Este año, para las Fiestas de San Roque, si Dios no lo remedia, viene a Chinchón, Isabel Pantoja. Desconozco lo que va a cobrar, pero viendo en Internet su cotización, a cada vecino de Chinchón que no vaya a verla le va a costar unos treinta euros, y a los que acudan a la Plaza les costará, por lo menos, otros treinta más.
Es lógico, que en estos tiempos en los que los indicadores económicos muestran un periodo de calma y de bonanza tanto en la nación como en nuestro pueblo, las autoridades municipales hayan optado por acometer este proyecto de inversión con una clara proyección en la infraestructura cultural de Chinchón, ya que la situación en todos los demás campos es claramente satisfactoria. Es obvio que no son necesarias más inversiones en sanidad, urbanismo, educación, etc., etc., y la situación cultural básica es tan satisfactoria que hace aconsejable acometer este proyecto que tanto puede aportar a mejorar nuestro nivel folclórico.
Y me temo, que Dios no lo va a remediar.