sábado, 5 de julio de 2008

LAPIDA EN HONOR DE FERNANDO CABRERA Y BOBADILLA

Estado actual de la cripta de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Chinchón.
El primer conde de Chinchón, muere en Segovia el 6 de septiembre de 1522, siendo enterrado en la capilla mayor del monasterio de Santo Domingo de esa ciudad. En el año 1575 sus restos fueron trasladados a la capilla mayor de la Iglesia de Santa María de Gracia, a donde fueron trasladados también los restos de su esposa doña Teresa de la Cueva que había sido enterrada en el convento de la Orden Tercera de Madrid. Cuando fue terminada la Capilla de la Piedad, su nieto el III Conde de Chinchón, don Diego Fernandez de Cabrera y Bobadilla, mandó colocar una lápida que decía:

D.C.M.
FERNANDO CABRERAE ET BOBADILLAE, CINCIONIS COMITI,
ANDREE CABRERAE AC BEATRICIAE FERNANDEZ BOBADILLAE
MARCHIONUM MOIAE FILIO
QUI PARENTUM GLORIAE RARAQ. FIDEI
ERGA REGES CATHOLICOS NON INMEMOR
MAGESTATE EISD. REGIAE DIGNITATIS
TOTO PECTORE AB EIUS SUSTENTATA
SEGOVIANAS ARCES MIRA CONSTANCIA EXCELSAQ.
ET INVICTA ANIMI VIRTUTE CARLO MAXIMO ABSENTE
AB IMPETU FURENTIUM COMMUNERUM
NULLO VITAE FORTUNARUM VE PERICULO
PERTERRITUS SERVAVIT INCOLUMES
DIDACUS COMES NEPOS
AVO MAGNANIMO FORTISSIMOQ.
AD POSTERITATIS MEMORIAM.
VIXIT ANNOS XLII.
SEGOVIAE VITA FUNCTUS VI ID SEPTEMB.MDXXII.

Cuya traducción puede decir:

A FERNANDO CABRERA Y BOBADILLA, CONDE DE CHINCHON
HIJO DE ANDRES DE CABRERA Y BEATRIZ DE BOBADILLA
MARQUESES DE MOYA QUIEN,
NO OLIVIDADO DEL SINGULAR HONOR Y FIDELIDAD
DE SUS PADRES CON LOS REYES CATÓLICOS
Y DE LA DIGNIDAD CON QUE LLEVARON SOBRE SU PECHO
EL HONOR REAL, CONSERVÓ INCÓLUMES
LAS DEFENSAS SEGOVIANAS CON ADMIRABLE Y SUPERIOR PERSEVERANCIA
Y CON INDOMABLE VIRTUD DE ÁNIMO
ESTANDO AUSENTE EL REY CARLOS V
POR EL ATAQUE DE LOS FURIOSOS COMUNEROS,
SIN ASUSTARSE POR NINGÚN PELIGRO DE LA VIDA O DE LAS FORTUNAS.
EL CONDE DIEGO, SU NIETO,
DEDICA ESTE MONUMENTO, PARA EL RECUERDO DEL TIEMPO FUTURO,
A SU ABUELO, HOMBRE DE HONOR Y DE GRAN CORAZON,
QUE VIVIÓ 42 AÑOS Y MURIÓ EN SEGOVIA
EL 6 DE SEPTIEMBRE DE 1522.

De esta lápida, actualmente desaparecida, tenemos conocimiento por las contestaciones del Cura Párroco de Chinchón, don Miguel Ramón Linacero, a los cuestionarios del Cardenal Lorenzana.