sábado, 7 de febrero de 2009

PROMOCION CULTURAL Y TURISTICA DE CHINCHON


A menudo nos lamentamos de las carencias que tiene Chinchón a la hora de su promoción cultural y turística. Sin embargo, si nos detenemos a pensar, podemos encontrar que existe en nuestro pueblo una infraestructura importante dedicada a este fin.
Son Asociaciones Ciudadanas, como la Asociación de mujeres Beatriz de Bobadilla y las APA,s del Colegio Público y del Instituto y la Agrupación de Amigos de Chinchón.
Asociaciones de Teatro, como Arco Iris, La Cultural y Amigos del Teatro.
Asociaciones Religiosas, como La Pasión de Chinchón, la Parroquia de Chinchón, la Hermandad de los Coronados y otras muchas Cofradías que tienen una cierta actividad.
Asociaciones Culturales, como Fundación Arauco, Colectivo CACH y Colectivo Fuente Pata.
Asociaciones Deportivas. como la de Balonmano, Baloncesto, fútbol, Etc.
Asociaciones Profesionales, como la de Empresas Turísticas, Ajos, Vino, Aceite y el Centro de Estudio de Arquitectura y Patrimonio del Sur de la Comunidad de Madrid
Hay Museos, como el Museo Etnológico, el proyecto del Museo Eduardo Carretero y el Museo Parroquial.
Pero nos encontramos también con una gran cantidad de ACTIVIDADES que se celebran actualmente en nuestro pueblo como:
La Representación de la Pasión de Chinchón, el Festival Taurino, el Festival Folk, Certamen Nacional de Teatro aficionado, "José Sacristán", el Mercadillo Medieval en los Carnavales, Las Fiestas Patronales con su Concurso de Recortes, las Fiestas de Santiago, del Fiestas del Rosario, las Navidades con sus Conciertos y concursos de Belenes, las Exposiciones de pintura Arauco y del Colectivo Cach, los Cursos de Verano Fundación Arauco, el Concurso de Investigación sobre "Chinchón y su entorno", el Taller literario, y algunos más que seguro que se me olvida, además de las celebraciones de las fiestas religiosas como el Corpus Cristi, San José, San Isidro, etc. etc.

También tenemos que recordar las celebraciones que se han dejado de organizar, como la Fiesta del Vino y del aceite, la Fiesta del Ajo, el Concurso de Pintura rápida, el Concurso canino, la Distinción "Ajo de Oro"y el Concurso de relatos cortos de la Asociación de Mujeres “Beatriz de Bobadilla”.
Además, disponemos en Chinchón de una gran cantidad de Espacios culturales, actuales y potenciales, como , Teatro Lope de Vega, Instalaciones de la Fundación Arauco, Club Santiago, Iglesia y Ermitas, Casa de Cultura, Colegio de los Grupos, Parador de Turismo, Hoteles y Restaurantes, Castillo de Chinchón, Recinto del "Pilar", Plaza Mayor, Plazuelas, Biblioteca...y otros que son susceptibles de poder ser utilizados como La casa de la Cadena, el Transformador eléctrico calle del Convento y algunas casas particulares que tienen patios que se podrían utilizar como espacios culturales con grandes posibilidades.
Después de todo lo expuesto, no podemos asegurar que no exista en Chinchón una infraestructura cultural y turística, sino más bien, que falta una coordinación que potencie la optimización de todos los recursos disponibles.Aunque se podría pedir a nuestras autoridades municipales que se involucrasen en este cometido, debemos ser conscientes de que esta labor excede a las posibilidades reales del grupo de gobierno de un ayuntamiento. La única posibilidad, o al menos una de ellas, es la creación de un PATRONATO DE CULTURA Y TURISMO, que encauce, coordine, promueva, etc., etc., la actividad cultural y turistica de Chinchón.

Pero de eso hablaré en otra ocasión.

viernes, 6 de febrero de 2009

EL DESCUBRIMIENTO DE LA QUINA: ¿HISTORIA O LEYENDA? II

La realidad histórica:
Los estudios sobre el tema, realizado por varios autores (Rompel, Paz Soldán, Haggis, Hernando y Jaramillo Arango) consideran que todo lo referido a la condesa y su curación con los polvos de la corteza del Árbol del Cuarango es, en palabras del último citado, "una ficción" por no contar con datos históricos seguros en su apoyo y disponer de otros que lo desmienten.
Entre estos últimos merece especial mención el “Diario de Lima” o “Diario del Virreinato de Chinchón”. En cumplimiento de las Reales Cédulas de 16 de diciembre de 1623 y 23 de noviembre de 1631, el Conde de Chinchón y Virrey del Perú encomendó la redacción de un diario de todos los hechos ocurridos durante su mandato al clérigo Juan Antonio Suardo y posteriormente a Diego Medrano.
El primero de ellos, conocido como “El Diario de Lima” abarca un espacio de cinco años, del 15 de mayo de 1629 al 14 de mayo de 1634. Este diario de 196 páginas, del que se hicieron tres copias, fue enviado al Archivo de Indias, y allí fue encontrado por Ruben Vargas Ugarte y publicado en el año 1935.
El diario escrito por Diego Medrano continúa desaparecido y se ignora la importancia de su contenido. Posteriormente se escribió una crónica por Mugaburu que abarca un espacio de 47 años, pero en el que no se recogen datos concretos sino consideraciones más generales.
También merece la consideración un artículo de Manuel Moreyra y Paz Soldán, titulado “Las tercianas del Conde de Chinchón, según el "Diario de Lima" de Juan Antonio Suardo”, editado por Editorial: Lima, Pontificia universidad católica del Perú. PUCP, Instituto Riva-Agüero, 1994.
En sus escritos, Suardo no menciona palabra alguna sobre las supuestas fiebres de la condesa, a las que había hecho mención Antonio Bolli en su carta a Sebastián Bado, por el contrario, el diario permite suponer que, salvo afecciones pequeñas, la salud de la condesa era óptima, con una agenda activa en la sociedad limeña; en cambio, son muchas las referencias de que el conde y su hijo sí adolecieron de fiebres tercianas.
Concretamente nos dice, por ejemplo, que el 10 de febrero de 1630 cae enfermo el Conde y se hace una junta de médicos en la que se acuerda que se le hagan sangrías, con lo que mejora. El 2 de julio de 1630 vuelva a caer enfermo en Conde, ordenando los médicos que se le practiquen nuevas sangrías, llegando la enfermedad hasta el día 12 de este mes.

También nos cuenta que el día 26 de noviembre de 1630, enferma la Condesa con inflamación de garganta y el Conde ordena suspender la corrida de toros que se iba a celebrar ese día.
Como vemos, el cronista sí se hace eco de las enfermedades de los Condes, haciendo mención a las fiebres tercianas de don Luis Jerónimo, y al hablar de la condesa nunca se refiere a esta enfermedad. Además para la cura de las fiebres sólo se menciona el remedio de sangrías y purgas. Se antoja muy raro, por lo tanto, que el diario refiera las fiebres que padecieron el virrey y su hijo sin haber recibido una medicina ya supuestamente probada con éxito en la condesa.
No es menos importante el hecho de que en descripciones de la quina en aquella época, el agustino fray Antonio de La Calancha (1633) autor de "Crónica moralizada" y el padre jesuita Bernabé Cobo (1652), quienes residieron en Perú en la época de los Condes de Chinchón, fueron los primeros en describir desde ese país la cascarilla; notaron sus propiedades curativas "milagrosas" y ninguno de ellos hace mención sobre la relación de esta virreinal pareja con la quina.

Medio siglo antes, Monardes (1571) y Fragoso (1572) habían señalado una planta propia del Nuevo Reino (actual Colombia y Ecuador), a la que no pusieron nombre. Ellos describieron sus características morfológicas y propiedades astringentes inconfundibles de la quina, así como su utilidad en casos de diarrea, fiebre y cualquier flujo.
Tampoco aparece mención alguna a estos hechos en el amplio informe escrito por el propio criado del conde Diego Pérez Gallego, en el que se recogen los hechos más relevantes “del acertado y prudente govierno que tuvo en los reynos del Perú el Excmo. señor conde de Chinchón, virrey desde el año de 1629 hasta el de 1640, con algunas advertencias para el aumento de la real hacienda y bien común, para que se presente a su Majestad” en donde se detallan los acontecimientos más significativos del mandato del Conde de Chinchón al frente del Virreinato del Perú.

Existe otro documento de gran importancia en el que tampoco se mencionan estos hechos, y está firmado por el mismísimo Conde de Chinchón, es la “Relación que hizo de su Govierno el Exmo. Sr. Dn. Luis Geronimo Fernandez de Cabrera, Bobadilla, y Mendoza, IV Conde de Chinchón, Virrey, Lugar Teniente, Governador, y Capitán General de los Reynos del Perú, Terrafirme, y Chile. Al Exmo. Sr. Dn. Pedro de Toledo, y Leiva, primer Marques de Mancera, su succesor”.
Posiblemente, la única excepción en la literatura histórica sobre este tema, que da por cierta la enfermedad y curación de la virreina es “El Conde de Chinchón” de José Luis Músquiz de Miguel, Jesuita, editado por la Escuela de Estudios Americanos del Consejo Superior de Investigaciones científicas (1945). Se trata de una monografía presentada en la Universidad de Madrid, como tesis para la colación de grado de Doctor en Filosofía y Letras (Sección de Historia), el día 12 de mayo de 1944. El Tribunal acordó concederle la calificación de sobresaliente y al terminar el curso académico la misma Facultad le otorgó Premio Extraordinario de Doctorado.
En las página 31 y 32, dice: “Se sabe que frecuentemente padeció (El Conde) fiebres palúdicas, las famosas tercianas, ya conocidas desde el tiempo de los incas en el Valle de Rimac. Varias veces tuvo que interrumpir sus ocupaciones al sentirse atacado por las mismas e, incluso, en alguna ocasión, llegó creer que moriría de ellas, haciendo testamento, que entregó a su esposa, a la que rogó pusiera siempre el mayor esmero y cuidado en la educación de su hijo Francisco Fausto”. En la nota al pie de página indica que estos datos están sacados de “Las tercianas del Conde de Chinchón. Carlos Enrique Paz Soldán, en la que se hace un estudio médico sobre esta enfermedad.”
Y continúa: “Más conocidas que las del conde fueron las que atacaron a la Virreina en junio de 1631, ya que dieron origen a la difusión de la virtud febrífuga de la quinina. Las fiebres llegaron a ponerla en inminente peligro de muerte , y tanto el médico de la casa del Virrey, doctor don Juan de la Vega, como los demás doctores consultados, dieron por perdida toda esperanza de salvación para la Virreina, la cual no consiguió librarse de su grave enfermedad hasta que tomó unas cuantas dosis de “cascarilla”. Parece que quien hizo el primer experimento de semejante remedio fue un indio, Pedro de Leyva que, atacado por dicha enfermedad, para calmar los ardores de sus sed, bebió agua en un remanso en cuyas orillas crecían algunos árboles de quina. Salvado así hizo la experiencia de dar de beber a otros enfermos agua en la que depositó raíces de quinina, y con su descubrimiento vino a Lima y se lo comunicó a un jesuita, el cual se lo proporcionó a la Virreina, con lo que se extendió la noticia de su poder curativo”.
Sin embargo hay que destacar que el autor no indica con ninguna nota a pié de página de donde ha recogido esta información, cosa no habitual, ya que en todo este trabajo se documentan las informaciones con la aportación de la fuente e incluso, en algunos casos, con los textos íntegros de los documentos. Cabe la posibilidad de que en esta ocasión se “fiase” de las “leyendas” que hasta esas fechas no había sido puestas en entredicho.
Por último, debemos tener en cuenta lo que dice el jesuita Ruben Vargas Ugarte en la introducción al “Diario de Lima”, a este respecto:
“Muy al principio de su periodo ocurrió el suceso que ha contribuido a inmortalizar su nombre y que en aquel entonces apenas tuvo repercusión alguna. Nos referimos al descubrimiento de la quina o cascarilla. La escasa importancia que los contemporáneos concedieron al feliz hallazgo de esta corteza ha sido, a no dudar, la causa de la oscuridad que todavía envuelve la manera como fue descubierta. Suardo, en su diario nada nos dice sobre este punto. A atenernos a la versión más común y mejor fundada, la enfermedad de la Virreina fue la causa de que las propiedades del maravilloso febrífugo fueron conocidas. El hecho de haber venido por tierra, atravesando los valles de la costa, en donde aún ahora es endémico el paludismo, nos hace sospechar que fue entonces cuando contrajo la dolencia. Ahora bien, la Condesa hizo su entrada en lima el día 19 de abril de 1629 y solo un mes más tarde comienza la relación de Suardo. Bien pudo acaecer la curación de la ilustre paciente en ese tiempo y así se explica el silencio del cronista, fuera de que por la ninguna resonancia del caso el pasarlo por alto no debe excitar nuestra atención.”
En este punto nos debemos hacer una pregunta: Si la Virreina utilizó el remedio de la quina para curarse de sus fiebre, ¿cómo no lo mencionan en sus escritos ni el cronista oficial del Virrey Juan Antonio Suardo, ni su criado Diego Pérez Gallego, ni el mismísimo Conde, cuando dejó constancia de los hechos más importantes de su reinado?
Y hay dos respuestas. La primera que no es cierta la leyenda de la curación de la condesa, y la segunda, que siendo verdadera, ellos no dieron importancia a esta información, porque realmente no eran conscientes de la trascendencia del descubrimiento.
Por tanto, considero que pudo haber algo de verdad en la curación de la virreina, pero que no se le dio entonces demasiada importancia, y que solo años después y con ánimo de promocionar la comercialización y consumo de este producto, se fue adornando la noticia con todos los elementos propios de la leyenda.

Después y aceptando las versiones de la época, en el año 1742 el famoso naturalista Carl von Linnè o Linneo (1707-1778) en su obra “Genera Plantarum” bautizó con el nombre de “Cinchona” o “Chinchona” al árbol de la quina, sacralizando la intervención de la Condesa de Chinchón en su descubrimiento, y mucho después llegaría su utilización como argumento para bellas historias y poemas literarios.

El busto de Linneo se encuentra en el Jardín Botánico de Burdeos, y está realizado en bronce por Lucie Jeffré.




(Estracto de uno de los capítulos del trabajo “De cómo don Luis Jerónimo Fernández de Cabrera y Babadilla y doña Francisca Enríquez de Rivera, Condes de Chinchón y Virreyes del Perú, intervinieron en el descubrimiento de la quina”, que obtuvo el 2º premio en el Concurso de Investigación sobre Chinchón y su entorno del año 2008, del que es autor D. Manuel Carrasco Moreno.)

jueves, 5 de febrero de 2009

A VUELTAS CON LA CRISIS.



Cuando ya estamos hartos de oir hablar de la crisis a tantos descerebrados, oportunistas, políticos y tertulianos interesados, etc. etc. etc., la mayoría de las veces sin que nadie apunte ninguna solución, me atrevo a publicar lo que me ha mandado mi amiga Graciela.



Nos podría ayudar a pensar:




- No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo.
- La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos.
- La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura.
- Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.
- Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar 'superado'.
- Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.
- La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia.
- El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.
- Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía.
- Sin crisis no hay méritos.
- Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
- Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.
- En vez de esto, trabajemos duro: Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.

Albert Einstein. 1879-1955

miércoles, 4 de febrero de 2009

CHINCHON VA A TENER UN CAMPO DE FUTBOL CON CESPED ARTIFICIAL.


Ya se están realizando los trabajos para la instalación de cesped artificial en el campo de futbol de Chinchón.
Estas obras que tendrán un coste aproximado de 600.000 euros, (según informaciones no contrastadas) se encuadran dentro de las ayudas que la Consejería de Deportes ha convocado, con un presupuesto de 5.640.000 euros para la implantación de césped artificial en campos municipales de fútbol dirigidas a Ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes y que aún no dispongan de esta infraestructura deportiva. De esta manera la Comunidad de Madrid colabora con los municipios en la promoción del deporte y en la preservación del medio ambiente.
Los municipios que se han acogido a estas ayudas son los siguientes:Becerril de la Sierra, Chinchón, Daganzo de Arriba, El Boalo, Fuente el Saz de Jarama, Guadalix de la Sierra, Hoyo de Manzanares, La Cabrera, Meco, Morata de Tajuña, Valdeolmos-Alalpardo y Velilla de San Antonio.
Una de las obligaciones de los responsables municipales es aprovechar cualquier oportunidad que se se presente para dotar a su pueblo de medios para conseguir unas mejores infraestructuras, en este caso doportivas.
Pero a diferencia de otras ocasiones, como por ejemplo la gestión de las infrestructuras turísticas que dependen directamente del ayuntamiento, en esta ocasión los que deben aprovechar esta oportunidad son los gestores del deporte, fútbol en este caso, que van a disponer de unas dotaciones impensables sólo hace unos años.
En Chinchón, sólo el balonmano tuvo una presencia destacada dentro del deporte nacional por equipos; mientras en el fútbol muchos deportistas tuvieron que emigrar a los pueblos de los alrededores para tener una cierta promoción. Es posible que con esta oportunidad sea el momento de hacer un esfuerzo entre todos para conseguir que nuestro equipo de fútbol pueda alcanzar su mayoría de edad.
Enhorabuena al Ayuntamiento por su gestión y mucha suerte al club de futbol Chinchón, por la oportunidad que se le brinda, para conseguir mayores éxitos deportivos y sociales para la juventud de Chinchón.
En la fotografía, el equipo de fútbol organizado por don José Manuel de Lapuerta en el año 1956, en un partido en el campo del Grupo Escolar.
Nota: A petición de algunos comunicantes, la alineación del equipo de la foto es la siguiente:
Chele de portero, en la defensa, Pepe Luis , Juanjo y Enrique. En la media, Jesús (Tino) y Kadul, y en la delantera, agachados: Manolo, Jose Mari, Cheito, Jesús y Joaquín.

martes, 3 de febrero de 2009

LA VERDADERA HISTORIA DEL CHINCHONARIO.

Otra foto de la pequeña nevada del 1 de febrero.

Cuando el día 28 de enero publicaba el “Chinchonario”, decía que la autoría era de un grupo de jóvenes, y que daría sus nombres cuando ellos me lo autorizase.
He recibido un correo de Roberto Recas, que me cuenta la historia del “Chinchonario”, que más o menos es esta:
Roberto Recas redactó este diccionario sobre expresiones típicas de Chinchón, como regalo de cumpleaños para su amiga Mónica, la novia de Juan Vega, cuando se vino a vivir a Chinchón.
Tuvo tanto éxito entre los amigos que se hicieron copias que empezaron a “viajar” por la red, llegando hasta Australia y los EE.UU, dándose la circunstancia que hasta llegaban copias a Roberto, enviadas por amigos que no sabían que él era el autor.
Roberto Recas decidió registrar a su nombre la idea del “Chinchonario”, según me indica: “Yo lo hice como un regalo y sin ningún tipo de ánimo que no sea ese. Y lo único que pretendo registrándolo es que nadie se aproveche de ello”.
Después, Lucía, de Radio Chinchón, le pidió permiso para poder decir un par de palabras en un programa de radio y así empezó a ser un poco más conocido.
Y termina así su correo: “En este sentido, me parece estupendo que lo publiques en tu blog y que añadas palabras. Me parece una buena iniciativa. De hecho, el Chinchonario no está "más completo" porque en realidad se trataba de eso... de un regalo, sin ánimo de hacer una obra categórica. Incluso en algunos de los mails en los que estaba la gente discutía sobre la "patria" de algunas de las expresiones... que si eran de Colmenar, que si de Chinchón... cuando en realidad yo me refería a toda la zona, pero bueno...”
De nuevo os invito a todos a mandar palabras que enriquezcan “nuestro” -¿podemos llamarlo así, Roberto?- “Chinchónario”.

lunes, 2 de febrero de 2009

LA ALCOHOLERA DE CHINCHON

El 2 de febrero de 1909, nacía otra Entidad que iba a tener presencia activa y gran influencia en la vida económica del pueblo a partir de ese momento: La Sociedad Alcoholera de Chinchón.
La Sociedad Alcoholera de Chinchón nació inicialmente como una Cooperativa formada por los cosecheros de vino, vinagre y aguardiente de Chinchón, que tenían en sus casas las alquitaras para la fabricación del aguardiente anisado con los excedentes del vino que cosechaban, para convertirse después en Sociedad.
Debemos recordar que, hasta que llegó a España el método bordelés para la conservación del vino en barricas de toble, éste era un producto perecedero y por lo tanto los excedentes eran quemados para conseguir el alcohol con el que después se destilaba el anís, que desde un principio dió una gran fama a Chinchón.
Este sistema de fabricación artesanal y con pocas garantías sanitarias, suponía un alto riesgo para la salud de los consumidores, lo que obligó a las autoridades sanitarias a promulgar la Ley de alcoholes de 19 de julio de 1904.
Esta Ley de Alcoholes intentaba atajar los posibles riesgos que podría ocasionar la elaboración de unos productos que, con la situación de atomización existente hasta esa fecha por la gran cantidad de fabricantes, era muy difícil controlar. Para conseguir los efectos deseados, las autoridades deciden imponer fuertes impuestos a los fabricantes individuales, mientras que estos impuestos casi desaparecían si se formaban sociedades o cooperativas que les agrupasen. Con esta medida, el sistema de control sobre la producción era mucho más fácil, y por otra parte, los propios fabricantes podrían mejorar sus sistemas productivos, lo que a la larga, sería también provechoso para ellos.

Una muestra de las distintas botellas de anis que se ha fabricado en Chinchón, la mayoría de ellas corresponden a la Alcoholera de Chinchón.

Con la promulgación de esta ley se transformó, en pocos años, el panorama productivo de la explotación vinícola. Además, pocos años después llegó la temida plaga de la filoxera que arrasó la mayoría de las viñas plantadas en España. Para combatir esta plaga sólo fue efectiva el injerto de las vides con plantas americanas que eran inmunes a la plaga.

Estas fueron dos de las circunstancias que incidieron en la decadencia de la Sociedad de Cosecheros de Vino, Vinagre y Aguardiente de Chinchón.
Diploma concedido a la Sociedad de Cosecheros de Vino, Vinagre y Aguardiente de Chinchón, en la Exposición Universal Celebrada en París en el año 1889.

La Alcoholera de Chinchón ha mantenido desde esa fecha la tradición en la fabricación de los aguardientes anisados que tanta fama le han dado a nuestro pueblo. Desde su inicio se construyó la fábrica en la Ronda de Mediodía, donde permaneció hasta su traslado a la Vega de Chinchón, cuando las ordenanzas municipales obligaron a sacar del caso urbano las industrias peligrosas.


Este dibujo corresponde a la orla del pergamino entregado a don Joaquín Ruiz Jimenez, siendo Ministro de la Gobernación, cuando le fue concedido el título de hijo adoptivo de Chinchón, en el año 1917. En el dibujo se puede preciar la chimenea de la Alcoholera, junto al castillo de Chinchón.

Y también, desde hace ahora cien años, se dejó de fabricar el anís de Chinchón en las casas particulares, donde, todavía, se pueden ver los antiguos alambiques orillados en las las cámaras, entre los tratos viejos ahora inservibles.
La Sociedad Alcoholera de Chinchón había nacido como una excisión de la Sociedad de Cosecheros de Vino, Vinagre y Aguardiente de Chinchón, la popular "Mojona", que había sido la encarga de promocionar y fabricar los célebres aguardientes anisados de Chinchón, que fueron premiados en diversas ferias como la celebrada en París en el año 1889, con motivo de la Exposición Universal.

domingo, 1 de febrero de 2009

CHINCHON: RAICES E HISTORIA.

Mientras escribía esta entrada, en Chinchón nevaba. Os ofrezco esta panorámica, casi en directo, de los tejados de Chinchón.

Ayer, a la hora torera de las cinco de la tarde, y dentro del ciclo de “Cineforum” que organiza mensualmente la Biblioteca de Chinchón, se proyectó el reportaje videográfico titulado “CHINCHON : RAICES E HISTORIA” que realizó, hace ahora 11 años, JESUS SAEZ ESTECHA.
Fue la presentación oficial ante un público que llenó la biblioteca y admiró este largo reportaje, hecho prácticamente sin medios, pero con mucho cariño hacia su pueblo por su autor, que es el guionista, cámara, director y realizador de la película.
El guión, que toma la información histórica de los libros de don Narciso del Nero y don Paulino Alvarez-Laviada, nos da una visión muy amplia del paisaje y paisanaje de Chinchón, con imágenes que, vistas en la distancia de once años, nos hacen ver lo que ha evolucionado desde entonces.
Hace un recorrido por toda la geografía de Chinchón, mostrando imágenes originales y desde perspectivas distintas a las manidas que se ofrecen generalmente de muestro pueblo, uniéndolas a sentidos versos, casi desconocidos, de Gonzálo Jimenez, Juan París y del propio autor, y a una selección de música clásica que acompañaba perfectamente a las imágenes.
Después de la proyeccción tuvo lugar un coloquio en el que el autor nos contó cómo rodó el reportaje, ayudado por sólo una pequeña cámara y rodando las imágenes en directo, de acuerdo con el guión sin, haber realizado posteriormente un montaje.
Ayer, en la biblioteca de Chinchón, vivimos una hora y media muy emotiva, y pudimos comprobar lo que se puede conseguir con muy pocos medios pero con un gran cariño por un pueblo. Es un testimonio impagable de cómo era Chinchón a finales del siglo XX.
¡Enhorabuena, Jesús!