viernes, 11 de julio de 2008

ESCUDOS y BLASONES DE CHINCHÓN.


Chinchón fue siempre residencia de familias importates que estuvieron ligadas a la nobleza y tambien a la realeza. Hasta nuestros días han llegado algunos de los escudos que blasonaron las puertas de sus casas. Pienso que puede ser una buena escusa para darnos un paseo por las calles de Chinchón.
Lo primero que hay que indicar es que, con una sola excepción, ninguna de las casas donde se encuentran los escudos antiguos pertenece a las familias que ostentan la titularidad del escudo nobiliario. Por eso, resulta difícil hacer un seguimiento de las distintas dinastías titulares.
Estos escudos también nos pueden contar la propia historia de sus casas y de las distintas familias que las han habitado, Iniciamos el recorrido por ...


Escudo de la familia Zurita y Mendoza.


En la calle de Zurita, en el actual número once podemos admirar un escudo de piedra en perfecto estado de conservación.
Esta casa fue residencia de los Zurita y Mendoza, a quienes pertenece el escudo de armas.
Sobre la puerta principal, un escudo partido y dos veces cortado. Primero, dos perros rampantes, enfrentados, atados con cadena. Segundo, tres castillos. Tercero, castillo con un árbol a cada lado. Cuarto, tres barras. Quinto, tres barras y debajo la leyenda "Ave María plena". Sexto, águila explayada con bordura de ocho flores de lis y entre las dos anteriores, en la punta del escudo, séptimo, cuartel con tres bandas y encima la leyenda complementaria de la anterior: "Gratia". Acolada la cruz de Santiago y timbrado por corona de marqués.
Personajes de este linaje:
D. Eugenio de Zurita y Pineda, que en 1643 litigó y ganó en Valladolid, la hidalguía de sangre, siendo admitido como vecino hijodalgo de la villa.
Juan de Zurita y Mendoza, graduado de bachiller en la Universidad de Alcalá de Henares y nombrado capellán mayor de la Iglesia de la Piedad el día 12 de septiembre de 1691.
D. Antonio de Zurita y Mendoza, coronel, capitán de Reales Guardias Españolas, casado con doña Margarita Macleane.
Dª María de Zurita Mendoza y Macleane, casada con don Miguel Vázquez de Mondragón y Topete, caballero de Calatrava, coronel de Infantería, maestrante y natural de Ronda, y vecino de Chinchón en el año 1784.
D. Carlos de Zurita y Mendoza, visitador eclesiástico de Chinchón. En el año 1778, junto con don Miguel Ramón Linacero, capellán mayor de la capilla del serenísimo Infante don Luis y conde de Chinchón, y con otras personalidades de la villa, crearon la tercera Sociedad Económica de Amigos del País de Chinchón.
Pero esta casa tiene, también su propia historia:
El 21 de noviembre de 1933, la compra el Sindicato agrícola "Asociación agraria de Chinchón", que presidía don Esteban Recas de la Peña, en el precio de veintinueve mil setecientas pesetas, para su sede social y la instalación de una panadería.
Durante la guerra civil cayó una bomba en los tejados de la corraliza ocasionado algunos desperfectos.
La actividad del Sindicato continuó en esta casa después de la guerra civil, hasta el año 1949, que es vendida, pasando por varios propietarios.
En el año 1955 se traslada a esta casa el Cuartel de la Guardia Civil, donde permanece hasta el año 1960.
Del apellido Zurita y Mendoza no queda ninguna familia en Chinchón.

miércoles, 9 de julio de 2008

CHINCHON EN EL AÑO 1848.


La primera descripción completa de Chinchón de que disponemos, corresponde a la que hace Pascual Madoz en su libro: Madrid: Audiencia, Provincia, Intendencia, Vicaría, Partido y Villa. editado en Madrid, en el año 1848, en ella dice:
“Tiene 984 casas casi todas de 2 pisos y entre ellas bastantes muy capaces, de buena habitación alta y baja, grandes lagares con embaldosados de piedra, vigas, extensas bodegas y cuevas subterráneas, para la conservación de vinos; una plaza en el centro de la población de figura oblonga y bastante llana, en lo antiguo, para evitar la inundación de las aguas que descienden de los cerros que la circundan por N., E. y S. se construyeron dos grandes alcantarillas subterráneas, embovedadas de mampostería por donde se da salida a las aguas sin ser vistas, hasta muy distante de dicha plaza, en esta y en su lado S. y O. hay dos soportales con columnas de piedra blanca, sobre las que están fabricadas las casas que sirven de tiendas de comestibles y la de Ayuntamiento y carnicería con 2 y 3 órdenes de balcones o corredores de madera que sirven de vistas para las funciones públicas y corridas de novillos; en el lado del E. hay una fuente de agua gruesa con 2 abundantes caños que recibe un pilar cuadrado bastante grande para abrevadero de caballerías. Otra también de dos caños y aguas gruesas entre E. y O. con un gran lavadero de piedra, hay además seis plazas distribuidas en diferentes puntos llamadas del Pozo, de Palacio, San Roque, Sanbillar, San Antón y Las Vacas.

En la de San Roque hay una fuente de aguas potables de donde se surten gran parte de la población, su sobrante se recoge en un pilón para abrevadero de ganados y caballerías en donde cae otro manantial de agua más gruesa; asimismo existen 450 pozos de aguas buenas, medianas y gruesas en otras tantas casas y varios de ellos para uso de algunos vecinos; como también cuatro manantiales pequeños en casas particulares.

Las calles son anchas y empedradas parte de ellas agrias y pendientes y la mayor en línea recta y de buena figura, limpias por estar en buen estado de policía urbana; hay un hospital para curación y asistencia de enfermos, mal estado por haber vendido sus fincas a principios de este siglo en virtud de las leyes de Amortización, un edificio que fue convento de Agustinos calzados, situado en el centro de la población y a la parte sur de la plaza, el cual está cedido en el día por el Gobierno a favor de los pueblos del partido y en él se ha fabricado en el año 1843 una cárcel y oficinas para el juzgado de primera instancia, todo muy decente, capaz y salubre, estando separado el local que fue iglesia y que en el año 1846 fue destinado para capilla pública; habiéndose trasladado a él Nuestra Sra. del Rosario, que antes estaba en una ermita extramuros de la población, cuya inauguración tuvo lugar el día 24 de junio; asimismo existen dentro de la población cinco ermitas públicas bajo la advocación de San Roque como patrono del pueblo; San Esteban que, según la tradición del vecindario, fue la primitiva parroquia del pueblo; Nuestra Señora de la Misericordia, de la Concepción y del Rosario y una iglesia parroquial (La Asunción de Nuestra Señora).

HOMENAJE A LA VIRREINA DEL PERU


DOÑA FRANCISCA ENRIQUEZ DE RIVERA. CONDESA DE CHINCHON
En el mes de enero de 1949 varias personas particulares de Chinchón envían un escrito al Ayuntamiento para que se organice un acto de homenaje a la Condesa de Chinchón y Virreina del Perú doña Francisca Enríquez de Rivera, esposa del IV conde de Chinchón, don Luis Jerónimo Fernández de Cabrera.
Con fecha 21 de febrero de 1949, el Ayuntamiento nombra una comisión para que se encargue de realizar este acto, siendo nombrados los siguientes señores:Presidente: Narciso del Nero Carretero. Vocales: Enrique Pelayo, Marcial Fernández-Sancho, Juan José Recas, Alfredo Rodríguez y asesor económico don Pablo Rodríguez Quiza, Interventor del Ayuntamiento.
Se nombró también un Comité de Honor, formado por las siguientes personalidades:D. Javier Martín Artajo, don Emiliano Montero Ruiz, don Abrahán Quintanilla Rojas, don Julián Larroca, don José Sanchiz, Marques de Pescara, don Enrique de la Vara, don José María Pemán, El Conde y la Condesa de Chinchón, don Felipe Sassone, don Raúl Porras Barrenechea y don Alberto Martín Artajo, Ministro de Asuntos Exteriores.
Los organizadores se plantean la posibilidad de solicitar la construcción de un grupo escolar en honor de la Virreina, así como un parque infantil con una estatua o monumento a la Virreina que estaría ubicado en los huertos de la calle del Generalísimo.
Otro de los objetivos era poder traer los restos de la condesa desde Cartagena de Indias a la Iglesia de la Asunción de Chinchón.
El día 16 de marzo de 1950, se hicieron visitas al Ministro de Asuntos Exteriores y a la Condesa de Chinchón doña María Belén Morenés y Arteaga, para entregarles el nombramiento de miembros del Comité de Honor, recibiendo su aliento, pero no se llegó a hacer nada. (Estos datos están tomados de la revista nº 4 de “Vida” de abril de 1950, en sendos artículos firmados por Mateo de las Heras y Narciso del Nero.
Muchos años después, el 15 de marzo de 1997 la Agrupación de Amigos de Chinchón instaló un busto de la Virreina en la Plaza de Palacio, asistiendo al acto el Conde de Chinchón y el embajador de Perú en España.
En próximas entradas, iré ampliando la información sobre la Virreina del Perú y su itervención en el descubrimiento de la quina.