sábado, 30 de junio de 2012

“VIDA SECRETA DE UNA GOTA DE AGUA”: UN RELATO DE ANDRES MORALES ROTGER.


Andrés Morales Rotger es uno de los quince finalistas del IV Concurso de Relatos para mayores organizado por la Fundación Caixa y Radio Nacional de españa. Tiene un amplio recorrido literario. Ha ganado diversos galardones, como el primer premio del XXXVII Concurso Internacional de Cuentos de Guardo, con su relato “Alma de pájaro”; el primer premio de literatura en prosa AEFLA 2009  con el relato titulado "Gemma no está";  el segundo premio de la sexta edición del Concurso de Relatos Breves organizado por la Concejalía de la Mujer del Ayuntamiento de Aranda de Duero, con el relato titulado “Vidrios rotos”, entre otros.
Él nos deja su pequeña reseña biográfica:  “Nazco en Badalona, una ciudad costera en pleno cinturón industrial. Me licencio en Farmacia y posteriormente curso la diplomatura de Óptica y de Administración de Empresa. Y así pasaba el tiempo, entre Farmacopeas y aridísimos tratados hasta que un buen día descubrí que existe otra literatura más allá del discurso científico y me puse a leer toda la prosa de ficción que caía en mis manos. Tanto que con el tiempo me transformé en un letraherido. Un hombre cuyas heridas no sanarán ya nunca y que precisa de las letras para aplacar esa dependencia de las palabras que lleva dentro”.
Le conocí en la entrega de premios en Caixa Forum y, con su autorización, os dejo el relato que fue seleccionado como finalista, que tituló: 

VIDA SECRETA DE UNA GOTA DE AGUA

Una ráfaga de aire helado se mete en el boquete de una nube y arranca una gota. Enseguida dos. Luego tres y hasta cuatro y cinco gotas más. Aquí, en el jardín de los manzanos, con la lluvia siempre sucede igual: cae la primera gota y arrastra consigo una fina llovizna de cristal. Transparente, temblorosa, baja la gota ovillada en sí misma, un tanto encogida para protegerse de los trozos de sol que se escurren entre nubes. Fría de miedo recorre el trayecto desde los desgarrones celestes hasta una mejilla de mujer que camina entre flores de manzano. Un trayecto tan largo como el tiempo que emplea la mujer del camino en alzar la cara al cielo y decir llueve, creo que empieza a llover.


—Creo que empieza a llover —la gota resbala sobre la piel y se detiene en el extremo del labio. Labios gruesos como brotes abiertos a un sol rayado de polen. Nunca había sentido la gota el vértigo de avanzar sobre el calor de una piel tan dulce.
—Me da vértigo acariciar tu piel —frente al olor a tierra de su pelo hay un hombre de perfil duro, ojos pensativos y barba descuidada, cuyo blazer con botones de ancla desentona con el fondo del paisaje. Un hombre que se pega a sus brotes recién abiertos y le aparta mechones brillantes como hojas mojadas—; pero soy un coleccionista de mimos.


Él le roza la boca y ella separa los labios lo justo para dejarle claro que no, por favor, no quiero; el tiempo suficiente para que la gota de lluvia se cuele por la puerta falsa de un beso forzado. Una entrada íntima que conduce al bosque de papilas donde se mezclan la yerbabuena, el tomillo, el hinojo y la cólera de la muchacha entre manzanos, con las falsas promesas, la saliva y el sabor espeso del hombre del blazer azul. Labio contra labio, lengua contra lengua.
—Es nuestro último beso. —Delante de ella, el gesto de lobo guapo del Blazer y las manos resueltas de la muchacha que lo aparta de en medio, que le aparta la cara, que le aparta los labios, que lo aparta de sí y ojalá supiese cómo apartarlo de mi memoria que ya estoy cansada de sus gestos programados y de oírle las mismas palabras enredadas en la boca. Un día de esos me lo quito de encima y le digo la próxima vez no te enamores tanto. Búscate otra mujer en tu pequeño mundo. Ya basta.
—Eres única en el mundo —él, con cara de estar a punto de darle un beso.
—Ya basta —ella, con la cara oculta entre los brazos.
Pero no fue el último beso. Ni siquiera el penúltimo ni el antepenúltimo. Pues un día en que el verano era un sol todavía verde en las ramas, la gota de lluvia vio aparecer un blazer azul por el camino entre manzanos. Fue la gota quien primero distinguiría sus andares de lobo guapo al fondo del paisaje, aproximándose despacio, desde lejos, mucho antes de que la muchacha reparara en él. Porque desde que entrara en su cavidad bucal, la gota se había instalado a vivir entre lágrimas de mujer, como una lágrima más. La gota que se coló por la puerta secreta de un beso, había escapado del laberinto de papilas gustativas para, sin excesivas dificultades, escalar hasta las glándulas lacri-males, transmutarse en lágrima, y sumergirse en el lago ocular desde donde contempla, día con día, cómo es de bella la muchacha cuando se refleja en el espejo y cuán duro es el perfil del hombre que la espera, el hombro recostado contra el tronco de un manzano.
—No he podido acudir antes —el Blazer, enfrentándose a todo el azul de su mirada azul y a una gota de agua travestida en lágrima que parece desafiarle.


—Da igual —da igual que le desabroche un botón, que la bese en el hombro, que no tenga valor para separarse de una mujer a quien ya no ama, que le bese la desnudez de los pechos; le da igual. Da igual que seas un mentiroso, que yo no reúna valor para echarte de mi vida, que rebusques a ciegas entre los botones de mi vestido, que beses la serpiente que me han tatuado bajo el ombligo, que tires lentamente de mis bragas, que no te vengas a vivir conmigo, que pruebes cada uno de los pliegues de mi piel, que avientes mis ropas por el suelo; me da igual. Me traen sin cuidado todas tus promesas y el asco mágico que me provocan. Sí, porque en el fondo aborrezco y anhelo desnudarme a tu lado y tenderme sobre la tierra negra del camino y ponerme a contar besos y vete de una vez a la mierda, te enteras, vete a la mierda de una puta vez.
—¿Qué te pasa? —el coleccionistas de mimos, achina pensativo los ojos y echa los hombros hacia atrás, para tomar distancia, eludir la pregunta y apreciar la luz de la mañana que baja por la mejilla de la mujer.
—No, nada —la muchacha del camino cuenta hasta cien besos. Los registra con sumo cui-dado para que no se le descuente ninguno. Besos que no acaban nunca. Cien besos de amantes des-esperados. Él me entiende, yo me entiendo—. Eres lo peor que me ha pasado nunca.


—No te comprendo. —La sonrisa mal disimulada del blazer azul, frente a una mujer sin ropa, todavía más guapa, con una gota de lluvia transformada en lágrima lenta y espesa a punto de escurrirse, y una serpiente tatuada reptando hacia su ombligo. Mujer desnuda entre manzanos.
—¿Vendrás a buscarme? —ella. Con la luz de la tarde en los ojos, en pie sobre la tierra negra y el silencio del viento; y él alejándose por un camino viejo con surcos de carros. Mientras, una gota desaparece en el suelo.
Para el día en que estallaron los primeros aromas de otoño, la gota que quiso ser lluvia y acabara en lágrima había recorrido ya el universo subterráneo de la tierra oscura, se había unido en matrimonio a la savia del frutal y se propagaba por el enredo de ramas y hojas y aire dormido, hasta penetrar en la luz roja y verde de alguna manzana esperiega.
—Mira —la serpiente tatuada bajo la tentación circular de un ombligo alza el brazo y acaricia el fruto del manzano. Un pinzón se esponja en el extremo de un tallo, ajeno a la maniobra de la muchacha. Es una manzana que recuerda mi mundo—. Toma, cógela.
—¿Qué pretendes? —el coleccionista de mimos, con un chispazo de alerta en los ojos y la expresión congelada. Respira con preocupación.
—La manzana. Te va a encantar. —Y la muchacha del camino ofreciéndole la redonda ino-cencia de una manzana, en un intento desesperado por demostrarle que el fruto no está envenenado, que la mayor acumulación de venenos se halla en los amores muertos y a ver cómo le dice ella ahora que poco o nada puede hacer frente la presencia permanente del fantasma de otra mujer; de los fantasmas de sus propias contradicciones y dilemas. Que, a la larga, el amor cansa demasiado. Cómo le digo que no puedo reprimir más mis ganas, que quiero que aquello que pasó vuelva a pasar, y que voy a ser yo quien ya mismo lo tienda en el suelo y se lo folle encima de ese blazer azul marino, con todo y sus botones de ancla—. Ten, pruébala. Manzanas esperiegas, las más tardías.
—¿Yo? —Reticente. Sacude la cabeza, retrocede un paso. Rechaza la tentación con un afec-tuoso gesto. Un pájaro sin nombre remonta el vuelo—. No, no me apetece; gracias.
—¡Tonto, mira! —riendo, ella. Acercando la fruta pecaminosa a la luminosidad blanca de su risa. Y enseguida el crujido al arrancar de cuajo la perfección del primer bocado. El sonido de los dientes en una manzana cuyo mesocarpio esconde una gota de lluvia—. Prueba mi mundo, venga —la muchacha cierra los ojos mientras la gota que quiso ser lluvia, que quiso ser lágrima, que quiso ser pulpa, se mezcla con la yerbabuena, el tomillo, el hinojo y la ácida dulzura de la manzana que ya comienzan a teñir las papilas de la muchacha del camino.
Al cabo de un momento de vacilación, el hombre busca ese otro lado sin huellas de la primera mordida. Sube a sus labios la piel pura de media manzana virgen. Tanto interés de la mujer en que pruebe la endiablada herejía que le ofrece. En que el hombre la pruebe. Si ella quiere, él…


—¡Sí! —la emoción ribeteándole los ojos, ella. Lágrimas ciento por ciento humanas, sin tra-zas de lluvia. La piel roja frente a la mancha roja de unos labios que provocan. La gota distingue ahora la saliva gruesa y el sabor espeso del hombre del blazer azul. El deseo que revienta en la boca de él. La alegría que llena la boca de ella. Y la gota reconoce enseguida el amor que empieza a hervir en la estrecha rendija que dejan los besos.
—Confiesa que has venido a buscarme —al borde de la carcajada o del llanto, ella. Sonrien-do más con los ojos que con la boca. Sollozando más con la voz que con los ojos. Labio contra labio, lengua contra lengua. La gota que quiso ser pulpa, quiere ser lluvia otra vez. Advierte que en medio de las palabras está de más. Que el amor quema y que le será suficiente con permanecer a flor de labios para que ese viento que no sabe de dónde le llega se la lleve consigo—. Has venido a bus-carme; dime que sí.
Una ráfaga de aire quemado se mete en el boquete por donde respira el amor y arrastra la gota. La gota que fuera lágrima y luego pulpa y luego saliva en boca de dos amantes es ahora un diminuto fantasma de vapor. Aquí, con el amor, siempre sucede igual: un hombre y una mujer se besan. Dos mujeres se besan, dos hombres se besan y enseguida la saliva asciende, transparente, temblorosa, transformada en agua, el camino de regreso hacia esas hebras de nubes que ya empiezan a tejer de blanco el cielo del edén de los manzanos.


viernes, 29 de junio de 2012

EL AMO CAPITULO XXI



Eran poco más de las doce del mediodía y aporrearon la puerta con insistencia. Rosa se echó por encima la bata y salió a abrir sobresaltada. Genaro sosteniendo a Emilita que estaba al borde de un ataque de nervios tenía la cara blanca como la pared y apenas si podía balbucir alguna palabra. Se apartó de la puerta para que pudiesen entrar y acercó una silla para que se pudiese sentar su nuera. Corrió a la cocina y trajo un vaso de agua que ella bebió con ansiedad. Genaro había ido a por otro que también bebió todavía sin decir una sola palabra.
- Por Dios, hijos, decidme, ¿qué ha pasado?
- Una tragedia, madre, una tragedia. La Iglesia de San Isidro está en llamas. Han roto los cristales de los escaparates de nuestra tienda, la calle de Toledo está tomada por los milicianos. Hemos tenido que salir huyendo para nuestra vidas estaban en peligro… y la pobre Emilita en este estado…
A la joven, poco a poco, le iba subiendo el color a la cara. Ahora, sentada en casa de su suegra, empezaba a serenarse y el corazón casi había recobrado su ritmo normal. Ahora Genaro, sentado en una silla a su lado, y cogiéndola de la mano, empezó a cotar a su madre todo lo ocurrido.
- Yo había bajado, como todos los días, a las nueve de la mañana para abrir la tienda. Emilita se había quedado en casa porque no había pasado buena noche por el calor. ¿Te encuentras mejor, vida mía? En la calle había más gente que de costumbre y se veían llegar guardias de asalto totalmente armados, que yo pensé que era para mantener el orden. Yo entré en la tienda y a la media hora escuche un gran alboroto; me asomé a la puerta y por toda la calle Toledo, desde la Plaza Mayor, bajaba una multitud de milicianos dando gritos y enarbolando fusiles y banderas de la República. Mi reacción inmediata fue cerrar la tienda, pero sólo me dio tiempo a poner el tablón de uno de los escaparates. El gentío empezaba a arremolinarse a mi alrededor y salí corriendo hacia nuestra casa para ver cómo estaba Emilita.
- Yo también me había dado cuenta de lo que pasaba y vi desde una de las ventanas, escondida detrás de los visillos, cómo se acercaban a la iglesia con antorchas encendidas y comprendí enseguida cual era su intención. En ese momento llegó Genaro, cerramos la puerta y nos dirigimos a la casa de mis padres en la calle Bailén para decirles que no se les ocurriese acercarse a la tienda.
- Ellos nos dijeron que allí no estábamos totalmente seguros porque todos los vecinos conocían su relación con los curas y alguno podía denunciarles. Nos dijeron que hasta que pasase el tumulto estábamos mejor aquí, contigo, madre.
- Y yo me alegro mucho que hayáis venido, porque así veo que estáis a salvo. ¿Y que más ha pasado?
- Cuando cruzábamos por delante de la Colegiata, hemos visto que ardía parte del retablo. Por las proporciones del incendio, seguro que no se salva ninguna de las pinturas; ni el cuadro de Ricci, ni el de Luca Giordano ni nada del retablo de Ventura Rodríguez. Al llegar cerca de aquí alguien estaba diciendo que se había hundido la cúpula… Un desastre… un verdadero desastre.
Pero no había sido solo la Colegiata de San Isidro. La mayoría de las iglesias de la capital habían sido asaltadas. La Iglesia de Jesús de Medinaceli junto al Hotel Palace, que siempre había recibido el fervor de los madrileños tampoco se libró del fuego. La Iglesia de El Salvador y San Nicolás en la calle de Atocha fue asaltada por las turbas exaltadas. Tiraron las imágenes desde sus altares, sacaron de la sacristía todos los ornamentos de culto y los vasos sagrados y los esparcieron por el suelo. Los Milicianos se vestían con las casullas y hacían simulacro de misas con ademanes obscenos utilizando los fusiles como báculos y tirando los libros en un montón en el centro de la iglesia para después prenderles fuego. Nadie ponía orden y el pillaje se generalizaba por todas partes. Una mujer se iba guardando debajo de las faldas todo lo que consideraba de valor. Dos curas viejos que vivían en la rectoral habían bajado a la iglesia al oír la algarabía, los dos fueron abatidos sin contemplaciones.
Durante los días siguientes todo el cielo de Madrid estaba poblado de largas columnas de humo que se elevaban como testigos ciegos de la desolación que se estaba viviendo.
Genaro, cuando se hubo calmado, a petición de su madre salió hacia la calle Sacramento para buscar a su hermana y su familia. Todos estaban bien volvieron con él para estar todos juntos en la casa de la madre. 
Rosa, alertada por el Amo, se había abastecido de los alimentos más básicos, de embutidos y conservas, que les iban a permitir subsistir a todos juntos hasta que se fuese normalizando la situación.
Todo era desconcierto y nadie sabía a ciencia cierta lo que estaba pasando. Sabían que el General Franco se había sublevado en Marruecos, que controlaban el sur de la península, pero el Gobierno mantenía el poder en Madrid y que estaban dispuestos a defender la República. Aunque no lo sabían,  sí todos pensaban que esto podía ir para largo, y que lo que les esperaba ahora no iba a ser nada fácil.
Rosa no tenía ninguna información de lo que estaba pasando en Recondo, pero tenía un negro presentimiento que no quiso compartir con sus hijos.
Aunque efectivamente la situación se fue normalizando y las autoridades pudieron controlar el orden público, el miedo se podía ver en los ojos de todos. Nadie se fiaba de nadie. Nadie conocía tan bien a sus vecinos para poder asegurar que no les fuesen a traicionar o a denunciarles falsamente por cualquier motivación personal o por pura maldad. Genaro había pasado por delante de la tienda y pudo comprobar que había sido asaltada y no quedaba nada dentro; pero el barrio ya estaba tranquilo, pudo hablar con alguno de los vecinos y se cercioró de que podía volver a casa con su mujer, aunque sabía que era imposible intentar volver a abrir la tienda.
Rosita, Evaristo y su niña también regresaron a su piso en la corrala de la calle Sacramento. Aunque la tienda de telas se abrió a la semana siguiente, el dueño le dijo que le tenía que despedir porque en esta situación le iba a ser imposible pagar su sueldo. A Rosita le dijeron que ya la llamarían si había trabajo.
Antes de que se fueran de casa, Rosa entregó a escondidas cien pesetas a cada uno de sus hijos, para que fueran tirando, aunque ellos se resistían a cogerlo.
- No os preocupéis, vuestra madre sabe lo que hace y si tenéis alguna dificultad, podéis recurrir a mí, pero no le digáis a nadie nada de esto.
Ella había cumplido los cincuenta y nueve años, ahora se sentía muy mayor y su vida ya no tenía más sentido para ella que cuidar de sus hijos, mientras tuviera fuerzas y gracias al dinero que el Amo le había entregado providencialmente unas semanas antes.
En la escalera principal del número diez de la calle de Leganitos, la situación había cambiado muchas cosas. El señor Emilio había muerto el año anterior y la señora Susana y el señor Braulio, ya muy mayores seguían viviendo allí, pero los herederos del sastre ya le habían comunicado que tenían que dejar la casa y tendrían que marcharse a su antigua casita de Vallecas. La Julita había recibido una visita de don Bernardo para comunicarle que dadas las circunstancias no podría seguir visitándola y que le iba ser imposible seguir mandando el dinero mensual que nunca le había faltado. Que no podía correr el riesgo de que su hija, que visitaba frecuentemente a su suegra, fuese a enterarse ahora de la situación, y que por todo ello, era mejor dejar las cosas así. Que había sido una verdadera compañera para él, y que siempre la querría.
Esta nueva situación la dejaba en una situación muy delicada. Era la propietaria del piso pero no tenía ingresos ni para sufragar los gastos de la vivienda ni para sobrevivir. Además, ya no tenía ni años ni físico para ejercer el único oficio que conocía y que había ejercido durante toda su vida. Entonces se le ocurrió que podría ser una buena solución ofrecer el piso a sus viejos vecinos en las mismas condiciones que tenían con el sastre, lo que fue un alivio para todas las partes, pues pensaron que sería mejor compartir lo poco que tuviesen que buscarse la vida cada uno por su lado.    

miércoles, 27 de junio de 2012

EL 30 DE JUNIO SE INICIAN LAS VISITAS TURÍSTICAS TEATRALIZADAS EN CHINCHÓN.

Como ya os anuncié el otro día, se van a iniciar una serie de visitas turísticas teatralizadas con el título de "EL ALMA DE CHINCHÓN" y se inician el próximo sábado día 30 a las diez de la noche.


Las representaciones, para las que hay que hacer reservas en la oficina de turismo de Chinchón, por ser para grupos reducidos, prometen ser un acontecimiento cultural y turístico de primera línea. 



Se iniciará la representación en la Plaza del Rosario, en la puerta del Parador de Turismo de Chinchón, haciendo un recorrido por distintos puntos del pueblo, para terminar en el pórtico de la Iglesia de Chinchón, en la plazuela de Palacio.


Varios personajes ilustres de la Historia de Chinchón, nos irán contando sus andanzas y sus historias. Camilo de Goya, capellán de la Iglesia de la Piedad, Salvador Sánchez "Frascuelo", Juan Barrando, una de las víctimas de los franceses en 1808, La Virreina del Perú, la Condesa de Chinchón y el mismísimo Francisco de Goya y Lucientes serán los anfitriones de estas jornadas que servirán para hacer llegar al gran público, los secretos de la historia de nuestro pueblo.
El guión original es de Conchi Olivar.


Os animo a participar. Seguro que os va a encantar.
Para más información: http://www.ciudad-chinchon.com/

martes, 26 de junio de 2012

EL AMO CAPITULO XX


La situación política y social se había deteriorado de tal forma que se podía palpar el ambiente prebélico en las conversaciones y comentarios que se oían en la calle, en las tertulias e incluso en los corrillos vecinales. Casi todos coincidían en que el levantamiento militar era un hecho y así se lo había dicho Genaro.
- Mi suegro, que está muy en contacto con la jerarquía eclesiástica, dice que la situación es insostenible y que la dejación del Gobierno en solucionar la situación de inseguridad no deja más camino a los militares que el tomar el mando por la fuerza. En las altas esferas de la Iglesia temen un ataque frontal hacia todo lo religioso. Sabe de buena tinta que existen contactos de alto nivel con las autoridades militares para tomar medidas urgentes para reconducir la situación.
También en Recondo el miedo se había apoderado de los grandes terratenientes. Sólo escuchar lo de socializar los medios de producción hacía temblar a don Nicomedes y a los demás contribuyentes, que estaban de acuerdo en que era necesario tomar medidas urgentes.
También el Amo coincidía con las previsiones de su hijo.
- Estoy de acuerdo con lo que dice Genaro. En Recondo ya se habla abiertamente de que las tierras tienen que ser para los que las trabajan. Sí, se oye lo del levantamiento militar… pero yo no estoy seguro que se vaya a producir,  y en todo caso, ¿Quién puede garantizar que vaya a triunfar un golpe de estado? Yo creo que habría que tomar otras medidas, porque nosotros somos los que más tenemos que perder… No sé, no sé… habrá que pensar algo…
El tiempo era bueno porque había llegado ya la primavera. Pero en ese viaje a la capital don Nicomedes no se alojó en la casa de Rosa, aunque ya no vivían allí sus hijos. Ni siquiera ella se enteró de esta visita a Madrid. Se alojó en el Hotel Regina de la calle de Alcalá, muy cerca de la Puerta del Sol. Había concertado una entrevista con los representantes de un grupo de inversores que  estaban interesados en comprar fincas de labor en la zona centro de la Nación. Él había traído los certificados de todas sus propiedades rústicas en Recondo y en los municipios limítrofes. Representaban un verdadero imperio de más de quinientas hectáreas en las mejores zonas de cultivo, repartidas por todo el Partido Judicial. Estaba dispuesto a ponerlas todas en venta y quería conseguir el mejor precio posible.
La situación no era la más propicia para efectuar las venta porque también otros terratenientes había llegado a conclusión de que era mejor vender las propiedades que esperar a que se las quitasen ese hatajo de descamisados maleantes que poco a poco se estaban adueñando del poder sindical y político del país.
Las negociaciones fueron arduas y se prolongaron por más tiempo que él había previsto, pero una semana después se había fijado el precio. Un total de trescientas setenta y cinco mil pesetas a pagar en el momento de firmar las escrituras y con la condición de que no entrarían en posesión de las mismas hasta que se recogiesen los esquilmos que había sembrados, dando así tiempo al actual propietario a despedir a los aparceros. Por lo tanto se acordó que los nuevos propietarios entrarían en las tierras a partir del mes de noviembre en las tierras de labranza y en enero del año siguiente en los olivares, para dar tiempo a la recolección de la aceituna. El precio sería satisfecho íntegramente en monedas de oro y plata de curso legal.
Hechas las oportunas gestiones, el señor Notario les citó a las doce horas del día 5 de mayo del año  mil novecientos treinta y seis en su despacho de la calle de Alcalá, muy cerca del hotel donde ese día se alojaron don Nicomedes Gómez Carretero, esta vez acompañado de doña Maria de la Amargura Pastrana de las Olivas, su esposa, a la que no le gustaba demasiado viajar a la capital pero que esta vez no tenía más remedio que acompañar a su esposo para firmar todas las escrituras de compraventa.
Para el viaje habían contratado los servicios de un coche al punto, de la capital, que fue a recogerles a Recondo, les trajo a la capital y les devolvió después al pueblo, ahora ya con su extraordinario tesoro camuflado en un bolso de cuero que habían comprado para esta ocasión y que hizo el viaje de vuelta entre el matrimonio que no lo perdió de vista en ningún momento ni quisieron que el conductor lo depositase en el maletero del coche.
Cuando llegaron a casa las monedas se pusieron en un cofre que doña Margará se encargó de camuflar en un escondrijo que había habilitado en el dormitorio principal del matrimonio.
La situación seguía deteriorándose y el miedo a posibles represalias en el pueblo aconsejaron que Patrocinio la más pequeña que tenía veinticuatro años se fuese a pasar una temporada con unos familiares que tenían en Denia, un pueblecito de alicante, donde estaría tranquila sin ocurría algo en Recondo.
Prepararon la maleta con sus ropas y dos días después montaban su padre y ella en el tren que les llevaría a la capital. Después ella cogería el expreso hasta Alicante, donde la esperaba uno de sus primos para llevarla al pueblo con sus padres.
Cuando despidió a su hija en la estación, se fue a casa donde Rosa le esperaba. Esta vez sólo se quedaría un par de días, y a ella le gustaba hacerle agradable su estancia.
- Rosa, tengo algo muy importante que decirte. Mira, la situación en toda España es muy delicada; tú ya lo ves por aquí, pero en Recondo es mucho peor. Ya sabes que allí nos tienen envidia y me temo que pueda ocurrir algo malo. A mi hija pequeña la he mandado a casa de unos primos de Alicante, y los demás estamos preparados por si tenemos que salir de allí precipitadamente. Entonces no sé si podré venir a visitarte… Para los asuntos de Recondo ya he tomado las medidas necesarias, ahora tenemos que pensar en solucionar lo de aquí…
Aunque él nunca parecía haberse preocupado demasiado de esta su otra familia, en esta ocasión había aflorado en él una desconocida conciencia que le obligaba a responsabilizarse de lo que les pudiese ocurrir. No podía decirle nada a su mujer, que no iba a consentir ninguna “debilidad” hacia los hijos bastardos y su mantenida, por lo tanto se cuidó de que en la venta de las tierras se apartasen cinco mil pesetas, que aparecía en el contrato en concepto de comisiones, y que él retiro personalmente para disponer de efectivo suficiente para lo que él estimase oportuno sin tener que dar explicaciones a su esposa.

- Aquí tienes Rosa. Son tres mil quinientas pesetas en monedas de plata. Guárdalas en un lugar seguro. No se lo comentes a nadie, ni siquiera a los chicos, esto es tu seguro de vida. No sé si te podré seguir enviando el dinero al Monte de Piedad, pero aquí tienes este pequeño capital, que te puede garantizar una vida decente durante muchos años…
Hoy Rosa no tenía ninguna duda de que el Amo la quería de verdad y se avergonzó de los pensamientos que le habían asaltado en algunas ocasiones. Y esa noche se durmieron abrazados aunque antes no habían hecho nada más.
Al día siguiente, cenaron en el Riscal. Por la tarde había estado en el Rialto donde daban, en sesión continua, dos películas recién estrenadas, "Morena clara",  y "Currito de la Cruz", protagonizada por el famoso torero Antonio García "Maravilla". Terminaron dando una vuelta por la Gran Vía para tomarse un "coctail" en la barra de Chicote. Había que celebrar la llegada del verano y despedirse, porque el Amo ya no pensaba volver hasta después de las fiestas patronales de Recondo.

lunes, 25 de junio de 2012

DE ZAVENTEM A MOUNTAIN VIEW.


El blog del Eremita está recibiendo una media de 200 visitas diarias. El 60% aproximadamente son de España y el resto vienen de todo el mundo, especialmente de América Latina, lo que es normal por aquello del idioma. Sin embargo hay dos excepciones que me han llamado la atención. 


Son las visitas que llegan desde Zaventem que es una localidad belga dentro del Brabante flamenco en Flandes. Cuenta con unos 28.500 habitantes y después me he enterado que el Aeropuerto de Bruselas-Zaventem está situado en esta localidad, donde también está la escuela de pilotos: Hub'Air Aviation Academy. La realidad es que no sé si los visitantes son pasajeros que llegan al aeropuerto, los empleados del mismo, o sencillamente españoles que viven por allí.


Otro lugar extraño desde donde recibo vivitas es Mountain View, una ciudad en el condado de Santa Clara, California. La ciudad tiene su nombre debido a la vista desde las Montañas Santa Cruz. En el Censo del 2000, Mountain View alcanzó la cifra de 70.708 habitantes.
Se da la circunstancia que desde el 16 de agosto de 2006 Google anunció la implementación del servicio de Internet inalámbrico gratuito en toda la ciudad, que estaba disponible para toda la comunidad local. Mountain View se transformó de esta manera en la primera ciudad de Estados Unidos en poseer acceso a Internet inalámbrico gratuito provisto por Google en toda su extensión territorial. Posiblemente la dacilidad de acceso gratuito a interner sea lo que facilite a los habitantes de esa localidad llegar hasta mi blog.
Como desconozco el origen e identidad de estos fieles seguidores del Eremita, quiero desde aquí mandarles un cordial saludo, y agradecerles su fidelidad.
Un saludo para mis “amigos” de Zaventem y Mountain View.

domingo, 24 de junio de 2012

sábado, 23 de junio de 2012

IV CONCURSO PARA PERSONAS MAYORES 2012 que organiza RNE y la OBRA SOCIAL DE LA CAIXA: MAS NOTICIAS.


El periódico La Vanguardia, en su edición digital del sábado, ofrece la siguiente reseña sobre el fallo del Jurado del IV Concurso para mayores de la Caixa y RNE:

Una aproximación amable al alzheimer gana el premio de relatos de mayores de La Caixa
El jurado concedió el primer premio Luisa Horno, de 67 años | Al concurso se han presentado en total 1.154 relatos, con una ligera mayoría de mujeres autoras


MÁS INFORMACIÓN
"Cabeza vacía", por Luisa Horno
"Diario de ruta", por Jacqueline Brabant
"Endocarpio dorado", de Manuel Carrasco

Madrid. (Redacción).- Luisa Horno tiene claro de qué va la historia con la que se adjudicó el jueves el primer premio del concurso de relatos escritos por personas mayores de la obra social La Caixa: "Va de ilusión". Así lo dijo en el acto de entrega del galardón, el jueves en el CaixaForum de Madrid. Su relato, Cabeza vacía, supone una mirada irónica y amable a los primeros síntomas del alzheimer con un presunto Supermán incluido, y mereció el apoyo unánime de los cinco miembros del jurado.

Este lo integraban la escritora y académica Soledad Puértolas y los también escritores Fernando Schwartz y Juan Díaz de Atauri (el ganador de la edición del 2011 del mismo concurso); el director ejecutivo de La Caixa y director general adjunto de la Fundació La Caixa, Jaume Giró; el director de Radio 1, Ignacio Elguero y el subdirector de La Vanguardia Miquel Molina. En total, se presentaron al concurso 1.154 relatos procedentes de toda España, con una ligera mayoría de mujeres.


Luisa Hornos es una jubilada de 67 años que trabajó durante 35 como bibliotecaria. Desde que dio por finalizada su vida laboral escribe a razón de un relato por semana (ha finalizado ya más de 80) e incluso ha redactado las primeras páginas de la que podría acabar siendo una novela. Asiste a talleres de escritura y afirma que el poder dedicarse a la literatura supone la culminación de un sueño aparcado durante muchos años por la falta de tiempo. "¿Esperaba ganar?", le preguntaron en el acto de entrega del premio, en el CaixaForum. "No, pero sabía que mi relato era bueno", respondió muy decidida.


El jurado quiso conceder también, por su calidad, accésits a otros dos relatos excelentes: Diario de ruta, de Jacqueline Brabant, de 75 años, y Endocarpio dorado, de Manuel Carrasco, de 65. La primera es de Madrid y el segundo de Chinchón, también en la Comunidad madrileña, que se destaca como la primera en lo que a la procedencia de los concursantes se refiere, con 378 trabajos presentados. A continuación figuran Catalunya (189), Andalucía (145) y la Comunidad Valenciana (81).

La evasión a mundos imaginados o la recreación de la infancia dominaban en las temáticas de los relatos finalistas, aunque no faltaban tampoco referencias a preocupaciones más cotidianas como el paro o la enfermedad.

"EL ALMA DE CHINCHÓN"

Con este sugerente título se anuncian una serie de visitas turísticas teatralizadas para los que nos visitan.
Este es el cartel anunciador en el que se nos muestran las diferentes fechas que en el año 2012 se efectuarán estas representaciones.


Están patrocinadas por el Ayuntamiento de Chinchón y coordinadas por "Cultur Arte Chinchón" que se presenta con esta producción. Les deseamos mucho éxito.
Seguiré informando con datos más concretos de estas representaciones.

TURISMO: TUDELA

jueves, 21 de junio de 2012

IV CONCURSO PARA PERSONAS MAYORES 2012 que organiza RNE y la OBRA SOCIAL DE LA CAIXA: Premiado “EL ENDOCARPIO DORADO” de MANUEL CARRASCO.

Todos los finalistas junto al Jurado al finalizar el acto en el Salón de Actos de Caixa-Forum de Madrid.

Manuel Carrasco con su premio, junto a la portavoz del Jurado doña Soledad Puértolas.

En esta edición del concurso han participado un total de 1.154 personas, de las que han sido 601 hombres y 553 mujeres, a partir de 60 años. Por comunidades autónomas, las que han contado con mayor representación han sido Madrid (378), Cataluña (189), Andalucía (145), Valencia (81) y Castilla-La Mancha (63).

Los miembros del Jurado

El Jurado estaba compuesto por por los escritores Soledad Puértolas y Fernando Schwartz; Juan Díaz de Atauri, ganador del concurso en 2011; el director de Radio 1, Ignacio Elguero; el subdirector del diario La Vanguardia, Miquel Molina, el director ejecutivo de "la Caixa" y director general adjunto de la Fundación "la Caixa", Jaime Giró.

 Los presentadores Juan Fernández Vegue y Ángeles Bandrés.

También ha asistido al acto Benigno Moreno, director de RNE, y los 15 autores finalistas del certamen, procedentes de toda España y el acto ha estado presentado por Juan Fernández Vegue y Ángeles Bandrés.
El concurso se enmarca dentro del programa Gente 3.0 Grandes Lectores de la Fundación "la Caixa" en el que ya han participado 15.868 personas.

Luisa Horno Delgado recibiendo el primer premio

Luisa Horno Delgado, de 67 años, de Zaragoza, ha ganado con su relato "Cabeza vacía", y como premio recibirá un ordenador, un trofeo y la adaptación radiofónica de su relato.

Jacqueline Brabant y  Manuel Carrasco ganadores de los dos accésits junto a Soledad Puértolas y Fernando Schwartz 

El jurado ha otorgado tambien dos accésits a: Manuel Carrasco Moreno, de 67 años, de Chinchón (Madrid), con "El endocarpio Dorado" y a Jacqueline Brabant Oliver, de 75 años, de Madrid, con "Diario de ruta". Como premio han recibido un I.Pod, un trofeo y la adaptación radiofónica de sus relatos para ser emitidos por Radio Nacional de España.

Manuel Carrasco recibiendo el trofeo.

Yo os dejo ahora mi relato esperando que os guste.

EL ENDOCARPIO DORADO.
(CUENTO SURREALISTA)

Andaba yo contando hormigas, sentado en los arcenes del mar, cuando mis padres decidieron que aún era tiempo de aprender y que a mis años no podía ir por ahí, despilfarrando alegremente mi vida. De nada valieron mis protestas ni mis argumentos. De nada valió mi excelente currículum profesional ni que contase con el aval de una bien ganada jubilación. Al día siguiente, mi nieto pequeño me acompañó hasta la puerta del colegio donde esperaba el profesor que era un enano melancólico, con tirabuzones en el pelo y subido en unos zancos de madera que le daban una cierta prestancia y autoridad. A mí me habían puesto el uniforme de coracero austriaco, aunque ya me quedaba un poco estrecho y algo corto de mangas. Como era el primer día de clase nos fueron colocando en los pupitres y a mi lado sentaron a un señor de Puertollano que, de pequeño, emigró con su familia a Nueva York, donde fue fabricante de pelotas de ping-pong, hasta que se arruinó en la recesión de los años veinte; entonces se dedicó a salteador de caminos, oficio que le proporcionó un cierto renombre y unos cuantiosos beneficios que aún hoy le permiten vivir holgadamente a pesar de no tener pensión de la Seguridad Social. 
El director que también era enano pero que medía cerca de dos metros y medio, nos recalcó la importancia de atender las explicaciones del maestro que nos serían de gran provecho para el día de ayer. Nos puso como tarea, para esa mañana, aprendernos los reyes godos por orden alfabético y sacar los primeros quinientos treinta y seis decimales del número “PI” y nos dijo que si alguno tenía tiempo, podía entretenerse memorizando los afluentes del río Amazonas con el nombre de los hechiceros de los pueblos de la vertiente austral. 
Justo detrás de mí, se había sentado una niña con trenzas de macarrones rizados y lazos de bizcocho de soletilla que no paraba de darme toquecitos en el hombro derecho. Yo, al principio, no me atrevía a volverme por si me veía el enano que continuaba subido en sus zancos mientras se atusaba los tirabuzones; después pensé que yo le debía gustar porque cada vez era mayor su insistencia, luego supe que sólo quería una de las hombreras de mi casaca de coracero, que era de color escarlata y estaba bordada con hilitos de oro que parecían espaguetis dorados. 
El que fabricó pelotas de ping-pong en Nueva York, como estaba acostumbrado a infringir la ley, nos invito a la niña de las trenzas y a mí a escaparnos de la escuela cuando saliésemos al recreo. Cogimos uno de los camellos que siempre merodean por la puerta de los colegios y nos dirigimos a un pequeño bosquecillo de saúcos que estaba a las afueras del campo. Como aquel era año bisiesto y se habían disuelto las cortes para celebrar nuevas elecciones,  las nubes se habían declarado en huelga y la floración del saúco venía con retraso por lo que apenas si pude encontrar alguna sayuguina blanca para regalársela a la niña de las trenzas que ya se había hecho mi novia. 
El salteador de caminos, sin disimular sus celos, dijo que había encontrado para ella una preciosa nuez moscada con endocarpio dorado y los cotiledones de oro y chocolate, lo que suponía un asombroso portento; porque ya se sabe que la nuez suele tener un endocarpio duro, pardusco, rugoso y dividido en dos mitades simétricas, que encierra dos cotiledones gruesos, comestibles y oleaginosos, pero nunca hasta ahora se había visto un endocarpio dorado y muchísimo menos con unos cotiledones de chocolate y bañados en oro de dieciocho quilates.
Ella, en tanto yo buscaba la flor blanca del saúco, que solamente los más eruditos saben que se llama sayuguina, se conformó con la nuez de endocarpio dorado, que había encontrado el emigrante manchego y después de darle las gracias, la colocó en la hombrera que yo le había regalado y que ahora, puesta boca arriba, parecía un tálamo nupcial. 
Nuestra aventura terminó pronto porque un escuadrón de lechuzas, montadas en patinetes de andar por casa, nos descubrió y no tardaron en avisar por telepatía sin hilos, al enano gigante que hizo sonar la sirena de la escuela y mandó al cuerpo nacional de buscadores de causas perdidas para que nos diesen alcance. 
Nosotros nos escondimos debajo una de las mitades del endocarpio hasta que pasaron de largo nuestros perseguidores, y  sin perder más tiempo, regresamos en un tiovivo que tenía elefantes con los colmillos de mazapán, unicornios cojitrancos, naves espaciales con el fuselaje de caramelo y un coche de bomberos tirado por una reata de llamas amaestradas. 
Afortunadamente, llegamos al colegio antes de que mi nieto fuese a recogerme, por lo que mis padres nunca llegaron a enterarse de mi travesura, y están maravillados de que a mis años demuestre tanto interés por aprender y no me tengan que despertar por las mañanas para ir a la escuela donde, ellos no lo saben, me espera la niña que me pidió la hombrera de mi casaca y que todas las mañanas me invita a desayunar lazos de bizcocho de soletilla, que están deliciosos.  

Fotos de los finalistas con el Jurado.
Manuel Carrasco con Fernando Schwartz, Ángeles Bandres y Benigno Moreno director de RNE,

Manuel Carrasco junto a la presentadora Ángeles Bandrés.


Fotografías de Araceli Carrasco.

EL AMO CAPITULO XIX


Todo el pueblo se había echado a la calle. Las manifestaciones recorrían las principales avenidas de la capital, desde la Carrera de San Jerónimo a la Plaza de Oriente. La puerta del Sol, la Plaza Mayor y la Gran Vía estaban repletas de manifestantes con grandes pancartas, vitoreando a la República y lanzando “mueras” al Rey, que había tenido que salir del país esa misma noche.
El pueblo no podía resistir la situación de total penuria económica y los políticos no habían sabido poner coto a la degradación a que había llegado la vida política y social de España. En las últimas elecciones municipales que se terminaban de celebrar los monárquicos habían ganado en los pueblos pequeños, como había ocurrido en Recondo, pero los republicanos lo habían hecho en las grandes capitales. El pueblo lanzado a las calles había obligado a las Cortes a proclamar la República.
Los más exaltados provocaban graves disturbios por toda la ciudad. Hubo intentos de asalto en iglesias y conventos, algunos curas fueron atacados y la inseguridad se adueñó de las calles. El gobierno había decretado la amnistía para los delitos políticos y en el ambiente se respiraba una euforia contenida en el pueblo, pensando que con la proclamación de la República se iniciaba la solución de la mayoría de sus problemas. La alta burguesía se había encerrado en sus casas intentando no provocar a las clases trabajadoras que durante estos días se había adueñado de las calles. En los pueblos la situación realmente no había cambiado casi nada. La clase dominante controlaba todos los resortes del poder político, social y económico y no iba a permitir que las leyes que dictase la nueva República tuviesen vigencia en su vida cotidiana.
Fueron especialmente graves los sucesos ocurridos en la mañana del día 10 de mayo. Los partidarios del depuesto rey Alfonso XIII iban a inaugurar en la calle de Alcalá el Círculo Monárquico. Al escucharse desde la calle los acordes de la Marcha Real, algunos viandantes intentaron asaltar el edificio y tuvieron que intervenir las fuerzas de orden público.
Se empezó a propagar por toda la ciudad la noticia de que un taxista había sido asesinado por los monárquicos en los enfrentamientos y un grupo de exaltados se dirigió al edificio del periódico ABC para incendiarlo. Aunque la Guardia Civil logró evitar el asalto, en los enfrentamientos varias personas resultaron heridas, lo que contribuyó a preparar los lamentables sucesos que ocurrieron los días siguientes.
Varios edificios religiosos fueron asaltados. Se quemó una casa de los Jesuitas en la calle Isabel la Católica con su iglesia y la biblioteca que guardaba más de 80.000 volúmenes, entre ellos muchos incunables y ediciones príncipe de los principales autores españoles del Siglo de Oro.
Ardió también el Colegio de la Inmaculada y San Pedro Claver y el Instituto Católico de Artes e Industrias de la calle Alberto Aguilera, el Centro de Enseñanza de Artes y Oficios de la calle Areneros, la Parroquia de Santa Teresa y San José de los Carmelitas Descalzos de la Plaza de España, el Colegio del Sagrado Corazón de Chamartín, el Convento de las Mercedarias Calzadas de San Fernando, y varios edificios religiosos más por todo Madrid.
Quedó en la memoria colectiva con el nombre de “La quema de los Conventos de Madrid” y muchos lo justificaron considerando que era la respuesta lógica a la pastoral que el Cardenal Pedro Segura había publicado unos días antes, en la que instaba a los fieles a unirse para salvar los derechos amenazados  de la Iglesia; lo que para muchos republicanos era una declaración de guerra, y que ayudó a incrementar el sentimiento anticlerical de muchos ciudadanos
Pero, poco a poco, la vida de la ciudad se iba normalizando y poco o nada había cambiado para Rosa y sus hijos. Rosita estaba preparando su boda con un joven dependiente de una tienda textil de la calle Pontejos, que había conocido cuando acompañaba al señor Emilio para comprar las telas para los trajes de torero. Evaristo, que así se llamaba el buen mozo, era de un pueblo de Toledo llamado Menasalvas, y había llegado a la capital buscando nuevos horizontes, porque el pueblo no ofrecía a los jóvenes ninguna salida laboral, como no fuese la de permanecer ligado a la tierra, dependiendo únicamente de los jornales que quisiesen pagar los dos o tres terratenientes que eran los dueños de todo el pueblo.
A Rosa le había parecido bien la elección de su hija y se iniciaron los preparativos de la boda. Rosita había cambiado de trabajo y ahora bordaba para un taller muy importante que la habían admitido porque eran clientes conocidos de la tienda donde trabajaba Evaristo. Se iban a ir a vivir de alquiler a una pequeña vivienda en una corrala de la calle Sacramento y con el sueldo de los dos podrían ahorrar para en unos años buscar una vivienda mejor.
En realidad la boda no tenía mucho que preparar. Los padres del novio vivían demasiado lejos y eran demasiado pobres para venir hasta la capital sólo para la boda del hijo. Nicomedes tenía dicho que él no podía venir a la boda de la niña, para evitar que alguien lo pudiese reconocer y que la noticia llegase a Recodo y tuvieron que recurrir de nuevo al trabajo que le mantenía tanto tiempo alejado de la familia; no obstante mandó al Monte de Piedad cien pesetas, para que Rosa pudiese hacer un buen regalo a los novios.
Por tanto, el acompañamiento se iba a reducir a la madre de la novia, a Genaro que iba a ejercer de padrino y Emilita, su novia, a una hermana de Evaristo que estaba sirviendo en la casa de un anticuario que tenía la tienda en la calle Toledo y que sería la madrina, el dueño de la tienda de telas, la dueña del taller de bordados, y la Julita, la señora Susana, su marido el señor Braulio y el señor Emilio, los vecinos de la casa.

La ceremonia se celebró en la Iglesia de los Paúles. La novia lucía un traje negro de crespón, y un mantoncillo bordado que era regalo del señor Emilio, que había llegado a tomar un gran cariño a la joven. Después, la madre de la novia ofreció a todos los asistentes una suculenta comida en su casa. En la salita colocaron la mesa de los patrones que habían bajado del taller del señor Emilio; trajeron sillas de las casas de los vecinos; añadieron platos,  vasos y cubiertos de la vajilla y la cristalería de la señora Susana; sacó un mantel que le regaló el Amo cuando deshicieron la casa de sus padres, con lo que la mesa nupcial no desdecía en nada a la del mejor restaurante de Madrid. Preparó unas chacinas de aperitivo, un guiso de carne de ternera, y de postre unos dulces típicos de Recondo, que llamaban pestiños, con una copita de aguardiente anisado también típico de allí. El novio obsequió a los hombres con unos puros habanos que había conseguido de estraperlo.
Genaro ya había cumplido los veintitrés y estaba trabajando en la tienda de velas de don Bernardo, el protector de Julita. Cuando terminó el Colegio con don Lorenzo, gracias a los buenos oficios de la vecina, el muchacho  entró a trabajar en “La Cera Virgen” donde empezó a conocer todos los secretos de la industria cerera y a relacionarse con parte del clero de la Corte que eran los principales clientes de la tienda; también daban servicio a clientes particulares que todavía utilizaban este medio como alumbrado de las casas aunque poco a poco iba disminuyendo este mercado. Allí también conoció a Emilita, la hija del jefe que no tardó en enamorarse de ese muchacho tan simpático y sanote que desde un principio había puesto sus ojos en ella.
Cuando pensaron en preparar esta boda, sí se plantearon más problemas a la hora de justificar la ausencia paterna. Los padres de Emilita pertenecían a la burguesía acomodada de la capital, con muy buenas relaciones con las autoridades eclesiásticas, y no iban a admitir la situación familiar del novio. Por lo tanto era necesario buscar una escusa inapelable que impidiese la presencia del  padre.  
Decidieron organizar todo como si él fuese a estar presente. En una de sus visitas, Rosa le convenció para que conociese a la novia de Genaro y que era necesario hacer frente a los gastos de la boda que debía estar en consonancia con la categoría de la familia de la novia. Él, como solía ocurrir cuando era un tema de dinero, no puso ninguna objeción a pagar la parte proporcional de los gastos, pero mantuvo inalterable su decisión de no asistir a la ceremonia.
Dos días antes de la boda se recibió un telegrama anunciando que don Nicomedes, comandante del mercante “La Colonial” estaba retenido en Génova, por no se sabía qué asuntos de aduanas, que no se podrían solucionar en, por lo menos, una semana. Lo inminente de la ceremonia y estando ya hechos todos los preparativos, hacían imposible aplazarla, por lo que la ausencia del padre del novio quedó para todos ampliamente justificada.
La ceremonia tuvo lugar en la Colegiata de San Isidro, oficiando la misa don Emiliano, el canónigo tío abuelo de la novia, que pronunció un sentido y emocionado sermón, exaltando las virtudes de María Emilia, él nunca empleaba el diminutivo para referirse a su sobrina, a la que también había bautizado.
Después, el banquete se celebró en Casa Botín, bajo el arco de Cuchilleros, muy cerca de la Iglesia, junto a la Plaza Mayor. Por parte de la familia de la novia hubo más de cuarenta invitados, entre los que se encontraban el deán de la catedral y varios clérigos de alto rango que tenían una influencia directa en las relaciones comerciales de “La Cera Virgen” con la Jerarquía eclesiástica. Por la familia del novio, Rosa que fue la madrina, su hermana y cuñado, y la tía Mercedes, hermana de la madre, que había llegado expresamente desde Recondo para esta celebración. La Julita no podía ir porque no querían poner en un compromiso al padre de la novia, aunque ninguno de la familia conocía su existencia.
Los recién casados se irían a vivir a un piso, encima de la tienda de velas, que les habían preparado los padres de la novia, para que pudiesen atender el negocio sin necesidad de hacer grandes desplazamientos, porque últimamente la capital se estaba poniendo imposible con todo el tráfico que había por las calles.
En su siguiente visita, el Amo había traído un pañuelo de seda italiana, como regalo para la novia y como justificante de su estancia en esas tierras, aunque lo había comprado Rosa, unos días antes, en una tienda muy elegante de la calle Fuencarral.
Desde que se habían casado los dos hijos y la Rosa estaba sola en casa, las visitas del Amo eran más frecuentes. Y no ya por los motivos de antaño, sino porque aún le gustaba contarla sus hazañas.
En una de estas visitas contó lo que le había pasado justo al día siguiente de proclamarse la República.  Se llamaba Juanita  y era una muchacha muy bonita a la que había echado la vista desde que entró a servir al Solar. Era menuda y muy poquita cosa pero estaba muy desarrollada y tenía dos buenas tetas. Estaban solos en la casa y la arrinconó en el dormitorio. Hizo que se desnudase delante de él y la obligó a chupársela. Ella se resistía pero él la agarró por los pelos y puso su cabeza entre sus piernas… Entonces ella vomitó y él la sacudió un bofetón…
- Y la salvó que llegó mi primo el Alcalde para anunciarme lo de la proclamación de la República, que si no… Y la sinvergüenza todavía decía que era virgen y que no lo había hecho nunca, ni con su novio… Que digo yo, ¿Es que los jóvenes de ahora son todos maricas?...  Luego la muy puta se fue de casa sin despedirse y no volvió más por el Solar…
- Amo, un día te vas a meter en un buen lío. Las cosas están cambiando y ya no se puede ir por ahí avasallando a la gente. Tienes que tener cuidado, que ahora los sindicatos tienen mucha fuerza y si te denuncia esa muchacha te puede complicar mucho la vida… No pienses que ahora son las cosas como antes… como cuando lo nuestro… ahora es diferente, y ya no se tiene respeto a los señores… ¡Tienes que tener cuidado!
- Ya sabes que en Recondo nunca pasa nada…
- Pero no se habrá enterado nadie… ¿Ella no lo habrá dicho, no?
- ¡Qué se yo!... la verdad es que el otro día, me había tomado unas copas en el Casino y se me fue un poco la lengua… ya me conoces, me gusta presumir… y además ella me estaba provocando siempre y se lo tenía merecido… Yo no sé cómo, pero se enteró mi mujer y me tuvo “castigado” durante casi un mes sin dejarme venir a Madrid… Ya te he contado cómo se las gasta doña Margara…
- Amo, tienes que tener más cuidado, que ya no es lo mismo y ahora puede pasar cualquier cosa.
Rosa, que le conocía bien y sabía cómo pensaba, se preocupaba porque pensaba que algún día alguien podía darle su mercido. En situaciones como esta, ya no sabía si le tenía lástima, si le despreciaba, o si aún sentía algo por él. Tenía ya más de cincuenta años. Su aspecto había cambiado demasiado. Su vientre prominente, sus piernas flácidas, su cara siempre demasiado roja, sus ojos que parecían tener dificultad para abrirlos, su mirada siempre esquiva, su pelo cada vez más escaso y su boca demasiado carnosa con unos labios en los que resaltaban unas pequeñas venitas de color morado, le daban un aspecto algo repulsivo si no fuera porque todavía le debía tener algo de cariño.
En muchas de estas visitas, el Amo ya ni le exigía lo que doña Margara llamaba el débito conyugal.
Y también, desde que se habían casado sus hijos, como Rosa se encontraba muy sola en casa y las visitas del Amo no ya no eran demasiado frecuentes, siempre con mucho cuidado y sin que nadie se enterase, Silverio solía pasar algunas noches para dormir con ella, procurando salir muy de madrugada para que ni la Julita pudiera enterarse.

ESTAS SON LAS ÚLTIMAS ENTRADAS

ESTAS SON LAS ÚLTIMAS ENTRADAS
Si quieres seguir leyendo las de los días anteriores, pincha en "ENTRADAS ANTIGUAS" de más arriba... te pueden interesar. Hay mas de 3100, pero no es necesario que las leas todas hoy...

ENCUENTRA LOS TEMAS QUE MÁS TE INTERESAN

GRAN NOVEDAD

AHORA PUEDES ACCEDER AL CONTENIDO INTEGRO DE LA MAYORÍA DE LOS LIBROS QUE SE ANUNCIAN A CONTINUACIÓN.

SÓLO HAY QUE PULSAR EN LAS PORTADAS EN LAS QUE SE INDICA ESTA POSIBILIDAD Y PODRÁS LEER CÓMODAMENTE Y GRATIS TODOS ESTOS LIBROS.

IGUALMENTE PODRÁS ESCUCHAR Y VER LOS VÍDEOS DE LAS CANCIONES DE "MIS EDICIONES MUSICALES", PULSANDO EN LAS CARÁTULAS DE LOS DISCOS.

¡TIENES MUCHAS HORAS DE LECTURA Y ENTRETENIMIENTO!

¡¡¡Y PRÓXIMAMENTE, MÁS!!!

MIS EDICIONES MUSICALES

MIS EDICIONES MUSICALES
SENTIRES. Canta Mª Antonia Moya. Edición remasterizada. 2012. Incluye las canciones siguientes:

AVE MARIA

AVE MARIA
De Schubert. Canta María Antonia Moya, acompañada por el Maestro Alcérreca. 2011. Para escucharlo, pinchar en la image.

LA TARARA

LA TARARA
Canta Maria Antonia Moya. Si quieres escuchar la canción, pincha en la imagen

LOS PELEGRINITOS

LOS PELEGRINITOS
La canción de Lorca, cantada por María Antonia Moya, con imágenes de Lucena (Córdoba) Para escuchar la canción pincha en la imagen.

EN EL CAFÉ DE CHINITAS

EN EL CAFÉ DE CHINITAS
La copla de Lorca, cantada por María Antonia Moya, acompañada a la guitarra por Fernando Miguelañez. 1986. Para escuchar la canción, pinchar en la imagen

VERDE, QUE TE QUIERO VERDE

VERDE, QUE TE QUIERO VERDE
Maria Antonia Moya canta el Romance Sonámbulo de Federico García Lorca. Puedes escucharlo pinchando la imagen.

LOS CUATRO MULEROS.

LOS CUATRO MULEROS.
Canta: María Antonia Moya. 1986.Para escucharlo,pinchar en la imagen.

PERFIDIA

PERFIDIA
Canta Maria Antonia Moya, acompañada a la guitarra por Fernando Miguelañez. Año 1986. Para escuchar la canción, pincha en la imagen.

PASODOBLE DE CHINCHÓN

PASODOBLE DE CHINCHÓN
Letra: L.Lezama - Música: Palazón. Canta: María Antonia Moya. 1987Puedes escucharlo pinchando en la imagen

MIS LIBROS DE FICCIÓN. EL AMARGO SABOR DE LAS ROSAS.

MIS LIBROS DE FICCIÓN. EL AMARGO SABOR DE LAS ROSAS.
"El amargo sabor de las rosas" Novela. Marzo de 2017

MIS QUERIDOS FANTASMAS

MIS QUERIDOS FANTASMAS
ENERO 2020. RELATOS Y CUENTOS..PRÓXIMA EDICIÓN

HISTORIAS IMPOSIBLES

HISTORIAS IMPOSIBLES
ENERO 2020. PRÓXIMA EDICION.

SUI GENERIS

SUI GENERIS
ENERO 2020. PRÓXIMA EDICIÓN

LA BODA

LA BODA
"La boda" 1996 -2001. Inédito.Para leer el cuento, pincha en la imagen

ANDANZAS Y SENTIRES

ANDANZAS Y SENTIRES
"Andanzas y sentires" 2003. Inédito. Para leer el libro, pinchar en la imagen,

EL CIELO DE LAS AMAPOLAS

EL CIELO DE LAS AMAPOLAS
nueva edición 2022

CUENTOS DE OTOÑO

CUENTOS DE OTOÑO
Cuentos de Otoño. 2006. Si quieres leer los cuentos, pulsa en la imagen.

LUZ DEL CIELO Y OTROS RELATOS CON NOSTALGIA

LUZ DEL CIELO Y OTROS RELATOS CON NOSTALGIA
“Luz del Cielo” y otros relatos con nostalgia. 2019. Proximamente en este blog

CUENTOS DE CAFÉ CON LECHE

CUENTOS DE CAFÉ CON LECHE
Cuentos de café con leche. Pinchar en la imagen para leer los cuentos.

CUENTOS AMORALES

CUENTOS AMORALES
"Cuentos amorales" 2005. Inédito. Para leer los cuentos, pincha en la imagen

LOS CUENTOS DEL ABUELO

LOS CUENTOS DEL ABUELO
Próximamente en este blog.

TRABAJOS FORZADOS

TRABAJOS FORZADOS
Recopilación de 44 relatos escritos para el taller literario.2007-2012. Para leer los relatos pinchar en la portada.

LOS VELOS DE LA MEMORIA I. HISTORIA DEL SOLAR

LOS VELOS DE LA MEMORIA I. HISTORIA DEL SOLAR
"Los velos de la memoria". Historia del Solar. Edición restringida de 95 ejemplares. Se presentó el 10.1. 2010.

LOS VELOS DE LA MEMORIA II. EL AMO.

LOS VELOS DE LA MEMORIA II. EL AMO.
Los Velos de la Memoria II. El Amo. Edición digital. 2012.

DÉJAME QUE TE CUENTE....

DÉJAME QUE TE CUENTE....
"Déjame que te cuente"... 2013. Recopilación. Para leerlo, pinchar en la portada del libro.

LOS VELOS DE LA MEMORIA III LA HEREDERA

LOS VELOS DE LA MEMORIA III LA HEREDERA
LOS VELOS DE LA MEMORIA III. La Heredera..AÑO 2014.

HISTORIAS DE INTRIGA PARA DORMIR LA SIESTA

HISTORIAS DE INTRIGA PARA DORMIR LA SIESTA
2013.Recopilación de relatos. Para leerlos, pincha en la portada

PAISAJES CON FIGURA

PAISAJES CON FIGURA
2013. Recopilación. Para leer los relatos, pinchar en la portada

MIS LIBROS DE ENSAYO. LA OPINIÓN DEL EREMITA

MIS LIBROS DE ENSAYO. LA OPINIÓN DEL EREMITA
LA OPINIÓN DEL EREMITA. Recopilación. 2008-2013. Para leer los trabajos, pinchar en la portada.

LA OPINIÓN DEL EREMITA 2º TOMO

LA OPINIÓN DEL EREMITA 2º TOMO
Segunda entrega. Próximamente en este blog.

MIS OBRAS DE TEATRO.

MIS OBRAS DE TEATRO.
Un ramito de Violetas. Para leerlo, pulsar en la portada.

MIS LIBROS DE POESÍAS.

MIS LIBROS DE POESÍAS.
"SINSENTIDO" Para leer las poesías, pinchar en la portada.

MIS LIBROS DE VIAJES

MIS LIBROS DE VIAJES
Los viajes del Eremita.Volumen I. 2016.

LOS VIAJES DEL EREMITA VOLUMEN II

LOS VIAJES DEL EREMITA VOLUMEN II
VOLUMEN II. LOS VIAJES DEL EREMITA.

LOS VIAJES DEL EREMITA. VOLUMEN III

LOS VIAJES DEL EREMITA. VOLUMEN III
Los viajes del Eremita. 2016.

LOS VIAJES DEL EREMITA. VOLUMEN IV

LOS VIAJES DEL EREMITA. VOLUMEN IV
Los viajes del eremita.Volumen IV. 2016.

EL CATÁLOGO DE MI PINTURA.

EL CATÁLOGO DE MI PINTURA.
POLITÉCNICA. CATÁLOGO DE ARTE. Pintura, dibujo, diseño.Para ver el catálogo, pinchar la portada

FOTOGRAFÍA: ESPAÑA,UN MOSAICO DE IMÁGENES.

FOTOGRAFÍA: ESPAÑA,UN MOSAICO DE IMÁGENES.
ESPAÑA: UN MOSAICO DE IMÁGENES. Fotografías. Para verlo, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: CHINCHÓN EN DUOTONO.

FOTOGRAFÍA: CHINCHÓN EN DUOTONO.
CHINCHÓN EN DUOTONO. Fotografía.Para ver la exposición, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA. DETALLES

FOTOGRAFÍA. DETALLES
MAS DETALLES. Fotografías. Para ver la exposición pincha en la portada.

FOTOGRAFÍA: ACORTANDO DISTNACIA

FOTOGRAFÍA: ACORTANDO DISTNACIA
ACORTANDO DISTANCIAS. Fotografías. Para ver la exposición, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: FRUTAS Y VERDURAS

FOTOGRAFÍA: FRUTAS Y VERDURAS
FRUTAS Y VERDURAS. Fotografías. Para ver la exposición, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: PAISAJES EN MI RECUERDO

FOTOGRAFÍA: PAISAJES EN MI RECUERDO
PAISAJES EN MI RECUERDO. Fotografías. Para ver la exposición, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: FOTOGRAFÍAS OCULTAS

FOTOGRAFÍA: FOTOGRAFÍAS OCULTAS
FOTOGRAFÍAS OCULTAS. Fotografía. Para ver la exposición, pinchar en la portada

FOTOGRAFÍA: DENIA EN FALLAS

FOTOGRAFÍA: DENIA EN FALLAS
DENIA EN FALLAS. Fotografías. Para ver la exposición, pinchar en la portada

FOTOGRAFÍA: CHINCHÓN EN FIESTAS

FOTOGRAFÍA: CHINCHÓN EN FIESTAS
CHINCHÓN EN FIESTAS. Reportaje fotográfico. Para verlo, pinchar en la portada

FOTOGRAFÍA: TURISMO

FOTOGRAFÍA: TURISMO
TURISMO. IMÁGENES DE MIS VIAJES. Fotografías. Para verlas, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: MIS FOTOS.

FOTOGRAFÍA: MIS FOTOS.
MIS FOTOS. Folografías: para verlas, pinchar en la portada

FOTOGRAFÍA: COMIDAS

FOTOGRAFÍA: COMIDAS
COMIDAS. Fotografías. Para verlas, pinchar en la portada

FOTOGRAFÍA: UN VIAJE A CÓRDOBA Y GRANADA

FOTOGRAFÍA: UN VIAJE A CÓRDOBA Y GRANADA
VIAJE A CÓRDOBA Y GRANADA.FOTOGRAFÍAS. Para ver el reportaje, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: FLORES Y PLANTAS

FOTOGRAFÍA: FLORES Y PLANTAS
Flores y Plantas. FOTOGRAFÍAS. Para ver esta exposición, pinchar en la portada.

LAS RECOMENDACIONES DEL EREMITA: CHINCHÓN MONUMENTAL.

LAS RECOMENDACIONES DEL EREMITA: CHINCHÓN MONUMENTAL.
CHINCHÓN MONUMENTAL. Una visita virtual por las calles, plaza y campos de Chinchón. Para verlo, pinchar en la foto.

Museo Etnológico LA POSADA DEL ARCO

Museo Etnológico LA POSADA DEL ARCO
Una visita al Museo LA POSADA DEL ARCO.Para ver la visita virtual, pinchar en la fotografía.

EL MUSEO ULPIANO CHECA

EL MUSEO ULPIANO CHECA
Una visita al Museo ULPIANO CHECA en Colmenar de Oreja.Para ver la visita virtual, pincha en la imagen:

IMÁGENES RELIGIOSAS DE CHINCHÓN

IMÁGENES RELIGIOSAS DE CHINCHÓN
Una visita a las IMÁGENES RELIGIOSAS de CHINCHÓN.Para ver las imágenes, pincha en la Galería.

CARTELES DE TURISMO EN EL MUNDO

CARTELES DE TURISMO EN EL MUNDO
Un recorrido por distintos países y ciudades, visitando sus carteles de turismo. Para verlos, pinchar en la imagen.

ALELUYAS CHINCHONETAS

ALELUYAS CHINCHONETAS
ALELUYAS CHINCHONETAS. Para poder ver todas las aleluyas chinchonetas, pinchar en el dibujo.

Archivo del blog

Etiquetas