ALHAMA DE ARAGÓN, está en la provincia de Zaragoza, en el Reino de Aragón, a poco más de doscientos kilómetros de Madrid y a unos cien de Zaragoza. Con una población de unos 1115 habitantes, lo cruza el río Jalón, y está enclavado entre montañas y el subsuelo da origen a varios manantiales, cuyas aguas termales han dado fama a esta población desde mediados del siglo XIX.
Su principal monumento es la iglesia de la Natividad de la Virgen, y hay un viejo castillo en ruinas de la época de los moros. Su principal industria, sin embargo, son los balnearios, que alcanzaron fama y prestigio en el siglo pasado, por sus aguas de múltiples cualidades que, según dice la propaganda, son beneficiosas para toda clase de males.
Aún funcionan dos balnearios; uno de ellos remozado para adaptarlo a las ofertas modernas de esta clase de establecimientos que últimamente están alcanzando una buena demanda.
El otro parece anclado en tiempos pasados y conserva la imagen decadente de antaño, y de sus jardines parece que surgirán las damas encorsetadas en vistosos corpiños y grandes pamelas, acompañadas por caballeros con monóculo y bombín, vistiendo elegantes ternos, apoyados en sus bastones de maderas nobles y empuñaduras de marfil.
En el Centro del pueblo se encuentra el museo del escritor José Luis Sampedro, unido a esta población por su segunda esposa, donde se conservan sus recuerdos y fotografías de su vida y de sus obras.
Museo de José Luis Sampedro.
Ayuntamiento de Alhama
Iglesia de la Natividad de la Virgen.
Sin embargo, toda la vida del pueblo gira alrededor de sus aguas termales y su emblema es un pequeño lago en el que afloran estas aguas, formando un paisaje bucólico, que a la luz otoñal de la caída de la tarde, nos ofrece estos preciosos paisajes.
Alhama, es pues, una oferta diferente para los turistas que se quieren acercar hasta aquí.
Retablo barroco de la Iglesia de la Natividad de la Virgen María.
La torre del homenaje del castillo, único vestigio de la antigua fortaleza árabe que domina la población de Alhama de ARAGÓN.
