sábado, 29 de abril de 2023

ALTRUISMO





El próximo día 2 de mayo el blog del Eremita cumplirá 15 años. 4475 días en los que he publicado unos 4000 artículos, con miles de fotografías y todos mis trabajos de investigación sobre la historia de Chinchon, y mis trabajos literarios. De todo ello solo he sacado la satisfacción personal y llenar mis horas de ocio, que en este tiempo eran las más; lo que realmente no es poco. Compensaciones económicas, ninguna, pues todos los libros que he publicado solo tenían el objetivo económico de no perder dinero, que tampoco es poco.

¿Y qué he ganado con ello? Alguien me podrá decir que he ganado prestigio; pero ¿que es eso del prestigio? También he conseguido detractores, porque es lógico que lo que haces no sea del gusto de todos. 

He colaborado en todas las iniciativas que me han solicitado y siempre de forma altruista; pero pasado este tiempo, hay veces que te planteas ¿Ha merecido la pena?

Pues qué queréis que os diga, unas veces pienso que si, pero posiblemente sea que no. Al final tienes la sensación de ser el tonto útil que lo da todo a cambio de nada, que se aprovechan de ti cuando les conviene y después, ni te reconocen los “servicios prestados”; porque además ya todos sabemos lo difícil que es ser “profeta en tu pueblo”.

A veces pienso que estaría mucho más tranquilo sin salir de casa, viendo la tele o leyendo y haciendo sudokus, sin que nadie supiese lo que pienso y así, seguro, no habría defraudado a nadie y seguro que tendría todo mi prestigio intacto.

Pero cada uno es lo que es, y yo soy así. Y después de todo, no voy a renegar de mi obra. Y si alguien se ha sentido ofendido con lo que digo o con lo que hago, pues lo siento mucho; pero siempre he pensado lo que dice aquel proverbio (no se si chino): “sí el sabio no aplaude, malo; pero si el necio lo hace, peor”.

Así que pienso que lo verdaderamente malo sería que algunos aplaudiesen lo que llevo haciendo en estos últimos años.

viernes, 28 de abril de 2023

CRÓNICA DESDE LOS SOPORTALES: LAS LISTAS




Ya se han publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid las listas de las candidaturas que se han presentado para las elecciones municipales del próximo día 28 de mayo: ¡Y SON 7! nada menos:






jueves, 27 de abril de 2023

CRÓNICA DESDE LOS SOPORTALES: IDEOLOGÍAS




En estos días de espera a la publicación oficial de las candidaturas para las elecciones municipales, no estaría mal sentarse a pensar lo que nos van a ofrecer las distintas agrupaciones contendientes.

A la hora de ubicarlas tendemos a simplificar y colocarlas ideológicamente por sus siglas o sus antecedentes, y las catalogamos de izquierdas o derechas atendiendo a sus supuestas ideologías.

Sin embargo, no deberíamos caer en la trampa de creernos lo que nos cuentan de su ideario. 

En las elecciones municipales se vota, al menos eso decimos la mayoría, a las personas y no a los partidos; tiene más peso la valía y trayectoria de las personas que la ideología que sustenta a los partidos u organizaciones que representan; aunque esto no sea del todo verdad. 

Yo he escuchado decir a muchos que ellos nunca votarían a un facha por muy honrado que fuera y a otros que no votarían a un comunista, y menos a un podemita, aunque fuese el más capaz del pueblo.

Es verdad que la ideología de las personas va a influir en sus actuaciones, al menos teóricamente, pero influyen más los intereses personales y los del grupo que sustentan a cada candidatura.



Al final, la ideología suele ser el interés y el dinero; y por dinero y por interés se toman las decisiones y también se vota. La mayoría de las veces votamos pensando en nuestro bolsillo y en lo que creemos que más nos interesa a nosotros que lo que sería mejor para el pueblo.

Y por eso es muy socorrido pregonar que bajarán los impuestos, claro está que sin dar cifras, porque eso suena bien; aunque el beneficio individual se reduzca a unos pocos euros, y el perjuicio para el pueblo suponga privarnos de medidas necesarias para mejorar nuestra vida del día a día.

¡Ah! Y tened mucho cuidado con los slogans, ¡que los carga el diablo!