casi nadie está dispuesto a realizar.
Y ellos lo saben. Y así, hemos ido viendo cómo se han ido sucediendo toda clase de programas de radio y televisión en los que se hacía todo lo contrario de lo que anunciaban como objetivo. Muchas veces, con el pretexto de un servicio público se regodean en las más bajas pasiones de pobres infelices que son utilizados como monstruos de feria. Las mesas redondas y las tertulias, las más de las veces, terminan siendo un gallinero soez de maledicencias e injurias gratuitas, y los noticiarios, una descarada propaganda partidista del poder.

Hemos llegado a la “telebasura”, pero esto no es, todavía, grave. El que unos cuantos profesionales de la información estén haciendo su agosto a costa de supuestos -y casi nunca comprobados- asuntos turbios de famosos y famosillos, no deja de ser una cuestión de mal gusto, carencia de un mínimo de profesionalidad y bastante poca vergüenza; pero ya, casi todos, sabemos lo que nos podemos encontrar cuando sintonizamos estos programas.
Porque gracias a estos programas han encontrado acomodo una serie de “periodistas” profesionales y aficionados que se ganan el sustento deningrando, insultando, levantando infundios, mintiendo y despreciando toda clase de valores morales. Pero esto, todavía no es demasiado grave.
De esto también están viviendo un buen número de “pequeños hermanos”, “granjeros” y “robinsones” más o menos famosos, subnormales graciosillos, jovencitas algo ligeras de cascos, y bastantes “hijos de puta” que se aprovechan de todos ellos con el mayor descaro. Pero esto, aún, no es grave.
Y es que estos programas son todo un ejemplo de mala educación, de nula condescendencia, de ínfima cultura, de falta de respeto... pero ¿qué podemos esperar de las personas que los dirigen y de los que participan? Sin duda que poco más. Aunque es de justicia admitir que algunos, en ocasiones, tienen algo de gracia, algunos son ocurrentes, y los hay hasta que son simpáticos... y deben ser divertidos si tenemos en cuenta que tienen mucha audiencia.
En todos estos programas se asegura que quieren buscar la “verdad” y el mayor baldón que se puede lanzar a un contertulio es el acusarle de embustero. Pero ya hemos dicho que suelen hacer lo contrario de lo que dicen, y en la práctica, lo que menos importa es la verdad si la noticia es lo suficientemente escandalosa. Se admite el testimonio de cualquiera sin ninguna comprobación de su veracidad y la audiencia sabe que la mayoría de las cosas que se dicen son mentiras. Y eso sí, ya empieza a ser algo grave.
Pero como hay muchas horas de emisión y muchas emisoras es necesario llenarlas con noticias, para lo cual se recurre a dar vueltas y más vueltas a hechos sin demasiada trascendencia, y sin importar ni su autenticidad ni su importancia.

Pero esto, desgraciadamente, no sólo ocurre en los programas llamados del corazón. Las mismas técnicas y los mismos modos están llegando a los programas de información general y, sobre todo, a los programas de información política. Un grupo de comentaristas -casi siempre los mismos- generalmente con un prestigioso curriculum y que ocupan cargos de una cierta importacia en los medios profesionales, estiran las noticias hasta límites insospechados para llenar la gran cantidad de programas que pueblan las parrillas de las distintas cadenas y emisoras. Y empieza a ser preocupante que muchas veces utilizan modos y expresiones de la herencia del butanito. Y de esta misma herencia viene la utilización de las medias verdades y la utilización de frases sacadas de su contexto cuando el fin es atacar al enemigo, con un total desprecio por la verdad. Y esto sí que ya es bastante más grave.
Pero lo que ya es totalmente inaceptable es que se han declarado herederos del butanito, también, los políticos. Es lamentable ver a esos sesudos y provectos padres de la patria dedicados al insulto permanente a sus “enemigos”. Es demasiado grave, ademàs, que no les importe mentir descaradamente y que el único argumento utilizado sea precisamente acusar de mentiroso al contrario. Saben que en los pocos segundos que los medios les van a facilitar no es posible hacer una argumentación de sus tesis, y recurren, simplemente, a decir que lo que dice el oponente es mentira, porque saben que si lo repiten mucho, al final los oyentes se lo van a terminar creyendo, aunque sea mentira. Y eso sí que es grave.


Porque, aparte de cualquier consideración moral, es un espectáculo bochornoso, ver cómo serios abogados y respetables registradores de la propiedad, utilizan la jerga y los modos aprendidos en cualquier programa de la más baja estofa que protagonizan los “pequeños hermanos” de la Milá.

Han pasado varios lustros y seguimos acordándonos del Sr. García. Su herencia ha sido larga y prolifica. Y al final, sus herederos, van a hacer de su memoria un cúmulo de buen gusto, sensibilidad y finura informativa, si se compara con lo que vamos a seguir viendo, si Dios -sólo Él puede- no lo remedia.

DIAS DE GLORIA.









Hoy día 20 se clausuran las exposiciones que han recogido las diversas interpretaciones que varios artistas han realizado de la Condesa de Chinchón, que pintó Goya.
Entre ellas, la de Gloria, por lo que hoy le envío mi felicitación.
La Condesa cubista con el taje típico de Chinchón.(Detalle)
70x50 Oleo sobre tabla

viernes, 19 de diciembre de 2008

CUANDO LOS CONEJOS TENÍAN OREJAS DE GATO. Fábula.

Hace mucho, mucho tiempo, cuando se estaba inventando la rueda y los hombres todavía no sabían encender el fuego con pedernales, los conejos era una especie en riesgo de extinción.
La naturaleza les había dotado de unas robustas patas que les permitían correr para escapar de sus enemigos, y de unos dientes fuertes que les servían para roer cualquier alimento aunque fuese muy duro. Pero tenían unas orejas pequeñitas y un largo rabo como los gatos. La naturaleza, en cambio, no les dotó del fino olfato de los felinos, por lo que no podían oler a sus depredadores y sólo les oían cuando ya estaban demasiado cerca. Aunque eran veloces, muchas veces en su huida, su larga cola se enredaba en los matorrales con lo que eran fácil presa para los fieros perros y demás alimañas que les acosaban.
Eran tiempos en los que no existían leyes proteccionistas y sólo imperaba la ley sagrada de la supervivencia del más fuerte, por lo que tiempo a tiempo -todavía no se habían inventado los años- la población de conejos disminuía alarmantemente.
Alejo, era un viejo conejo, que había logrado sobrevivir a pesar de sus carencias, gracias a su ingenio y a su concienzuda reflexión. Pensó que las carencias que les había negadola madre Naturaleza se podían suplir con inventiva y fue ideando diversas formas de suplir sus deficiencias.
La mayoría eran desechadas aún antes de experimentarlas, pero hubo una que llegó a ilusionar a los amedrentados conejillos. Cerca de su madriguera crecían unas plantas con frutos de formas caprichosas. Muchos años después, un tal Carlos Linneo dijo que eran de la familia de las cucurbitáceas, y alguien las llamó: “calabazas”.
Estos frutos de formas muy raras, solían tener una parte abultada y otra más fina y, cuando se secaban, quedaban huecas, de forma que haciendo un agujero por la parte más pequeña y abriendo la parte más gruesa, se formaba una especie de trompetilla gigante que tenía la admirable propiedad de amplificar los sonidos. Este artilugio suplía con eficacia la pobre capacidad auditiva de los desdichados conejos, que se afanaron en construirse cada uno su amplificador.
El invento era eficaz a la hora de oir llegar a sus enemigos, pero dificultaba la huida mucho más que sus largos rabos de gato y terminó por ser arrinconado por todos, con gran pesar de Alejo -el conejo viejo- que se había hecho ilusiones de pasar a la historia lepórida.
Se reunió el consejo de sabios para buscar soluciones pero a nadie se le ocurrió una solución que ilusionase mínimamente a los allí reunidos. Cuando estaban a punto de marcharse alguien dijo:
- ¡Como no lo remedie el elfo del árbol del río...!
Nadie pensó que era la solución, pero como no había otras alternativas, se comisionó a los tres conejos mayores para que fuesen a visitar al duendecillo que habitaba en el tronco del río, junto a la cascada.
- ¡No, es imposible! Yo no puedo hacer eso.
- Sólo sería que hicieses crecer nuestras orejas un poco... como las de los burros... aunque fuesen un poco más pequeñas...
- Lo siento, la madre Naturaleza no permite que nadie cambie lo que ella ha hecho...Aunque, pensándolo bien, yo podría daros unas orejas más grandes, si estáis dispuestos a perder algo a cambio... Ya se sabe que toda elección supone una renuncia...
- ¡Vale! dijo Alejo alborozado. Nos estiras las orejas y nos encojes el rabo....
Pasó el tiempo, se encontró el misterio de la rueda, los hombres aprendieron a encender el fuego con pedernales, se inventaron los años, y los lustros y los siglos, y los conejos, con sus nuevas orejas largas, muy largas, tan largas que las tenían que llevar dobladas porque no se les tenían derechas, y con sus pequeños rabitos que apenas parecía un pompón de pelusa sobre sus patas, crecieron y crecieron, y, nunca más, fue una especie en riesgo de extinción y ya nadie se acordaba de cuando tenían unas orejas pequeñitas y un largo rabo, como los gatos.

jueves, 18 de diciembre de 2008

¿PARA CUANDO EL PLAN DE URBANISMO DE CHINCHON?

En el año 1974 la Ciudad de Chinchón fue declarada "Conjunto histórico-artístico", y en la memoria justificativa se destaca, entre otros valores, la famosa plaza, que define como "uno de los más valiosos ejemplos de plazas españolas, genuina representación de arquitectura popular".
En el año 1985 se aprobaban unas “normas subsidiarias”, que entonces se pensaron con carácter transitorio, en tanto se redactaba un “plan general de urbanismo” para Chinchón, y que nunca se llegó a concretar, por lo que estas normas del año 1985 son las que siguen vigentes para el ordenamiento urbanístico de Chinchón.
Han pasado más de 23 años y la situación de Chinchón ha cambiado mucho. La falta de este plan general de urbanismo ha ocasionado demasiados quebraderos de cabeza a los responsables de la política urbanística de Chinchón y, sobre todo, a los sufridos chinchonenses que han querido edificar o restaurar sus casas durante este tiempo.
Una de las principales causas de estas dificultades ha sido el problema de armonización, entre la normativa en materia de construcción, que emana de Patrimonio Nacional con motivo de haber sido declarado Chinchón "Conjunto histórico-artístico", y las necesidades de los propietarios para construir o rehabilitar sus viviendas.
La mayoría de las viviendas de Chinchón son muy antiguas. Más del 21% son anteriores al año 1900 y más del 50% están construidas antes del año 1960.
El 17% de las viviendas de Chinchón están vacías y cerca del 25% son viviendas secundarias. La media de ocupación por vivienda es de 2,81 personas.
Conjugando todas estas cifras, nos encontramos que la densidad de población en Chinchón es de 33,24 habitantes/ Km2, lo que es 18 veces menor que la de la Comunidad de Madrid (634,7 habitantes/ Km2) y menos de la mitad que la media nacional (79,0 habitantes/ Km2).
Efectivamente, el casco urbano de Chinchón están muy poco habitado. Las casas son demasiado grandes y muy antiguas, generalmente adaptadas a la actividad agrícola para las que fueron concebidas y que ya han quedado obsoletas, puesto que el Sector primario (Agricultura y Ganadería), que ocupa a un 11,8% de la población, es el sector con menor implantación dentro del municipio, frente al 50,1% servicios, 17,9% construcción y 20,2% industria.
Por otro lado, la población de derecho de Chinchón ha aumentado levemente en los últimos años: 4.666 en 2003, 3.765 habitantes en 1991, 3.849 en 1996 y 3.856 en 1998.
Parece claro que es urgente y necesaria la redacción de un plan general de Urbanismo. Durante estos años, han sido varios los intentos que se han realizado para su redacción, pero como el plazo para hacerlo superaba el tiempo en que han permanecido en el poder los distintos partidos políticos (PP. y PSOE.), unos y otros se han encargado de anular los proyectos que los otros habían iniciado.
Afortunadamente, esta situación de indefinición ha librado a Chinchón del crecimiento urbanístico desmedido y especulativo que nos ha rodeado en los pueblos de la zona. Como tantas veces, Chinchón se ha librado de “males mayores” por la inacción de sus autoridades.
Pero ahora, posiblemente, sea el momento oportuno para atacar este asunto de suma importancia para el futuro del pueblo. Ya no existe la presión especulativa de la necesidad de suelo urbanizable una vez que se ha desinflado la burbuja urbanística. Además éste debe ser un proyecto de todos y ningún partido debe imponer su concepción particular, sino que se debe consensuar lo que sea mejor para todos.
No es cuestión de plantear cúanto suelo se debe recalificar, sino cuáles son las necesidades reales para hacer más habitable nuestro pueblo, rehabilitar el casco antiguo para dar cabida a los habitantes actuales y los que se estimen que va a tener Chinchón a medio plazo y entonces, si es necesario, pensar en qué terrenos sería necesario recalificar.
Lógicamente, esto no deja de ser una opinión particular, y expertos, más sabios, hay que deben dar su opinión. Sólo pienso que es un buen momento para afrontar la redacción del Plan General de Urbanismo que Chinchón necesita, y habrá que buscar una solución en la que se imponga la lógica haciendo que las necesidades de sus habitantes sean compatibles con el buen gusto y las medidas dictadas por Patrimonio, para conservar la fisonomía artística de nuestro pueblo.
Por una información en la página web del Ayuntamiento conocemos esta noticia:
32.000 viviendas de la Comunidad de Madrid se rehabilitarán en 12 municipios, entre ellos Chinchón.
La Comunidad de Madrid ha aprobado la rehabilitación de 31.981 pisos ubicados en 17 nuevas Áreas de Rehabilitación Integral de 12 municipios de la Región, lo que supondrá mejorar la calidad de vida de aproximadamente 110.000 ciudadanos madrileños.
La primera fase de esta iniciativa, que incluye obras de mejora en 10.500 viviendas, un 32,8% del total, contará a partir de hoy con cofinanciación estatal tras la firma de varios acuerdos entre la consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Ana Isabel Mariño, y la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor.
En la ejecución de estas obras, se prevé invertir 49,1 millones de euros.
Chinchón, con 69 viviendas y una inversión total cercana a los 830.000 euros es uno de los municipios que se va a beneficiar de este acuerdo. Las viviendas que se van a beneficiar están situadas en el “Barrio del Pilar”.
Está muy bien que se rehabiliten las viviendas del Barrio del Pilar, contruido hace unos treinta y tantos años, pero es necesario un plan más ambicioso que se encamine a la rehabilitación integral del casco antiguo de Chinchón, donde muchas de sus viviendas, como hemos visto, fueron construidas antes del año 1900.
¡Tendremos paiciencia!

miércoles, 17 de diciembre de 2008

ZÓSIMO, EL HOMBRE QUE OLVIDO SU NOMBRE.(Cuento)

Hacía ya tiempo que la niebla del olvido iba descendiendo por las estribaciones de mi mente, desdibujando recuerdos y velando realidades; por eso no sabía a ciencia cierta cuando ocurrió.
Pudo ser aquella mañana del mes de junio, cuando me despertó una tenue ráfaga de viento que se coló por las rendijas de la vieja y desvencijada ventana de la alcoba. Me desperezé después de apartar la sábana que me había echado encima cuando el relente del amanecer me invitó a arrebujarme como un ovillo en medio de la cama.

Aquella mañana, no sabía porqué, me vino a la mente una palabra de esas que nunca se usan: "binza". No, no era pinza, ni pizca, ni bizca, ni bizna, era "binza" y no sabía su significado.

-"Binza"... "binza"...

Nada, que no podía recordar que podía ser "binza".

Aunque por aquello del fastidioso vértigo, tenía que levantarme poco a poco, aquella mañana me tiré literalmente de la cama y me fui directo al diccionario."Ba"... "be"... "bi"... "biberón"...

Casi se me cayó el diccionario de las manos... faltaban muchas palabras... eran como si se hubiesen borrado... como si alguien lo hubiese sacudido y muchas palabras se hubiesen caído del libro, tintineando en el suelo como pequeñas cuentas de cristal.

Y se me olvidó la palabra. No era bizca, no. Ni pinza, ni pizca... Era... no; ya no me acordaba. Pensé que debía ser que todavía no había tomado el café y además la próstata me recordó cuáles eran mis primeras obligaciones. Entré en la rutina diaria de la tostada untada con un diente de ajo y un chorrito de aceite, de la loncha de jamón York en una rebanada de pan de molde, porque mis dientes ya no podían con la corteza del pan candeal y del tazón de leche engañada con un poco de café en que se había convertido, con los años, el tradicional café con leche.
Mientras desayunaba en la cocina no paraba de dar vueltas a la cabeza... no era pizca... ni pinza... Ni por esas, que no podía recordar la maldita palabra.
Aunque yo lo decía hacer la cama, la realidad es que me limité a estirar las sábanas y la colcha, porque ya no podía agacharme para remeter la ropa, que sólo ofrecía un aspecto presentable los viernes cuando venía la asistenta. Un aseo rápido - ese día más- y me vestí para salir a dar el paseo matutino y comprar el pan. Pero antes cogí de nuevo el diccionario. Efectivamente se habían perdido muchas palabras. Estaban la mayoría, las que se usan normalmente... "Alba", "ayuda", "baile", "casa", incluso estaba "diptongo" que hacía mucho tiempo que no escuchaba; pero habían desaparecido todas esas palabras tan raras que nadie dice y que casi nadie sabe su significado, las que me gustaba llamar palabras dinosaurio.
No sabía interpretar lo que ocurría y pensé que podía estar pasando lo mismo en los otros libros. Me fui al Quijote y vi que allí también se habían caído bastantes palabras. Ojeé algunas páginas y de vez en vez había espacios en blanco: "El resto de ella concluían .............. de ............. , calzas de ................ para las fiestas, con sus ............. de lo mismo, y los días de entresemana se honraba con su.............. de los más fino". Leí, empezando a asustarme.
Lo bueno que tiene el síndrome del inicio del alzheimer es que todo se me olvidaba muy pronto y cuando volví de la calle, puse la tele para no ver cómo se despellejaban en las tertulias, porque yo nunca veía la televisión aunque la tuviese siempre encendida. Era mi única compañía.
A la mañana siguiente me vino a la mente "albahaca" y cuando fui al diccionario se habían perdido todas las palabras con raíz árabe. Unos días después fueron los anglicismos y luego los toponímicos. En el diccionario y en los libros había, cada vez, más espacios en blanco que avanzaban inexorables. Me figuraba unos grandes osos polares devorando salmones, con escamas de letras, que intentaban, en vano, nadar contra corriente. Ya eran muy pocas las frases que estaban completas; posiblemente sólo "mi mamá me mima", "amo a mi mamá" y "Con cien cañones por banda", que era la única poesía que había aprendido de pequeño.
Me llegué a obsesionar con las palabras que iban desapareciendo de los libros, pero no podía contárselo a nadie. A pesar del buen tiempo apenas si ya salía a la calle y pasaba horas y horas asomado a la ventana hasta que la silueta del castillo se diluía en el azul cada vez más oscuro del horizonte. Entonces empezaban a encenderse las estrellas, y me entretenía en contar las que jugaban al escondite, las que tiritaban de calor y se me humedecían los ojos, emocionado, cuando veía las estrellas fugaces, porque pensaba que se iban a pasear con sus amigos por la vía láctea; luego me acostaba y muchas noches olvidaba apagar la televisión.

La semana siguiente perdí las palabras esdrújulas y en poco más de un mes, no me quedaban palabras con más de cuatro letras. Tenía "luz", "niño", "amor", "pan", pero ya no estaba "mariposa", ni "pájaro", ni "amapola", aunque todavía me quedaba "flor". Claro que no me importaba, porque las palabras que se habían caído de los libros yo las había olvidado. Ya no sabía que significaba "dolor", ni "recuerdo", ni "esposa", y unos días después tampoco "hijo", porque sólo me quedaron las palabras de dos letras.
Por eso, sólo decía "yo" cuando los médicos me preguntaron mi nombre. Y es que "Zósimo" fue una de las primeras palabras que olvidé, porque era esdrújula, porque hacía mucho tiempo que nadie me llamaba y porque en la tele nunca se oía un nombre tan raro.
Cuando mis hijos entraron en casa para hacer la testamentaría, todos los libros tenían las páginas en blanco, aunque ellos no se enteraron porque sólo buscaban las cartillas de la Caja de Ahorros.


Nota: Para que no tengáis que buscarlo, “binza” es la capa o película exterior de la cebolla. Dios tendría que haber dotado, también, a los hombres de una binza protectora.

martes, 16 de diciembre de 2008

COMUNICADO DEL COLECTIVO CACH.


El Colectivo de Artistas de Chinchón (CACh), me envia el siguiente comunicado, que publico, para general conocimiento:

Clausura de la exposición.
El próximo sábado día 20 de diciembre será clausurada la exposición "La Condesa de Chinchón. Fusión de historia y arte".
Tanto el acto de presentación como las exposiciones celebradas en la sede de la Casa de Cultura del Ayuntamiento de Chinchón y en la Sala Capitular del Parador de Turismo de Chinchón, han supuesto un hito de participación y asistencia para este tipo de manifestaciones culturales.
Las valoraciones que nos han transmitido tanto los participantes como el público asistente han sido muy positivas a lo largo de todos los días en que ha estado abierta la exposición.
Reiteramos nuestro sincero agradecimiento a todos quienes habéis colaborado en el éxito del proyecto.

Desmontaje y devolución de las obras.
El domingo 21 de diciembre de 11 a 14 horas se desmontarán para su devolución las obras en las sedes del Parador de Turismo y de la Casa de Cultura en las que habrá dos equipos que las entregarán a los autores o a la persona que designen.
Rogamos a todos los artistas su asistencia o bien se coordinen entre varios para recoger las obras. En caso de tener algún problema podéis llamar a los teléfonos de referencia.

EL ESCULTOR EDUARDO CARRETERO, HIJO ADOPTIVO DE CHINCHON.

El día 10 de septiembre de 2005, en la Casa de Cultura “Manuel Alvar” de Chinchón, se entregó el título de Hijo Adoptivo de Chinchón a Don Eduardo Carretero. Ese mismo día se procedió a la clausura de su exposición “Retratos” que había permanecido abierta desde el día 12 de agosto. En el catálogo de esta exposición se decía:

“No hay nada más versátil que el rostro humano. Ninguno de sus rasgos son estáticos. Es tan cambiante, tan móvil, como el mar. Siempre, ante el paisaje marino, hemos sentido esta impresión; hemos manifestado el sentimiento de que, a pesar de su aparente invariabilidad, continuamente presenta aspectos nuevos. Cada rostro está expresando, de forma continuada, estados - corrientes interiores- del agitado ser del hombre.
Si difícil es captar lo cambiante del mar, aún lo es más si lo que intentamos es plasmar en un retrato, trazos, formas, planos, volúmenes y lo que los anima, lo que da su peculiaridad a cada hombre.

Pretender retener, fijar en perennidad, lo fluctuante de la personalidad del hombre es arduo quehacer. Exigen hábiles y denodadas intuiciones, raras cualidades donde se aunen, la fina percepción de un sicólogo, junto a un perfecto dominio de la materia instrumental. Por esto, es tan difícil hacer un buen retrato. Por esto es tan complejo este género dentro de las artes plásticas. Tan comprometido. Compromiso en el coparticipan retratista y retratado.En un retrato están implicadas dos almas. Quedan fijadas, para siempre -para ese relativo siempre histórico- características de los actores que han intervenido en la acción -mejor en la tensión- dramática que se establece cuando dos seres se enfrentan; y más, si ese enfrentamiento consiste en intentar descubrir el alma de uno de ellos. Es un proceso mayéutico. Y los partos son dolorosos.
Eduardo Carretero es un escultor que hace retratos. Pero los hace para ponerse a prueba. No como escultor: le sobra dominio de su arte. Sino como hombre en ejercicio de diálogo, en prolija anamnesis, que conduzca a la desnuda confesión del retrato. Todo retrato es desnudarse, es confesarse.
La función del artista consiste en cubrir pudorosamente el alma del retratado, cubrirla con arte, diríamos. Y esto lo consigue, prodigiosamente, Eduardo Carretero”.
(Esta presentación había sido escrita por José Mercado, para la exposición de retratos efectuada en el Museo Provincial de Bellas Artes de Málaga, del 3 al 20 de agosto de 197o).
Se expusieron 15 obras de personalidades famosas y de personas con las que el artista estuvo relacionado. Estas son de ellas, junto a la fotografía del autor.

lunes, 15 de diciembre de 2008

LAS CUEVAS DE CHINCHON.

En varias ocasiones he comentado la existencia de multitud de cuevas en el subsuelo de Chinchón. Las cuevas tuvieron su finalidad en el almacenamiento y conservación del vino en grandes tinajas de barro. En tiempo de la guerra civil se utilizaron como refugio para defenderse de las bombas, y siempre como alacenas climatizadas para conservar alimentos.
Recientemente, el programa de Televisión "España Directo", emitió un monográfico sobre las cuevas que hay en Chinchón. En el reportaje recorre varias de las cuevas del pueblo, que nos van presentando los propietarios.
Me lo envia mi amigo Juan Luis, y quiero compartirlo con todos vosotros. Los de Chinchón posiblemente lo conozcan, pero es posible que para otros muchos sea una novedad.
Espero que os guste:
Tenéis que pinchar en esta dirección y podréis ver el video.

LA DESTRUCCION DE CHINCHON POR LOS FRANCESES EN OCHO JORNADAS.y VIII


Y LA JORNADA OCHO: Para terminar: la versión francesa.

No es frecuente contar con versiones desde los dos puntos de vista de los contendientes en una guerra: en esta ocasión, afortunadamente, disponemos de un testimonio de un gran valor, por tratarse de la aportación de un francés. El Coronel Morín, Comandante del 5º Regimiento de Dragones, que tomó parte en las batallas de Almonacid y de Ocaña en el año 1809, escribió sus memorias que tituló “Journal d'Espagne du Colonel Morin, Comandant le 5e Regiment de Dragons”. Estas memorias fueron recogidas por Jérôme Croyet, doctor adjunto en historia y archivística del Departamento de L’Ain, y colaborador del Magazín “Napoleón 1º”.
Como suele ocurrir en las memorias hay algunas imprecisiones en las fechas, pero lo verdaderamente importante es encontrar una referencia del bando enemigo, que relate los acontecimientos ocurridos, reconociendo que en Chinchón se produjo una masacre.
En las memorias podemos leer: “Le 30 l'armée fait un mouvement pour se concentrer en arrière du Tage ; la division part d'Ocana et fait halte à Aranjuès où elle passe ce fleuve. Cette résidence royale qui, autrefois, était un séjour enchanteur est presque entièrement dévastée, on a abattu à cause des nombreux bivouacs et pour le service de l'artillerie une partie des plus beaux arbres ; les jolies habitations des personnes attachées à la Cour sont la plupart démolies, le peuple fait chaque jour de nombreux dégâts pour avoir les fers et les plombs ; le château seul a été respecté jusqu'à ce moment ; il n'a rien de bien extraordinaire, mais cependant avec toutes ses dépendances, ce séjour devait autrefois être digne de sa destination. Nous séjournons le 31 à Colmenar de Oreja et nous nous établissons le 1er avril à une lieue en arrière du village de Chinchon, qui autrefois présentait de grandes ressources mais qui a été saccagé en 1811 pour avoir fait feu sur un régiment français qui y passait ; il y a eu plus de 200 habitants massacrés par les soldats”
Esta puede ser la traducción: El día 30, la armada hace un movimiento para concentrarse en la parte de atrás del Tajo; la división militar parte de Ocaña y acampa en Aranjuez, por donde pasa el río. Está residencia real que antes era un lugar encantador, ahora está casi enteramente aniquilado, se han cortado para abastecer a los numerosos campamentos militares y para el uso de la artillería, una parte de los árboles más hermosos; los edificios mas bonitos de las personas asignadas a la Corte, están la mayoría destrozados, el pueblo hace cada día nuevos saqueos y destrozos para conseguir hierro y plomo. Sólo ha quedado el Palacio hasta hoy; no hay nada más que destaca en la zona pero ha debido de ser antes un lugar digno de visita. Estaremos el 31 en Colmenar de Oreja y nos vamos a establecer el primero de Abril a una legua del pueblo de Chinchón, que en el pasado tenía grandes recursos, pero que fue destrozado en 1811 por abrir fuego sobre una patrulla de infantería francesa que pasaba; hubo más de 200 ciudadanos masacrados por los soldados.
Como indicaba anteriormente hay un evidente error en la fecha, posiblemente debido a que estas memorias se escribieron años después, y ya sabemos que el tiempo siempre es engañoso en el recuerdo. Pero hay datos que confirman todo lo que hemos relatado sobre las repercusiones que tuvo la estancia del ejército francés en la zona. Nos cuenta cómo en Aranjuez también agotaron las existencias de leña para el suministro de las tropas, quedando el sitio real totalmente destruido, a excepción del Palacio Real.
También confirma los daños que se ocasionaron en Chinchón, que describe como un pueblo de grandes recursos y detalla la causa de la represión llevada a cabo por los franceses, reconociendo que más de 200 ciudadanos fueron masacrados por los soldados. También hay un error en esta cifra, pues como hemos indicado las muertos contabilizados fueron 103 varones.

- Y esta es la historia.
Es una triste historia. Posiblemente la historia más triste que se puede contar de Chinchón. Eran los últimos días del año 1808. Las tropas francesas habían invadido España por la ineptitud de un rey que era capaz de ceder ante Napoleón la soberanía de un país. En Mayo de ese mismo año se habían producido en Madrid unos acontecimientos que iban a marcar el futuro de toda una nación. El pueblo se había levantado contra los invasores, mientras las autoridades se escondían atemorizadas.Chinchón era un pequeño pueblo perdido a poco más de diez leguas de la capital. Según el censo, realizado por orden de Manuel Godoy en el año 1797, contaba con 744 vecinos, lo que representaba alrededor de 3000 habitantes.No fue un levantamiento popular, más bien unos hechos lamentables e inconscientes de un grupo de incontrolados. Pero las autoridades tampoco fueron capaces de encontrar soluciones y, como siempre, lo pagó el pueblo. 103 vecinos inocentes eran brutalmente asesinados por las tropas francesas al mando del Mariscal Víctor. Se había diezmado la población y se habían perdido sus mejores obras de arte. Era, sin duda, la historia más triste jamás contada de Chinchón.

domingo, 14 de diciembre de 2008

LA DESTRUCCION DE CHINCHON POR LOS FRANCESES EN OCHO JORNADAS.VII


JORNADA SIETE: Aún no había terminado todo.

Chinchón había quedado totalmente destruido. Habían muerto muchos hombres, lo que suponía haber perdido un gran potencial de mano de obra que que iba a tener repercusión en la capacidad para la reconstrucción del pueblo. Pero es que además Chinchón seguía en territorio ocupado por las tropas francesas y en estado de guerra permanente. Las autoridades militares francesas seguían reclamando la obligación del pueblo a suministrar víveres y otros productos para la tropa. Ya no era sólo una labor de abastecimiento teóricamente remunerado, era una obligación de entregar lo que los soldados necesitaban bajo amenazas incluso de cárcel a los que no lo cumpliesen. Esta situación fue permanente durante el año 1809, y se agravó a partir del mes de Agosto. Las tropas francesas se preparaban para iniciar la campaña de Andalucía. Durante ese verano y hasta el mes de octubre se fueron concentrando un gran contingente de tropas en las cercanías de Aranjuez y Arganda, donde tenían su cuartel general de la zona, para preparar la ofensiva que después fue conocida como la batalla de Ocaña.
Las instalaciones que disponían eran insuficientes para albergar a todos los soldados que llegaban y tuvieron que acantonar las tropas en los distintos pueblos de la comarca. Concretamente en Chinchón, durante la segunda quincena del mes de agosto estuvo acantonada la división alemana. Al mes siguiente se concentró también la división polaca. Encontramos en los libros capitulares del ayuntamiento diversas actas de estas fechas en las que se puede apreciar la situación de desesperación de las autoridades que eran incapaces de dar satisfacción a las demandas de los franceses. Ya el 13 de junio se había recibido un requerimiento del Comandante de Armas del Real Sitio de Aranjuez, a los Alcaldes ordinarios del pueblo, reclamando el suministro de víveres, amenazándoles incluso con la prisión si no atendían el compromiso de abastecimiento diario a la tropa. Ante la situación de carencia que había en el pueblo se acuerda hacer uso de los diezmos pontificios para hacer frente a la manutención de los soldados.
Pero la situación más desesperada se produjo cuando el ejército se acantonó en Chinchón. Durante el mes de Septiembre las reuniónes de los responsables municipales eran casi diarias. Encontramos el detalle de los acuerdos tomados en el libro capitular, donde se indica el 3 de septiembre que por haberse consumido toda la leña que había tanto en casas particulares como en las distintas fábricas de Chinchón para tender las necesidades de la tropa, se autorizaba a cortar leña en el Bosque de Valdemorera, con la indicación de que se hiciese el menor daño posible a las plantas. Una semana después, el 9 de septiembre se da cuenta de que es imposible abastecer al ejército imperial con el trigo disponible en las casas, con lo que se tiene que tomar la penosa decisión de disponer del que había en el Pósito, destinado al préstamo para la siembra a los agricultores. Al día siguiente tienen que afrontar la necesidad de recaudar la cebada que reclamaban las tropas francesas, y el día 13 de ese mismo mes la situación se hace desesperada y el pueblo se concentra en la plaza, ante la casa consistorial, por no poder soportar la presión a que es sometido para abastecer a la tropa.
Ante la carencia de materias primas sólo era posible disponer de dinero para comprarlas, pero tampoco se podía grabar más a los pobres vecinos después de tantas calamidades como habían sufrido. Cada uno de los responsables municipales hace sus propuestas y la decisión final es hacer una cuestación entre los principales contribuyentes del pueblo para recaudar fondos. En esta cuestación participa también la Confradía del Santísimo Cristo de Gracia que aporta 45 reales y 8 maravedíes. También se acuerda disponer de los 13.833 reales que en el mes de agosto se habían recibido de la aportación de los impuestos de mojona correspondientes al primer semestre del año 1809.
Desde mediados de octubre se inician los movimientos de las tropas para tomar posiciones en los pueblos de Toledo hasta que a primeros de noviembre empiezan las maniobras previas a la batalla de Ocaña que tiene lugar a mediados de ese mes. Las tropas francesas vencen a los españoles lo que les abre las puertas para avanzar hacia Andalucía. A partir de ese momento disminuyó sensiblemente la presión sobre Chinchón.

Y sólo queda la conclusión, que se lo contaré mañana...