jueves, 22 de octubre de 2009

HOY VISITAMOS LA CIUDAD DE UBEDA.

Úbeda (provincia de Jaén), es la capital de la fértil comarca de La Loma. La ciudad, junto con la cercana Baeza, fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco el 3 de julio de 2003 debido a la calidad y buena conservación de sus numerosos edificios renacentistas y de su singular entorno urbanístico.


La ciudad está situada sobre un cerro, volcado hacia el valle del Guadalquivir, frente a la imponente Sierra Mágina y cerca del centro geográfico de la provincia. Constituye un importante centro de atracción, al contar con hospital comarcal, centros educativos y escuelas universitarias, delegaciones de Hacienda y de la seguridad social, juzgados, Centro del Profesorado, etc, derivando en uno de los índices de centralidad más altos de toda Andalucia.

Úbeda vive principalmente del sector servicios, el comercio y la administración, que ocupan el 49% de la población activa. Pero además el peso de la agricultura es enorme, siendo un centro neurálgico del olivar y la producción aceitera y uno de los mayores productores y envasadores de la provincia de Jaén de aceite de oliva, piedra angular de toda su economía. De hecho, la comarca de La Loma viene siendo la mayor productora mundial, con un 15% de toda la producción aceitera mundial. Otras actividades complementarias son la industria, la ganadería y un incipiente turismo.


El gentilicio formal de la localidad es ubetense, aunque sus habitantes, principalmente en los pueblos de alrededor como Torreperogil, Sabiote, Baeza, Villacarrillo, Rus o Canena, también son conocidos como ubedeños.

La ciudad cuenta con 48 monumentos notables, y más de otro centenar de edificios de interés, casi todos ellos de estilo renacentista. Aunque curiosamente a los viajeros románticos de los siglos XVIII y XIX les impresionó más el sabor musulmán de sus calles que este esplendor renacentista. Todo este patrimonio llevó a Úbeda a ser la segunda ciudad de España nombrada Conjunto Histórico-Artístico, en el año 1955. En el año 1975 recibió el nombramiento del Consejo de Europa como Ciudad Ejemplar del Renacimiento. Por último, en 2003 ha sido nombrada Patrimonio de la Humanidad, junto con Baeza, por la UNESCO.
Por la ciudad se distribuyen nueve edificios declarados Monumento Nacional, y diecinueve declarados Bien de Interés Cultural, a los que hay que añadir otros dos en su término municipal. Aunque el patrimonio es inmenso, hay que mencionar que como en otras ciudades históricas, una parte importante del mismo no ha sobrevivido hasta nuestros días, por diversos devenires. Es mucho lo que se ha perdido. En todo caso, del impresionante conjunto actual destaca el grado de conservación de muchos edificios, que aún conservan como detalles dignos de admiración las puertas de madera claveteada y sus aldabas de hierro, los faroles y las rejas.
Fotografías de m.carrasco.m.

martes, 20 de octubre de 2009

EL DOMINGO SE CELEBRÓ EL FESTIVAL TAURINO DE CHINCHON.

El pasado día 22 de septiembre, José, un lector de mi blog, en una entrada en la que comentaba una noticia sobre Julio Aparicio, dejó el siguiente comentario:
“Chinchón, con una enorme tradición taurina, debería dar ejemplo y ser pionera en la realización de festejos taurinos sin muerte ni torturas. Esta singularidad daría fama nuevamente a Chinchón, que volvería a pasar a la historia de la tauromaquia, esta vez por ser la primera ciudad española en adaptar sus festejos al siglo XXI. Por otro lado, si se realiza un festival benéfico, no se puede consentir que el beneficiario sea la Iglesia Católica, pues hay que respetar las creencias de todos como corresponde en un Estado laico; hoy en día lo más lógico sería que lo recaudado revertiera al pueblo en forma de servicios sociales (y públicos) y medioambientales”.

Ya ha pasado el festival de este año. El tiempo más parecía de primavera que de otoño, y la plaza de Chinchón lucía como en sus mejores tardes de toros. Dicen que se puso el cartel de “no hay billetes” y los tendidos y balcones estaban totalmente llenos. Fue un día de fiesta.
Además de otras oportunidades, nos brindó la posibilidad de tomar unas fotos preciosas; algunas de las cuáles acompañan a esta entrada, (Y espero las que hizo Javier Rodelgo que seguro nos las ofrece en su blog, un día de estos).

Como decía, hubo una gran entrada y es posible que este año, incluso, haya algún beneficio. Pero la fiesta que supuso este año la celebración del festival, nos brinda la oportunidad de plantear lo que, a partir de ahora y teniendo en cuenta las nuevas circunstancias, debería ser el festival.

Desde luego, no se puede decir que sea benéfico, porque difícilmente se pueden conseguir beneficios, -aunque haya algunos años que sean una excepción-. Como corrida de toros, tampoco aporta demasiado al arte taurino, porque aunque haya buenos toreros, no hay toros. Es lo que, usando un término futbolístico, podríamos llamar una “pachanguita”, en la que los toreros se lo pasan bien y los espectadores también; pero de ahí a considerarlo una corrida de toros...

Entonces, podríamos convenir que el festival de Chinchón, por su tradición y su historia, puede ser, y de hecho es, un buen reclamo publicitario que beneficia a Chinchón. El festival, como la Pasión de Chinchón, los Carnavales, el Mercado Medieval y otros tantos actos que se organizan, tienen una repercusión directa en la promoción turística de Chinchón.

Los beneficiados: todos los que tienen actividades comerciales y, en definitiva, todo el pueblo. Por eso, si nos planteamos quien debería asumir el “riesgo” de unas posibles pérdidas en la organización del festival taurino, sin duda tendríamos que convenir que fuese el Ayuntamiento, porque otra alternativa sería difícilmente viable. Y si estamos de acuerdo en que lo que se busca en la organización del festival es la promoción y la publicidad, sin duda que lo que tendría mayor repercusión mediática a nivel nacional e, incluso, internacional, sería la de organizar un festival taurino en el que no se matasen los toros. Eso, tendría sus partidarios y sus detractores, pero sin duda que con ello se conseguiría que se hablase de Chinchón, y todos los años, cuando se fuese a celebrar, el nombre de Chinchón estaría en todos todos los medios de comunicación, con la consiguiente repercusión promocional.
La segunda parte del comentario de José, es posible que no haya motivo para plantearlo, porque la historia reciente nos dice que casi nunca hay beneficios.

Sería un tema interesante para debatir. Espero vuestros comentarios. Sólo que no se admitirán alusiones personales ni descalificaciones, y se presupone que todos demostraremos nuestra buena educación.
En tanto, os dejo estas fotos del pasado domingo, día 18 de octubre.