viernes, 22 de agosto de 2008

MONUMENTOS DE CHINCHON.

LA CASA DE LA CADENA.
En la confluencia de la calle Zurita y la calle del Convento, está la casa de la cadena. En su puerta, dos postes de piedra, coronados por grandes bolas sostienen una gruesa cadena que impide el paso frontal a la casa. La colocación de estas cadenas se concedía en recuerdo de que en ese lugar había estado un rey.
Efectivamente, el día 25 de febrero de 1706, en plena guerra de Sucesión, llega a Chinchón Felipe V, procedente de Ocaña, acompañado por una pequeña corte, llevando como secretario a don José de Grimaldo. Deciden pernoctar aquí y es alojado en la casa del licenciado don Antonio Díaz Freire, padre de Manuel Díaz, que fue Consejero de Indias, que estaba junto al Convento de los Padres Agustinos.
Cuando llegan a las cercanías de Chinchón, deciden pernoctar en esta casa, sin duda invitados por su propietario. Para que el rey aceptase, se tuvieron que dar, al menos, dos circunstancias. Primero, una total confianza en el anfitrión, que posiblemente pertenecería a alguna organización u orden militar, y que ostentaba el cargo de consejero de Indias; y segundo, que se le garantizase plenamente su seguridad. Esto último era relativamente fácil, ya que toda la casa podía ser rodeada por soldados, al formar una manzana completa.
Como después veremos, en el escudo que hay sobre la puerta, en vez de blasones que indiquen una familia o dinastía, hay una leyenda, lo que era frecuente en las órdenes militares. La invocación a Jesús y María y el emblema de la cruz, también podrían indicar el carácter religioso que tenían las órdenes militares. La casa de la cadena, como es conocida desde entonces, es de estilo barroco, de tres plantas, las dos primeras de mampostería de piedra y la tercera de ladrillo. Posee un hermoso patio adintelado con columnas toscanas en la planta baja y un corredor en la primera planta con pies derechos de madera y barandilla de hierro. En la actualidad presenta un estado casi ruinoso.

La puerta principal tiene jambas y dintel de piedra en cuyo frontal existe un escudo redondo, bien conservado, en el que una mano sujeta una cruz, y tiene la siguiente inscripción:

JHS-MARIA
ABRAÇANDOME CON
ESTA ME LIBRO DIOS
DE LA ENBIDIA

Hay que resaltar las grandes ventanas de las plantas baja y primera que tienen una rejería de hierro forjado de gran belleza. Las nueve ventanas de la tercera planta no tienen reja y están cerradas por contraventanas de madera.