LA MEZQUITA MUSULMANA DE CÓRDOBA


La Gran Mezquita de Córdoba se empezó a construir en el añó 785, tras la invasión musulmana, en el lugar que ocupaba la basílica visigótica de San Vicente Mártir, el templo cristiano más importante de la ciudad. El edificio fue objeto de ampliaciones durante el Emirato de Córdoba y el Califato de Córdoba



La puerta de Las Palmas da acceso a la mezquita: hay un bosque de 1.300 columnas de mármol,jaspe y granito sobre las que se apoyan trescientos sesenta y cinco arcos de herradura bicolores. Elmihrab, lugar santo que señala la dirección Sur y no la de La Meca, de acuerdo con la voluntad de Abderramán (hacia el río porque le llevaba hasta su Damasco natal). Ésta es una de las hipótesis, pero hoy en día está más aceptada la teoría de que la nave principal de la mezquita sigue la orientación de la calle principal (cardo) de la antigua Córdoba Romana (Colonia Patricia), como se ha atestiguado en las excavaciones arqueológicas realizadas en la ciudad. 


Tras la llegada del Islam a Córdoba, la basílica visigótica de San Vicente, que había sido el templo cristiano más importante de la ciudad desde el siglo V, pasó a compartirse entre cristianos y musulmanes. Según una versión sucinta del relato tradicional, la mezquita de Córdoba habría sido iniciada bajo el reinado del primer emir omeya Abderramán I entre el 780 y el 785, (que compró su parte de la basílica a los cristianos) sobre la planta de la iglesia cristiana, cambiando la orientación de su eje. 


En el Lucernario se conservan los arcos lobulados de los muros y la cúpula. En la cabecera destacan los arcos, los mosaicos del muro y la estructura y decoración de las cúpulas a base de arcos cruzados.



Sufrió sucesivas ampliaciones en los siglos IX y X y fue concluida bajo mandato de Almanzor. La más importante de las ampliaciones es la de Alhakén II a la que pertenecen los arcos del mihrab. En estos arcos se puede ver la evolución de la construcción: las columnas visigodas con sus arcos de herradura les resultaron demasiado bajos a los musulmanes por lo que decidieron añadir pilares sobre las columnas y disponer arcos más altos sin derribar los anteriores y policromando en rojo y blanco todos con lo que se construyó la célebre y más conocida imagen de la Mezquita de Córdoba. Fue lugar de reuniones a la vez religiosas y políticas pues podía albergar hasta veinte mil personas.


El mihrab es un joyel de mármol,estuco y mosaicos bizantinos brillantemente coloreados sobre fondo de oro y bronce, además de cobre y plata.



Los materiales utilizados son de acarreo: fustes de columnas y capiteles procedentes de construcciones y épocas anteriores (romanos y visigodos), sobre los cuales se elevan pilares rectangulares de sillería que dotan de más altura al conjunto. Para darle estabilidad a este alzado se recurre a dobles arcos, de los cuales el inferior, de herradura, hace funciones de entibo, mientras que el superior, de medio punto, es el que soporta la cubierta. Este sistema, además de la alternancia cromática y material de las dovelas, rojas de ladrillo, amarillentas las de caliza, parece estar inspirado en el acueducto romano de Los Milagros (Mérida).


El resultado es un inmenso bosque de columnas coronado de doble arquería que recuerda a un palmeral. El conjunto se cierra con el muro de la quibla, que a diferencia de la mayoría de mezquitas no está orientado hacia La Meca sino hacia el sur, hecho éste cuyo motivo está en duda, y que van desde la inexperiencia y el error en el cálculo, hasta la pura intencionalidad política tras la proclamación de la independencia política del emirato cordobés, todo apunta a que quisieron imitar a la Mezquita de Damasco, también de los Omeya, y orientada al sur. Las obras terminaron en el 788.


En la actualidad, la Mezquita de Córdoba está siendo motivo de polémica, por la demanda de amplios sectores laicos de Córdoba que reclaman la propiedad de la mezquita para el Estado ya que actualmente es de propiedad eclesiástica.


Sea estatal o religiosa, la Mezquita musulmana de Córdoba es uno de los monumentos más bellos del mundo, y perderte entre sus columnas es una experiencia única que hay que repetir siempre que se pueda.
En otro capítulo hablaré de la Catedral cristiana que se construyó dentro de la misma mezquita.

Las fotos son de m.carrasco.m

viernes, 23 de mayo de 2014

MEDINAT AL-ZAHRA


Cuentan las crónicas antiguas que el monarca Abd al-Rahman III, viendo cómo su favorita Al-Zahra, sentía nostalgia de las nieve de Elvira, su tierra natal, cerca de Granada, mandó sembrar cerca de Córdoba, en las estribaciones de Sierra Morena gran cantidad de almendros, para que en la primavera el paisaje se hiciera blanco semejante a la nieve granadina.


Y allí mandó construir una medinat, una ciudad esplendorosa que en nada envidiaba a los palacios de la dinastía Abbasiden en Bagdad.
  

Tardaron en construir esta ciudad cerca de cuarenta años y allí se emplearon más de 10.000 trabajadores.


Sin embargo, la vida de la ciudad no fue larga, pues tan solo durante treinta años estuvo allí el centro del poder.


Lo que hoy podemos ver solo son los fragmentos de esa gran ciudad palaciega que fue Medinat Al-Zahra, hasta que la sede del gobierno se trasladó por Al-Mansur en el año 981.


En el siglo XI Medina Azahara fue destruida por los soldados bereberes.


Después, esta hermosa ciudad fue un sitio de expolio y sus piedras y sus mármoles sirvieron para construir los palacios y los templos que se fueron construyendo en Córdoba.


Ahora se esta llevando a cabo una reconstrucción de muchas de las dependencias de esta ciudad, aunque el empeño debe ser, necesariamente, largo y costoso.


Se puede visitar, tanto el yacimiento arqueológico como el museo de Medinat al-Zahra, en donde se pueden admirar algunas de las piezas que se lograron descatar.


Una excursión ineludible si llegas a Córdoba,

Las fotos, de m.carasco.m.

jueves, 22 de mayo de 2014

"EL OTRO SENTIDO DE LA VIDA" un relato de MIGUEL MANQUILLO GARCÍA.


Con motivo de la Feria del Libro celebrada en Chinchón el pasado fin de semana, nos enteramos de la publicación de un extenso relato titulado "El otro sentido de la vida" del que es autor nuestro paisano Miguel Manquillo García.

"El otro sentido de la vida" es un relato de Andrés García, vecino de Chinchón. El protagonista se convierte en narrador de su propia historia, en la que relata los entresijos y vicisitudes de su trayectoria vital. Como telón de fondo se encuentran los acontecimientos históricos de la época en España; tales como la Guerra de la Independencia y las Guerras Carlistas. Entretanto, impulsado por los hechos que van marcando su vida, Andrés trata de encontrar la explicación a su existencia, lo que él denomina “el sentido de la vida”.

Publicado por Editorial: ARTGERUST.COM en este mismo año, se puede conseguir en papel y como libro electrónico.,
Nuestra felicitación al autor, deseándole mucho éxito en su andanza literaria.

Nota. Ya está incluido en el apartado de "CHINCHÓN ESTÁ EN LOS LIBROS" de este blog.

miércoles, 21 de mayo de 2014

UN LARGO PASEO POR CÓRDOBA.


Córdoba es una ciudad moderna. En nuestro paseo vamos a pasar por  jardines,  fuentes y grandes avenidas.


En Córdoba, también, nos vamos a encontrar con las estatuas que han levantado para recordar a los cordobeses famosos, como el filósofo Lucio Anneo Séneca  que nació en Córdoba en en año 4 antes de Cristo, al gran médico Maimónides y posiblemente al torero más famoso, Manuel Rodriguez "Manolete"


También nos vamos a encontrar con las murallas árabes


 Con calles típicas, donde prevalece el comercio dirigido al turismo,


Patios que se abren para solaz de los visitantes.


Calles repletas de tiestos con flores multicolores.


Con la puerta de Almodóvar, frente al puente romano junto al Guadalquivir.


 Con la torre de la Calahorra, al otro lado del puente.


La plaza del Potro, donde está una antigua posada que lleva el mismo nombre y de la que ya hablo Cervantes, y el Museo dedicado a Julio Romero de Torres.


Llegaremos a la plaza de la Corredera, que nos recuerda a tantas plazas mayores de nuestra geografía.


Para llegar al Cristo de los faroles, 


 La Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas.


Y la infinidad de campanarios de las Iglesias que pueblan todo Córdoba, con sus colores azulones, ocres y albero que destacan en el paisaje cordobés.


Para terminar en un restaurante típico, donde degustar los flamenquines, el salmorejo, las berenjenas con miel o el rabo de toro, regado todo ello con una buen fino de la tierra, y donde descansar de los calores que nos han acompañado durante toda la jornada.


Las fotos, de m.carrasco.m