sábado, 4 de julio de 2009

LAS EDADES DEL NOMBRE: UNA BUENA EXCUSA PARA VISITAR SORIA


Soria entró en la Historia de la mano de los romanos. Sin embargo, en el actual cerro del Castillo se han descubierto restos de un asentamiento más antiguo supeditado, sin duda, a la existencia de Numancia. Deducen algunos historiadores que los primeros pobladores de la actual Soria fueron los dorios. No obstante, nada a este respecto ha corroborado la arqueología y para otro grupo de expertos los primeros pobladores de Soria fueron los suevos, cuyos reyes, según Tutor y Malo en su Compendio historial de las dos Numancias, establecieron en ella una de sus cortes.

Parece lógico suponer que la palabra «Soria» deriva de dauria, a su vez derivada de daurius, es decir, Duero. En un libro de armas se narra que cuando Alfonso VII, el Emperador reedificó Soria se descubrió una gran piedra con un signo grabado que recordaba a una «S», la cual se añadió al castillo de Oria y dio la actual voz Soria.
Durante el siglo XI se convirtió en un importante enclave estratégico por su situación junto al Duero y marcó el límite entre los dominios cristianos y musulmanes en la denominada «marca del Duero» o «línea del Duero». Casi todas las actividades económicas de la Edad Media soriana giraban en torno a la lana. Cabecera de varias cañadas reales, Soria controlaba el esquileo estival de sus rebaños y el envío del preciado vellón hacia Burgos y los puertos del norte de la península Ibérica. Este gran negocio regulado por la Mesta garantizaba la preeminencia de los propietarios ganaderos: los Linajes nobles que controlaban la vida municipal. Como muestra de su pujanza, Soria consiguió uno de los preciados puestos de representación entre las 16 ciudades con derecho a enviar procuradores a las Cortes del reino de Castilla, y fue sede de alguna de sus reuniones. En contrapartida, la inestabilidad política del último tercio del siglo XIV permitió que Enrique II la cediese como pago al mercenario francés Bertrand DuGuesclin, que topó con la abierta hostilidad de una población que no deseaba abandonar el dominio real.
En 1492, el decreto de expulsión de los judíos, trajo la decadencia económica y social de Soria. Durante el reinado de los Reyes Católicos se interrumpió la narración histórica de Soria porque tras la unión de los reinos de Aragón, Navarra y Castilla la ciudad dejó de ser un enclave estratégico. Esta situación se prolongó durante la Edad Moderna, en la que el declive de la rentabilidad de la ganadería puso a la ciudad en una coyuntura de deterioro económico y demográfico muy grave. Por otra parte, los dirigentes locales de finales del siglo XVI no quisieron o no pudieron apoyar el velado plan del obispo Acosta para trasladar la sede de la diócesis de Osma a Soria, que hubiese aliviado en parte la decadencia de la ciudad.
Soria recupera su protagonismo estratégico-militar en la historia de España con la guerra de Sucesión, al defender la causa de Felipe V, y proteger de las pretensiones aragonesas la línea fronteriza (1706-1707).
En 1808, tras la invasión francesa de la Península Ibérica, se constituyó en Soria una Junta de Armamento y Defensa que organizó el regimiento o Batallón de Numantinos activo en los frentes de Logroño y Sigüenza. El 20 de noviembre de 1808 las tropas francesas se presentaron a las puertas de Soria y se entregaron al saqueo. La ciudad quedó en llamas y hubo que esperar a la segunda mitad del siglo XIX para que recuperara sus índices de población y riqueza.
En la actualidad Soria puede definirse como una capital pequeña (39.344 habitantes), pero activa gracias a la industria del turismo, que conserva en parte su carácter histórico y medieval, y rincones, que rezuman esa magia que ha seducido a los viajeros de todos los tiempos. La ciudad trata de rentabilizar la pátina literaria otorgada por su protagonismo en varias de las Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer o en los versos de Antonio Machado y Gerardo Diego.
Como ejemplo vamos a recordar unos versos de don Antonio Machado, se trata de los conocidos CAMPOS DE SORIA,
Que en su estrofa VIII, dice así:

He vuelto a ver los álamos dorados,
álamos del camino en la ribera
del Duero, entre San Polo y San Saturio,
tras las murallas viejas
de Soria -barbacana
hacia Aragón, en castellana tierra-.
Estos chopos del río, que acompañan
con el sonido de sus hojas secas
el son del agua cuando el viento sopla,
tienen en sus cortezas
grabadas iniciales que son nombres
de enamorados, cifras que son fechas.
¡Álamos del amor que ayer tuvisteis
de ruiseñores vuestras ramas llenas;
álamos que seréis mañana liras
del viento perfumado en primavera;
álamos del amor cerca del agua
que corre y pasa y sueña,
álamos de las márgenes del Duero,
conmigo vais, mi corazón os lleva!


LAS EDADES DEL HOMBRE:
Lugar: Concatedral de San Pedro. Soria.
Fechas y horarios:12 DE MAYO A DICIEMBRE 2009

Título: Paisaje interior
El título Paisaje interior evoca a Soria, porque Soria es conocida y ha sido cantada por su paisaje. El título también evoca espiritualidad, porque es paisaje interior.

El título y el contenido de la Exposición pueden ser también contrapunto al tiempo presente marcado por las prisas y muy poco dado a detenerse, al silencio y la reflexión para reconocer las raíces, la fe y los valores sobre los que ha crecido y de los que se está alimentando también en el presente.Para evocar ese paisaje interior se ha escogido la imagen de la palmera de San Baudelio.
Es una imagen muy representativa del patrimonio religioso de la Diócesis, que nos acerca a los primeros cristianos que repoblaron esta zona tras la invasión árabe.
Es una foto interior que proyecta hacia el cielo y que, a pesar de ser arquitectura, evoca también la naturaleza y el paisaje.
En las paredes de San Baudelio se encuentra también representado el logotipo de Las Edades del Hombre, con lo cual un cartel de San Baudelio para esta exposición de Soria conecta con el comienzo de Las Edades del Hombre.
La exposición tendrá una primera parte que se desarrollará en las naves del templo, y una segunda centrada en el claustro.


En la primera parte de la exposición se justifica el por qué de esta edición de Soria:
1º) por el cincuenta aniversario de la elevación de la Colegiata de San Pedro al rango de Concatedral,
2º) por ser Soria la única capital de nuestra región por la que no han pasado Las Edades del Hombre,
y3º) por el noveno centenario de la muerte del Obispo que restauró la Diócesis: San Pedro de Osma.Además de estas ideas se desarrollará con obras procedentes de todas las diócesis de Castilla y León el tema del Paisaje interior.La segunda parte, o segundo momento de la exposición, ya en el claustro, será más una explicación del sentido del claustro y del arte románico que introdujeron los sembradores de la fe en estas tierras.
Nota: Los textos han sido elaborados con información de la Ciudad de Soria y de Las edades del Hombre. Las fotografías son originales, tomadas en la visita realizada el pasado mes.

lunes, 29 de junio de 2009

UNA VISITA AL PUEBLO DE MEDINACELI EN SORIA.

El pueblo de Medinaceli fue declarado Conjunto Histórico Artístico desde 1964. Uno de sus principales atractivos son los hallazgos arqueológicos aportados por las excavaciones de la época romana, entre los que merece una atención muy especial el Arco Romano que es singular por muchas razones. Ofrece numerosas incógnitas, como acontece con el propio nombre originario del enclave celtibérico-romano en el que se asienta Medinaceli-Villa, pues no es seguro del todo que se trate de la Occilis citada por Apiano que destacó en la guerra contra los celtíberos de los años 153-152 a.C. Autores hay que postulan que Medinaceli fue Cortona, y hay quien opina que incluso fue Arxocile, Mediolum e incluso Segontia.
Su nombre actual significa “Ciudad del Cielo” y siempre ha sido un lugar estratégico para todos aquellos que han querido acceder a la Meseta Castellana y por ello lo mismo que fortaleza ha sido nudo de comunicaciones y encrucijada de pueblos, por eso la llamo plaza fronteriza.
En el año 946 reinaba en al-Andalus, término que comprendía la España musulmana, Abd alRahman In, al-Nasir li-Din Allah, "el que combate victoriosamente por la religión de Allah", se proclamó Califa de los Creyentes, y este Califa volvió a pensar en la meseta superior de nuestra Península, y entonces volvió sus ojos a Medinaceli que ya llevaba este nombre, y mandó restaurar la vieja fortaleza, que habíaestado abandonada durante mucho tiempo y que fue totalmente reconstruída y trasladó a ella, el cuartel de operaciones de la Marca Media de al-Andalus, que se encontraba en Toledo y así empezó la historia de esta época de la Edad Media, en que Medinaceli, fue base indispensable de los ejércitos musulmanes para combatir a los Reyes navarros y leoneses y al Conde de Castilla.
Pasados los años, bajo la dependencia y señorío de los duques de Medinaceli, había muchas familias nobles, descendientes de los primeros caballeros de la villa, muchos de ellos ilustresEn el año de 1499 el visitador señor D. Ignacio Collantes, hacía consignar en el libro de actas correspondiente, que, aunque no había noticias de que las iglesias de Nuestra Señora ó Santa María de Medinaceli, ni la del pueblo de Laina, hubieran sido visitadas, porque tal vez tuvieran privilegio, no quería partir de Medina sin hacerlo en la primera, para así descargar su conciencia. En su virtud el Duque procedió al ensanche de la iglesia de Santa María. Al principio la planta de la iglesia, tal como se construyó por cuenta del Duque, era de una sola nave, en que el arquitecto adoptó el estilo ojival, pero después se ensanchó con dos líneas de capillas colaterales, que abiertas como se dejaron, hicieron y hacen las veces de otras dos naves.
Según el CATASTRO DEL MARQUES DE LA ENSENADA La villa de Medinaceli pertenecía al señorío del Duque de Medinaceli. En la villa y el barrio de Las Salinas estaban censadas 339 personas, de las que cuatro eran viudas. Había 370 casas habitadas, 43 en e1 barrio de Las Salinas.Abiertas sus puertas estaban 2 tabernas, 1 mesón, 1 tienda de aceite y vinagre, 1 tienda de escados, 1 carnicería, 1 tienda de jabón, 1 aguardintería, 3 hornos de cocer pan, 2 mercados semanales (martes y sábados; este último de ganado lanar).
Existía un hospital para curar y para transeúntes.
Nota: Información recogida en varias páginas de internet. Fotografias originales, tomadas en Medinaceli.